Parto por Cesárea: 6 Razones para una Cesárea

cesarea

Prepararse para cesárea | © Anton Booysen – Fotolia.com

Si el alumbramiento vaginal normal no es posible en tu caso, por presentar riesgos de vida para ti o tu bebé, el niño nacerá con una operación cesárea.

En este artículo te contamos algunas cosas que seguro te preguntarás sobre esta intervención.

Prepararnos para una cesárea

Todas las embarazadas debemos estar preparadas para una intervención; ya sea porque nuestro médico nos ha aconsejado este tipo de nacimiento o por la mínima posibilidad de que durante el parto vaginal surjan complicaciones y deban ingresarnos en el quirófano. Por tanto, es indispensable que estemos bien informadas para no perder la calma en ningún momento.

Existen dos tipos de cesárea: planificada y de urgencia. La primera se planea con tiempo, en mujeres cuya situación presenta riesgos desde el primer momento para aventurarse en un parto vaginal. A lo largo de todo el embarazo los médicos la van preparando para que cuando llegue este momento se encuentre tranquila y positiva. La cesárea de urgencia se realiza cuando, una vez comenzado el trabajo de parto, surge algún inconveniente que puede poner en riesgo la vida de la madre o del bebé. Suelen ser partos más estresantes debido a que la madre no se encuentra del todo preparada para este evento.

Debes saber que una operación de cesárea dura entre treinta y cinco y cuarenta minutos. El bebé nace en los primeros diez minutos y el resto del tiempo se utiliza para suturar todas las incisiones.

Después de la intervención, debes estar tranquila. Aunque en pocos días ya te habrán quitado los vendajes, es necesario que no te esfuerces más de lo recomendado. Si tomas las precauciones necesarias y tienes una sana recuperación; pronto estarás lista para enfrentar la ardua pero fascinante tarea de ser mamá.

Cesárea planificada

En algunos casos, siguiendo el consejo de su médico, las mujeres que ya han sido madres por cesárea prefieren optar por esta intervención planificada, antes de correr cualquier riesgo. Consideran que es más seguro hacerlo de este modo que comenzar el trabajo de parto y que después deban ingresarlas al quirófano para realizar una operación de urgencia, con los temores que esto conlleva. De esta forma pueden prepararse con más tranquilidad, sabiendo a qué atenerse.

Para prepararte a una cesárea planificada es necesario que no comas ni bebas nada por lo menos durante ocho horas antes de la intervención. Esto es importante para evitar complicaciones con la anestesia.

Ingresarás en el hospital como mínimo dos horas antes de la intervención y lo primero que harán será colocarte un gotero intravenoso en el brazo para mantenerte hidratada y preparada para cualquier medicación que necesites.

De acuerdo a la complejidad de la cesárea en tu situación, te administrarán anestesia local o general. En el primer caso te administrarán sedantes que impedirán que sientas cualquier dolor de la cintura para abajo. La anestesia general consiste en un gas anestésico que se administra por medio de un tubo que se introduce por la boca hasta la garganta. Te dormirás y no recordarás nada.

Antes de la operación te explicarán todo lo que van a hacer y es posible (esto depende de las normativas de cada hospital) que te permitan estar acompañada por una persona. En tal caso, la misma debe colocarse detrás de ti y mantenerse quieta siguiendo las indicaciones que los especialistas le sugieran.

¿Es peligroso el parto vaginal tras una cesárea (PVTC)?
Es probable que hayas escuchado que si ya tuviste alguna cesárea no es posible que tengas hijos por parto vaginal; sin embargo, esto no es del todo cierto. La incisión que suele hacerse en las cesáreas es de tipo uterina transversal baja, por lo que es muy difícil que se desgarre en posteriores partos. Además, según lo señalan diversos estudios científicos, se considera que el PVTC es más seguro tanto para la madre como para el bebé y el 70% de las madres que lo intentan, realizan exitosamente su PVTC.

6 razones para una cesárea

Las razones por las que los médicos sugieren o determinan este tipo de nacimientos pueden ser muchas, las principales son:

  1. Que el niño venga de nalgas o atravesado. Algunos bebés vienen de una forma que el parto natural se convierte en algo imposible o de alto riesgo . Ya sea porque presentan los pies o nalgas primero o porque se encuentren atravesados en el útero, cosa que les vuelve imposible encausarse correctamente en el canal de parto.
  2. Que la madre sufra alguna enfermedad o complicación. En aquellas mujeres en condiciones de alto riesgo, a causa de padecer hemorragias, herpes genital, diabetes o hipertensión, los médicos también recomiendan la intervención.
  3.  Que haya más de un bebé. En general los nacimientos de más de un bebé a la vez se dan por cesárea; aunque hay casos de gemelos que han nacido vaginalmente con éxito, porque se hallaban bien colocados al momento de salir.
  4. Que exista un crecimiento deficiente del feto. En los casos de bebés cuya permanencia en el seno materno pueda asegurar la muerte o el riesgo de vida de la madre, lo más normal es que los médicos pongan fin al embarazo a través de una cesárea planificada, en lugar de una inducción al parto.
  5. Que el bebé sea demasiado grande. Algunos bebés son extremadamente voluminososos como para nacer a través del canal de parto de la madre, entonces se realiza la cesárea para asegurar el bienestar de ambos implicados.
  6. Que haya sufrimiento fetal. Si se nota que a causa de las tensiones y forcejeos del parto el bebé pueda sufrir algún tipo de estrés o sufrimiento, también se realiza cesárea. Esta situación puede detectarse gracias a los monitores fetales y pruebas especiales que se realizan previamente al nacimiento.

Cesárea de urgencia

A veces sucede que las cosas marchan bien hasta que se tuercen y los médicos aseguran que es necesario realizar una cesárea. Esto sucederá si el bebé corre riesgo de trauma, sobre todo si es prematuro o existe la posibilidad de sufrimiento fetal.

Aunque el proceso quirúrgico de una cesárea de urgencia es casi el mismo que el de una cesárea planificada, las circunstancias pueden generar que la madre sufra de cierto estrés, debido a que los temores propios de toda operación se aseveran con la posibilidad de que algo no vaya bien.

Lo importante es que te prepares al parto contemplando esta posibilidad, que siempre existe. Y si, llegado el momento debes ingresar en la sala de operaciones, confía en tu médico y en su capacidad para realizar adecuadamente su labor. Y, sobre todo, piensa en que lo más importante es que tu bebé nazca sano y salvo, al margen del proceso por el que esto se lleve a cabo.

Como siempre te lo decimos, debes tener presente que lo más importante en todo el proceso de embarazo, incluyendo el parto, es que te mantengas feliz y dispuesta a afrontar los problemas con una sonrisa y con suma tranquilidad. Los nervios y el estrés no son más que energía mal canalizada, así que intenta enfocar todo tu tiempo y esfuerzos en estar bien y en dar todo de ti para que tu bebé llegue a este mundo de la mejor forma posible.

¿Sabías que hay formas de evitar la cesárea?
Puedes hacerlo tomándote con naturalidad este proceso y siguiendo algunos consejos: no llegues al hospital demasiado temprano, camina y cambia de postura frecuentemente, mantén una posición erguida; practica técnicas naturales de relajación y de alivio del dolor e intenta descansar entre las contracciones.
Por último, os dejamos un artículo, muy interesante, en el que se habla de un estudio que asocia la cesárea con la obesidad infantil
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Comparte y Ayuda a otras Mamás Primerizas. Gracias de antemano!

        



Suscríbete al BLOG

Y recibe consejos actuales sobre Embarazo para Primerizas(y no primerizas!)



(*)Prometemos no enviar spam. Nos gusta tan poco como a ti y , además, respetaremos tu privacidad :)