La obesidad en embarazo | Derechos fotolia

Si bien la mayoría de los embarazos de mujeres que padecen obesidad llegan a buen término, a veces esta condición puede generarle muchas más dificultades a la madre y suponen un verdadero riesgo para el bebé.

En este artículo te contamos cómo afrontar tu embarazo si tienes problemas de peso, a fin de brindarle seguridad y calidad de vida a tu hijo.

¿Por qué es peligrosa la obesidad si estamos embarazadas?

La obesidad y el aumento excesivo de peso durante el embarazo son asuntos sumamente serios y que pueden causar complicaciones tanto para la madre como para el bebé; por tanto, es muy importante no solo que la madre intente bajar de peso antes de quedarse embarazada; sino que, en caso de padecer de esta enfermedad, mantenga una rigurosa atención a la vida del feto durante los nueve meses de embarazo, para poder prevenir cualquier complicación derivada del sobrepeso.

Es importante señalar que una de cada cinco mujeres comienza su embarazo con sobrepeso. Se considera que una mujer adulta es obesa cuando su índice de masa corporal asciende 30 veces el que se considera saludable. Para calcular este índice se toma en cuenta el peso, la estatura y una calculadora de masa corporal.

Las consecuencias de la obesidad durante el embarazo pueden ser muchas. Entre las mismas citaremos:

• Preeclampsia y presión arterial alta
  
  Son dos dificultades sumamente complicadas que están unidas. Si una mujer tiene presión alta corre el riesgo de tener un parto prematuro o dar a luz un bebé que un reducido peso gestacional.Si el problema se agudiza puede derivar en preeclampsia, una situación que puede poner en riesgo la vida de ambas partes (madre e hijo) y que obligará a realizar un nacimiento por cesárea.Una de las medidas que deberá tomar tu médico será la de medirte la presión arterial en cada una de las consultas mensuales. Y, en caso de que tengas la presión alta, es probable que te recete una medicación para controlarla y evitar lamentables complicaciones.
• Diabetes gestacional
  
  Cuando la mujer tiene una imposibilidad de controlar los niveles de azúcar en la sangre, puede afectar considerablemente la vida del bebé; quien, posiblemente adquiera un peso más grande del adecuado a su edad.Si en tu familia hay casos de diabetes, es recomendable que te realices las pruebas porque muchas veces la obesidad es una consecuencia de esta otra enfermedad, la cual deberás tratar con urgencia.
• Parto prematuro, cesárea y complicaciones
  
  El parto de una madre obesa suele ser más complicado que el de una que está en su peso ideal. En muchos casos, debido a los temas citados en los párrafos anteriores; por otro lado, el gran tamaño del bebé hace muchas veces imposible la realización de un parto vaginal.En lo que respecta a los partos prematuros, suelen ser la consecuencia de otra dolencia estrictamente ligada a la obesidad como puede ser la preeclampsia.

Lo que dicen las estadísticas

Debes tener presente que de acuerdo a las estadísticas los riesgos que asume una mujer embarazada con problemas de obesidad son mucho mayores que enfrenta una madre que está en su peso adecuado. De ahí la importancia de realizar una concepción a consciencia, intentando estar en buen estado físico antes de quedarte embarazada. Te contamos algunos de los puntos destacables que se hacen presentes en las estadísticas:

1. Las mujeres que tienen obesidad en su primera gestación (primíparas), tienen una mayor posibilidad de sufrir partos muy prematuros (previos a las 32 semanas) y muertes fetales tempranas o tardías.
2. Las mujeres multíparas, tienen un riesgo más elevado de muerte fetal tardía, a las 28 semanas o posterior.
3. En ambos casos tienen un mayor riesgo de dar a luz un lactante con un defecto del tubo neural (como la espina bífida), más allá de la ingesta de ácido fólico. Al parecer, el consumo adecuado de folato no parece conferir protección a estas mujeres, en comparación a las embarazadas de peso normal.
4. 1 de cada 4 embarazadas desarrolla diabetes mellitus tipo 2 al cabo de 5 o 10 años.
5. El bebé tiene un alto riesgo de sufrir hipoglicemia neonatal y lesiones durante el parto; mayor riesgo de muerte; retraso en el desarrollo pulmonar; mayor riesgo de diabetes mellitus tipo 2 en la adolescencia y en la edad adulta, entre otras complicaciones.

Qué hacer para tener un embarazo saludable

Si deseas quedarte embarazada y eres consciente de que tu estilo de vida no es saludable, te recomendamos que intentes mejorarlo. Para ello, puedes acudir a tu médico y pedirle que te ayude a armar un plan con todas las prevenciones que debes tener presente para planificar tu embarazo desde temprano.

Entre las cosas que debes hacer antes de quedarte embarazada se encuentran:

• Comenzar una dieta saludable
• Plantearte una serie de ejercicios diarios
• Tomar ácido fólico y vitaminas prenatales

Si ya te has quedado embarazada es imprescindible que establezcas junto a tu médico un plan que te ayude a minimizar los riesgos que tu obesidad puede tener para tu vida y sobre todo, para la vida de tu hijo.

Es importante que sepas que intentar perder peso cuando ya estás encinta no es una buena decisión. Lo que sí es conveniente que hagas es que controles tu peso a diario, asegurándote sobre todo una alimentación rica en nutrientes para alimentar adecuadamente a tu bebé.

En lo que respecta al ejercicio físico, debes armarte una rutina ligera que puede consistir, por ejemplo, en caminar 20 minutos después de cada comida. Puedes aprovechar, por ejemplo, para realizar las tareas del hogar en este momento ya que las mismas te ayudarán a quemar calorías y mejorar tu condición física. Por supuesto que es recomendable que hagas una visita a una nutricionista, quien sabrá aconsejarte acerca de un menú balanceado en el que incluyas fibra, carbohidratos, proteínas y gracias de una forma equilibrada.

Riesgos que la obesidad tiene para el bebé

Es importante mencionar que los riesgos de obesidad materna durante el embarazo contraen ciertos riesgos para el bebé. Estos son:

• Macrosomía
  
  Un bebé o un feto macrosómico se caracteriza por tener un tamaño más grande que lo considerado como normal al momento en el que se le analice. Cuando una mujer padece obesidad mórbida una de las posibilidades es que su bebé se sobrealimente y crezca más de la cuenta; este tipo de situaciones también puede hacerse presente cuando la madre tiene diabetes gestacional.A simple vista puede no representar un problema, pero en algunos casos suelen acontecer partos y alumbramientos sumamente complicados; y en la mayoría de los casos debe recurrirse a la cesárea. Además, después del nacimiento, estos bebés tienen un mayor riesgo de sufrir problemas respiratorios, de azúcar baja, ictericia y malformaciones congénitas. Muchas de estas dolencias son sumamente difíciles de tratar.
• Defectos del tubo neural
  
  Los hijos de madres con obesidad pueden sufrir malformaciones congénitas del cerebro y de la médula espinal. Entre las principales cabe mencionar la de la espina bífida (se da un cerramiento de una o más vertebras de la columna vertebral, lo que deja desprotegida la médula espinal) y la anencefalia (el bebé nace muerto o muere apenas unas horas después del parto).De todas formas, estos problemas pueden prevenirse si tres meses antes de quedarse embarazada, la madre comienza a tomar ácido fólico.
• Obesidad infantil y riesgo de diabetes
  
  Se sabe que los bebés que nacen con más peso del normal, son más propensos a padecer enfermedades crónicas como la diabetes o la obesidad infantil. Además, tienen una mayor predisposición al sobrepeso durante la infancia y adolescencia; dolencias que podrían derivar en una diabetes tipo 2.
• Lesiones durante el parto
  
  Las mujeres con obesidad suelen tener una escasa facultad para pujar durante el parto, lo que resulta en una labor muy intensa e ineficiente. Estos alumbramientos suelen durar mucho más tiempo del normal y los bebés tienen más dificultades para salir del canal vaginal.Esto puede provocarle lesiones, ya que si el bebé permanece mucho tiempo en el canal puede padecer una dolencia que se conoce como sufrimiento fetal.Además, algunos de estos bebés acumulan grasa en los hombros, lo que causa distocia de los hombres (sale la cabeza pero no los hombros). Incluso en muchos casos se da una emergencia obstétrica o causa daños neurológicos irreparables en el bebé.

Plan alimentario durante el embarazo

La controversia en torno a las dietas de adelgazamiento durante el embarazo se basan en que este tipo de alimentación hipocálorica puede provocar un aporte insuficiente de nutrientes esenciales al feto y pueden causar problemas en su desarrollo.

Una mujer obesa debe seguir el mismo plan alimentario que una que no esté por encima de su peso. Esto significa que deberá tener en cuenta la importancia de los controles prenatales específicos de sus circunstancia y mantenerse alegre y viva para llegar a buen término.

Los alimentos fundamentales de su dieta son aquellos ricos en calcio y proteínas (bebidas lácteas), fibra (cereales y derivados), proteínas (legumbres, vegetales), vitaminas (frutas, verduras, hortalizas). Te recomendamos planificar conscientemente tu dieta a fin de procurarte la alimentación adecuada para estos nueve meses en los que deberás cuidar especialmente de ti y de tu bebé.

Antes de terminar este artículo queremos recordar lo dicho al comienzo. La mayoría de las embarazadas con exceso de peso tienen embarazos y bebés normales; pero nunca está de más tomar medidas preventivas para ayudar lo más que se pueda a la suerte. Las formas en las que puedes modificar los riesgos para tu salud incluyen llevar una alimentación sana, realizar ejercicio diario y seguir todos los consejos de tu médico en torno al aumento de peso.

Y, recuerda. Estar informada sobre los factores de riesgo que existen en tu circunstancia en particular, puede ser fundamental. Por tanto te recomendamos que te armes con el historial familiar de hipertensión, azúcar en sangre y casos de bebés nacidos con un peso demasiado alto. Una vez tengas estos datos debes trabajar con tu médico para evitar al máximo las consecuencias que puede depararte tu embarazo; a fin de tener un bebé sano. Y, por supuesto, no te olvides de disfrutar todo lo que puedas de estos nueve preciosos meses.