Cómo Escoger el mejor Acompañante (o acompañantes) para tu Parto

Acompañantes en el parto

Acompañantes en el parto | © mitrofan – Fotolia.com

Dar a luz es una tarea en esencia colectiva. Ninguna mujer tiene a su bebé aislándose de las demás personas. Incluso en las civilizaciones antiguas existían una serie de rituales en torno al parto, en los que participaban otras mujeres que colaboraban con la parturienta.

En la actualidad, tampoco se ha convertido en un trabajo de una sola. Y, más allá del equipo médico especializado que asiste a la madre, se hacen presentes otras personas que colaboran con ella para que el parto sea una experiencia positiva. Tal es así que es más que normal que el padre del bebé se encuentre al lado de su pareja siempre, y en otro caso, que lo hagan familiares, amigos cercanos o los ya mencionados profesionales perinatales.

Por esta razón, antes de que llegue el momento de acercarte al hospital para tener a tu bebé tienes que haber decidido detenidamente quién será el que te acompañe en este momento tan importante.

Las personas que pueden acompañarte durante el parto

Antes de decidir quién va a estar contigo durante el parto debes consultar las reglas del hospital. En algunos lugares permiten que haya más de una persona de compañía. Pero en otros, solo puedes escoger solamente a una de ellas. Saber esto con antelación te permitirá tomar con mayor claridad la decisión.

Algunos de los que pueden acompañarte son:

  • Tu pareja: ya sea o no el padre de tu bebé, aquella persona en la que confías y con quien compartes tu vida, es razonable que se haga presente en este momento crucial de tu vida.
  • Tus padres: siempre y cuando tengas una buena relación con ellos y consideres que no te van a poner más nerviosa de lo que ya estarás (piensa que tienen que brindarte confianza en ti misma y energía positiva).
  • Tu mejor amiga/amigo: a veces son la mejor compañía en estos momento difíciles. La mayoría de las mujeres, quieren que esté esa persona que conoce todos sus secretos y que sabe, aparte de su pareja, qué cosas pueden aliviar su tensión.
  • Una monitora perinatal o doula: pueden ser de gran ayuda en estos momentos ya que cuentan con mucha experiencia y podrán apoyarte eficientemente tanto en los aspectos físicos como emocionales a lo largo de todo este extenso proceso.

¿Qué es el apoyo perinatal continuo?

Se llama así a la asistencia permanente que recibe una embarazada en el momento de dar a luz. La misma tiene carácter extra médico e incluye tanto el apoyo emocional tanto a la madre como a su pareja y la atención a las necesidades físicas de la madre (masajes, ayuda para la colocación y aseo).

Se encuentran también dentro de esta asistencia toda la información y explicaciones que reciben los padres para enfrentar este procedimiento. Es un tipo de asistencia que tiene como objetivo reducir la necesidad de recurrir a una cesárea y el uso de medicamentos, y acortar el tiempo del parto, al convertirlo en una experiencia positiva.

En algunas familias más naturistas se desea que los niños más grandes presencien el nacimiento de sus hermanos para vivir ese momento como un acontecimiento familiar del que nadie quede excluido. De todas formas, para hacerlo, es necesario que se tenga en cuenta el grado de madurez de los hijos y considerar si van a vivirla como una experiencia positiva o si, por el contrario, dejará en ellos un trago amargo que no olvidarán en la vida y que los lleve a bloquear su naturaleza. También debes tener presente que, si bien la mayoría de los partos se desarrolla sin complicaciones, algunos partos pueden ser estresantes o más difíciles. Tenlo en cuenta cuando decidas quién asistirá al tuyo.

Los síntomas que permiten conocer la proximidad del parto

A medida que se acerca la fecha programada para el parto todo el mundo suele preguntarnos cuándo tendremos al bebé. Y, si bien puede existir un rango de días probables, la seguridad no podemos tenerla. En el caso de aquellas mujeres que tienen un cuello uterino largo y cerrado, suelen ponerse de parto doce horas después de un tacto vaginal, mientras que otras pueden andar por ahí varias semanas con el cuello uterino dilatado 3 centímetros.

Hay algunos indicios que señalan que el parto puede suceder pronto.

  1. Expulsión del tapón mucoso (ese moco espeso producido por el cuello uterino)
  2. Un flujo de hemorragia (una secreción mucosa con algo de sangre)
  3. Aumento en la frecuencia de las contracciones
  4. Aparición de diarrea

De todas formas, ninguno de estos síntomas es absolutamente determinante del parto. Y desde que comienzan a tener lugar estos síntomas pueden pasar varios días. Esta dificultad para predecir con exactitud el momento del parto puede ser una más de las cosas que aumente tus nervios, pero también, si lo tomas como una aventura, puede convertir este proceso en algo absolutamente emocionante.

Cabe mencionar que, si bien a lo largo del tiempo y las diferentes culturas, se han probado diversas técnicas para inducir el parto, nada parece ser absolutamente eficiente, al margen de la inducción médica. De este modo, pese a los innumerables mitos que existen, ni la comida china, ni los enemas y tampoco las relaciones sexuales, pueden provocar que tu bebé nazca antes de la fecha prevista por la naturaleza.

Cómo escoger a la persona que te acompañe

Decidir quién quieres que te acompañe en el parto es algo muy personal; a algunas personas les gusta tener mucho público y otras prefieren que sea algo privado. Debes tener presente que en ese momento vas a querer contar con la máxima intimidad que te sea posible, por tanto, la persona que te acompañe debe ser de suma confianza.

También debes tener en cuenta que, una vez has hecho la invitación, es muy difícil retractarse, por lo que debes asegurarte completamente de quiénes serán estas personas y cómo crees que te sentirás estando ellas presentes en la misma habitación.

Otra cosa a pensar con antelación es si en el hospital donde darás a luz suele haber estudiantes en prácticas y si estos presencian los partos. Si crees que esto va a resultarte incómodo, puedes intentar hablar con el cuerpo médico y, llegado el caso, buscar una solución que te convenza.

Para escoger a la persona ideal es bueno que analices detenidamente las cualidades de los posibles acompañantes y disciernas quién será capaz de hacer su tarea con mayor eficacia. No basta que estés cerca de una persona que te quiera, es necesario que tengas la seguridad de que esa persona va a saber realizar un trabajo positivo durante el parto. Algunas de las facultades de un buen acompañante deben ser:

  • Tener en claro su función (debe ser consciente de lo importante que es su labor durante el alumbramiento y centrarse en que se realice eficientemente)
  • Querer implicarse (esta es seguramente la virtud más necesaria. Debe sentirse importante en la situación y colaborar para que los dos trabajen a la par, estando atento a tus necesidades sin ningún tipo de resistencia)
  • Estar preparado (debe mentalizarse antes del día del parto de la importancia de ese momento y prepararse con antelación para ejercer sus funciones)
  • Tener una actitud positiva (debe tener una estabilidad emocional necesaria para mantener alto su nivel de energía, de modo que pueda ofrecerte un apoyo eficaz)

Cosas que puede hacer el ayudante del parto

Cada mujer tiene unas necesidades diferentes en el parto, por tanto quien ejerza de acompañante deberá tener esto en cuenta y sintonizar con los deseos de la futura mamá. Aquí te presentamos una lista de cosas que puede hacer tu acompañante para ayudarte durante este momento tan crucial de tu vida y de la vida de tu hijo.

Entre las necesidades básica de la parturienta pueden señalarse: el sentirse bien atendida, tener las comodidades físicas necesarias y contar con el apoyo incondicional de una persona de confianza.

El respaldo del acompañante puede tener muchos efectos positivos sobre la madre; de hecho según lo revelan diversos estudios, su presencia podría incluso ayudar a que se acorte el tiempo del parto y disminuya la necesidad de fármacos e intervenciones médicas, dado que la madre se encuentra más segura y relajada. Además puede ser sumamente positivo para el recién nacido.

Entre las cosas con las que puede ayudar un acompañante cabe mencionar las siguientes:

  • Permanecer cerca de la madre. Debe recordar que a algunas mujeres les gusta que las toquen durante el parto pero hay otras a las que no les agrada, Debe saber cuáles son las necesidades específicas de la mujer que acompaña y actuar en consecuencia. Lo fundamental es permanecer a su lado y demostrarle que no está sola.
  • Aliviar sus molestias físicas. Debe tener presente que si la mujer permanece durante mucho rato en una misma postura puede sentir ciertas molestias,  y animarla a cambiar de postura. A su vez, puede aplicarle masajes en la parte inferior de la espalda (sobre todo si las contracciones le están produciendo un fuerte dolor de espalda) y colaborar con ella impulsándola a realizar técnicas de relajación que hayan practicado con antelación. Así como también ayudarla con las técnicas respiratorias, para hacer que el esfuerzo de resultados positivos.
  • Mantenerla fresca. Puede aplicar un paño fresco en la cara de la parturienta y mojarla suavemente con agua, abanicarla y ofrecerle líquido para que se mantenga constantemente hidratada.
  • Animarla a comer y beber. Contra lo que se cree, el gran esfuerzo que debe hacer la madre durante el parto se reduce si se encuentra bien alimentada e hidratada; por tanto, es recomendable que aunque sea en pocas cantidades coma durante el parto. El acompañante debe ir provisto de alimentos aconsejables para dicho momento y de bebidas isotónicas que mantengan a la madre hidratada.
  • Favorecer el reposo. Es tarea del acompañante asegurar la máxima tranquilidad en el ambiente en el que se encuentra la madre; además, debe animarla a descansar entre el lapso de tiempo que transcurre entre las diversas contracciones.
  • Garantizar su intimidad. La mujer debe sentirse lo más a gusto posible. Si ha manifestado que desea llevar ropa durante todo el proceso, el acompañante debe respetarla y asegurarse de que así sea.
  • Ofrecer un firme apoyo emocional. Murmurar palabras de ánimo para aliviar los temores. Elogiarla por el esfuerzo que está realizando y felicitarla por lo bien que lo hace. A medida que el parto avance y que la madre se sienta más agotada, el acompañante debe recordarle que ya falta poco; de este modo la incentivará a mantenerse firme y no cesar de trabajar.

Si tienes en cuenta todos estos consejos, seguro que sabrás escoger el acompañante ideal para tu parto y vivir esta experiencia como lo que es, algo único y casi imposible de explicar con palabras.

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