Diabetes gestacional: causas, síntoma y tratamiento

diabetes gestacional

Diabetes Gestacional | Derechos fotolia

Como su nombre lo indica, la diabetes gestacional se manifiesta durante el embarazo. Se desarrolla en mujeres que no padecían diabetes con anterioridad y se debe a la presencia de niveles muy altos de azúcar en la sangre.

Es un problema que puede controlarse con ayuda de especialistas y que, de no ser tratado, podría tener consecuencias graves en la madre y su bebé. Siendo las mayores consecuencias: partos de alto riesgo y problemas severos en la salud del feto.

Características y tipos de diabetes

Todas las diabetes se desarrollan porque el organismo tiene un problema de insuficiencia de la hormona conocida como insulina. La que ayuda al cuerpo a convertir el azúcar presente en la sangre en energía.

La diabetes es el resultado de una ineficiente producción de insulina o de un mal aprovechamiento de la misma. Y su consecuencia es la acumulación de azúcar (glucosa) en la sangre, lo cual en niveles muy altos puede ser sumamente perjudicial para el funcionamiento del organismo.

Es importante señalar que existen diversos tipos de diabetes. Estos son:

  • Diabetes de tipo 1: se diagnostica durante la infancia o adolescencia y la mayoría de los damnificados son insulinodependientes; es decir, que deben inyectarse insulina de forma regular.
  • Diabetes de tipo 2: suele diagnosticarse en la edad adulta y puede presentar características graves o leves. Los pacientes menos comprometidos pueden controlarla manteniendo una dieta sana, mientras que los más graves necesitarán de pastillas o inyecciones de insulina.
  • Diabetes gestacional: se diagnostica durante el embarazo. En algunos casos desaparece después del parto; en otros, se mantiene de por vida.

Causas de la diabetes gestacional

¿Por qué se revela ahora y no antes? Pues porque cuando estamos embarazadas nuestro cuerpo tiene que producir un nivel más alto de insulina para mantener equilibrado el azúcar en la sangre. En un organismo que funciona con normalidad, simplemente se incrementa la producción; pero en aquéllos que no pueden fabricar la insulina adicional, se presenta esta anomalía por el aumento de los niveles de la glucosa en la sangre. Cabe mencionar que 7 de cada 100 mujeres padecen diabetes gestacional.

En el embarazo, la placenta produce una hormona, la lactógena placentaria humano, que actúa contra la insulina y puede generar diabetes. Para las mujeres con diabetes gestacional, la principal complicación es que el bebé pueda ser demasiado grande, para lo cual suele recomendarse la inducción del parto antes de la semana 40 de gestación o programarse una cesárea.

Ninguna mujer se encuentra exenta de padecer esta enfermedad. En tu caso, serías más propensa si:

  • Si la has tenido en embarazos anteriores
  • Si tienes más de 35 años
  • Si sufres sobrepeso
  • Si eres de ascendencia africana, indígena e hispana/latina
  • Si tu bebé anterior pesaba más de 4 kilos
  • Si alguno de los miembros directos de tu familia tiene diabetes de tipo 2
  • Si alguno de los miembros directos de tu familia tuvo diabetes gestacional
  • Si has tenido hijos mortinatos a causa de alguna anomalía
  • Si padece de hipertensión arterial
  • Si tiene demasiado líquido amniótico

Síntomas y diagnóstico

Puedes saber si padeces de esta anomalía si presentas alguno de los primeros síntomas. Si es así, te recomendamos que acudas a un especialista que sabrá aconsejarte al respecto.

  • Visión borrosa
  • Fatiga
  • Orinado de forma frecuente
  • Aumento excesivo de la sed
  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida de peso

Una vez que te la diagnostican, deberás medirte de forma periódica el nivel de azúcar en la sangre. Esto se hace punzando el dedo índice y colocando una gota de sangre en el aparato especializado para realizar la lectura de la glucosa.

En lo que respecta al tratamiento, debes saber que muchas mujeres pueden controlar sus niveles de azúcar siguiendo una dieta casi absolutamente libre de azúcar.

De todas formas, esto no es suficiente para todas; algunas, tendrán que recurrir a las inyecciones de insulina (por lo menos dos veces al día). Si es tu caso, no te preocupes. En el hospital te enseñarná cómo comprobar tus niveles y cómo ponerte las inyecciones tú misma. Si lo haces de forma comprometida, no tiene por qué surgir ningún inconveniente.

No es cierto que las mujeres que padecen diabetes o la cogen durante el embarazo sí o sí vayan a tener problemas o a gestar bebés con problemas. Si la diabetes se controla cuidadosamente, con el tocólogo o el médico especializado, el resultado puede ser bueno.

Tratamientos y controles

En lo que respecta a la medicación, necesaria en casos en que una alimentación especial no sea suficiente, puede consistir en dosis de pastillas o inyecciones. Sus efectos son la disminución del azúcar en la sangre. Hasta ahora, la investigación indica que pueden usarse sin riesgo durante el embarazo.

La insulina que se inyecta es similar a la que produce nuestro organismo, exceptuando que es desarrollada en laboratorios.

En cuanto a las pastillas, existen dos tipos para tratar la diabetes gestacional: la gliburida (que ayuda a aumentar la cantidad de insulina en el cuerpo) y la metformina (que bloquea la elaboración de glucosa en el hígado).

Cualquiera sea tu caso necesitarás de una receta para poder adquirir cualquiera de ellas, la que podrás obtener después de hacerte las pertinentes pruebas, por parte de tu médico.

Anomalía temporal o permanente

El momento del embarazo en el que se detecta es durante el segundo trimestre. Generalmente, se realiza la prueba entre el quinto y el sexto mes. Dicha prueba consiste en un examen de azúcar en la sangre.

Las mujeres tenemos un 50% más de posibilidades de contraer diabetes que los hombres y además altos riesgos de contraerla durante el embarazo. Es decir que, muchas mujeres en quienes no se había despertado la enfermedad, comienzan a padecerla durante uno de sus embarazos.

En algunas casos se dice que son mujeres diabéticas en potencia (sus padres o hermanos la padecen o han tenido un bebé anteriormente con sobrepeso), otras mujeres simplemente la desarrollan sin que existan razones claras para que esto ocurra. En algunos casos la enfermedad es solo temporal, en otros permanece para el resto de la vida, convirtiéndose en una enfermedad crónica.

De hecho, muchas de ellas tendrán diabetes tipo 2, una vez terminado el embarazo. Aunque esto podría prevenirse con un exhaustivo control del peso durante la gestación. De todas formas, es recomendable que se realicen las pruebas de diabetes tipo 2, una vez hayan dado a luz y durante un largo período.

Diabetes tipo 2 después del parto

Generalmente la diabetes gestacional desaparece después del parto, cuando el azúcar en la sangre vuelve a su normalidad. De todas formas, una vez que se la ha padecido las probabilidades de sufrir de diabetes tipo 2 aumentan.

Según las estadísticas, desarrolladas por la Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención Médica, 60 de cada 100 mujeres que han tenido diabetes gestacional desarrollan la segunda. A su vez, es más probable aún en mujeres que han aumentado mucho el peso durante el embarazo.

Sin embargo, debes saber que existen algunas medidas que pueden ayudarte a reducir este riesgo. Éstas son:

  • Mantener un peso estable
  • Llevar una dieta sana
  • Hacer ejercicio y mantenerte activa
  • Realizarse de vez en cuando las pruebas de azúcar en la sangre

Consecuencias de la diabetes gestacional

En el caso de las mujeres que ya padecen la enfermedad, ésta puede provocar ciertas complicaciones, haciendo que los riñones funcionen peor o trayendo consecuencias oculares, entre otras posibles afecciones derivadas.

Entre las afecciones que la enfermedad puede tener para el bebé puede destacarse problemas cardíacos y óseos; aunque se sabe que un buen control durante el primer trimestre puede reducir considerablemente estos problemas.

Al nacer, cuando se le corta de repente el suministro de glucosa, el bebé experimenta una repentina baja de azúcar en sangre mientras que la producción de insulina continua igual. So no se trata, esto causa una profunda hipoglucemia (carencia de glucosa en la sangre), que puede acabar en coma y la posterior muerte. No obstante, en una buena consulta prenatal esta situación nunca se produce.

En el bebé uno de los problemas más frecuentes es la macrosomía. Significa que el bebé crece demasiado (9 libras o más) y, además de ser perjudicial para él (problemas para respirar al nacer o niveles de azúcar en la sangre demasiado bajos), puede provocar severas complicaciones durante el parto.

Si los niveles de azúcar en la sangre de la madre suben mucho, el azúcar puede atravesar la placenta y convertirse en grasa, músculo y órganos demasiado grandes. El resultado es un feto con exceso de peso; produce grandes cantidades de insulina para afrontar los los niveles de azúcar.

Un bebe prematuro de una madre con diabetes puede ser propenso al síndrome de dificultad respiratoria, porque la diabetes impide que los pulmones del bebé produzcan el surfactante que necesitan para respirar. Si no hay complicaciones, como presión alta o desproporción pélvica, y la diabetes se mantiene controlada, incluso puede pensarse en un parto vaginal.

De todas formas, la mayoría de los especialistas propone un parto inducido en la semana 38 para evitar que el bebé crezca demasiado

Formas de evitar complicaciones

Si tienes diabetes de tipo 1 o 2, y estás pensando en quedarte embarazada, debes saber que es importante que realices una consulta prenatal especializada, en la que te vea un tocólogo y un especialista en esta dolencia.

También es conveniente que consultes con un dietista, una enfermera especializada y una comadrona. Te harán ecografías adicionales en las semanas 28, 32 y 36 para asegurarse el normal crecimiento del feto, pero puede que te las haga más a menudo su existiera algún motivo de preocupación.

Si ya se te ha diagnosticado la diabetes gestacional debes saber que puedes tener una buena perspectiva, siempre y cuando tu diabetes sea vigilada de cerca durante todo el embarazo, para ello es importante:

  1. Hacerse el análisis completo de diabetes antes de quedarte embarazada y comenzar a tomar 400mcg de ácido fólico a diario
  2. Consultar con tu médico la posibilidad de recurrir a la insulina antes de quedarte embarazada, ya que la mayoría de las exigencias del embarazo podrían requerir su prescripción
  3. Cuidar al máximo tu alimentación durante los 9 meses de embarazo y la lactancia.

Por otro lado, y aunque no parezca novedoso, es importante señalar lo mucho que ayudaría a la salud de una mujer con diabetes gestacional la realización de ejercicios diarios y el tener una vida saludable. Las actividades más recomendadas son caminar y nadar. Además, deberá seguir una dieta especial para diabéticos y cumplirla rigurosamente. La misma se basa en tres reglas básicas:

  1. Consumir tamaños fijos de raciones
  2. Ingerir alimentos variados (frutas, verduras, cereales de grano)
  3. Limitar el consumo de grasas a menos de 30 por ciento por día.

Para terminar, te recordamos que nada es tan imposible de sobrellevar si tomamos las decisiones correctas, por lo que te recomendamos que no te alarmes. Si sigues los consejos de tu médico y realices un control adecuado de tu diabetes, puedes tener un embarazo fantástico y disfrutar de él como lo hubieras hecho en otra situación.

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