Recomendamos leer este artículo antes de que llegue el momento de ponerlo en práctica. Recuerda lo importante que es estar bien informada con mucho tiempo de antelación a fin de saber exactamente qué hacer, cuándo y cómo hacerlo.

Dicho esto pasamos a contarte cuáles son las 5 cosas que debes hacer el día que rompas bolsa. También podría servirte si conoces a alguien que esté embarazada y te encontraras cerca de ella cuando esto ocurriera.

1. Comprobar que efectivamente se han roto las membranas
2. Realizar la prueba que te recomendamos más abajo
3. Evadir los miedos de que te induzcan al parto, intentando pensar solo en el bien del bebé
4.  Acudir a tu hospital o llamar a tu comadrona para disponerlo todo para el alumbramiento
5. Mantener la calma e intentar obrar con cautela

A continuación te lo contamos todo acerca de la ruptura de bolsa.

Fuga de líquido amniótico

El líquido amniótico es una solución acuosa que rodea al feto durante los nueve meses de gestación. Funciona como un colchón que protege a la criatura. A su vez, este líquido se encuentra contenido por unas membranas de tejido que reciben el nombre de saco amniótico. Normalmente, estas membranas se rompen al final de la primera etapa del trabajo de parto; y, cuando ese suceso tiene lugar, se dice que la mujer “ha roto fuente / aguas / bolsa”.

En algunos embarazos sucede que esta ruptura se desarrolla antes del tiempo previsto; antes de que comience el trabajo de parto. En este caso se denomina ruptura prematura de membranas (RPM). Cuando ocurre, el parto es inminente y, si bien puede retrasarse hasta unas 48 horas, ya no hay vuelta atrás.

Es importante señalar que, por lo general, la ruptura temprana se realiza con poco tiempo de antelación al parto; sin embargo, en ocasiones tiene lugar antes de la semana 37. Y, cuanto más temprano se da, más riesgos entraña para la madre y el bebé.

¿Por qué se produce la ruptura prematura de membranas?

Aunque, en la mayoría de los casos no se conocen las causas, existen factores claros de riesgo para que tenga lugar esta ruptura. Entre los mismos podemos mencionar:

• Infecciones en el útero o la vagina
• Mala alimentación
• Excesivo estiramiento del saco amniótico (si hay demasiado líquido o más de un bebé ejerciendo presión)
• Consumo de tabaco
• Previas cirugías o biopsias en el cuello uterino
• Anteriores rupturas prematuras de membranas

Una pregunta que suele surgir en las consultas prenatales es: ¿Se puede evitar la rotura de la bolsa? Y debes saber que hay dos factores que pueden acelerar el proceso, provocando la rotura temprana de las membranas.

• El miedo frente al parto que se acrecienta en las últimas semanas genera una gran predisposición a que se rompa la bolsa.
• La escasa ingesta de Zinc que toma la mujer embarazada. En caso de que hayas tenido previos embarazos con rotura de bolsa amniótica es recomendable que en el actual ingieras una mayor cantidad de este suplemento, para evitar que te ocurra lo mismo.

Comprobar que se han roto las membranas

Te darás cuenta de que se ha producido la rotura de la membrana porque notarás un líquido claro que sale por tu vagina. Puede que se produzca de forma brusca y que notes que tu ropa es mojada por el líquido amniótico (indicio evidente del hecho) o que salgan apenas unas gotitas que no te permitan diferenciar bien qué es lo que ocurre (a veces nos confundimos porque pensamos que es una fuga de orina).

Si vas al hospital, te realizarán una prueba que permite distinguir entre ambos líquidos que, a simple vista se parecen mucho.

Si deseas diferenciarlas en casa deberás tener en cuenta tres aspectos que los vuelve diferentes:

• El olor: el líquido amniótico huele de forma semejante al semen. La orina tiene un olor más intenso y característico.
• El flujo: el líquido amniótico tiene una consistencia más cremosa y pegajosa que la orina.

Cómo darte cuenta de que has roto aguas

Debes saber que es sumamente importante saber de cuál de los dos líquidos se trata para poder actuar en base a eso. Para descubrirlo puedes hacer lo siguiente:

1. Siéntate en la taza del inodoro y orina.
2. Coloca una toalla pequeña o papel (mejor si no es una compresa porque te impedirá notar la humedad) y te subes las bragas.
3. Respira tranquilamente un par de veces.
4. Inspira y mantén el aire en los pulmones mientras aprietas el abdomen con las manos. (Repite esta operación alrededor de 5 veces y espera 30 minutos).
5. Quita la toalla y obsérvala. Si está mojada es evidente que la bolsa amniótica está rota, de lo contrario puede tratarse solamente de una mínima fuga de orina.

Las razones por las que se produce la rotura temprana de la membrana pueden ser varias, la más delicada es el inminente riesgo de una infección del líquido amniótico. Es por eso que te recomendarán acudir al hospital de urgencia, para tratarte con todo el instrumental necesario para este momento y procurar que tu bebé nazca saludable.

Ante el temor a que te induzcan al parto debes plantearte las razones por las que se te aconseja hacerlo. Si existiera una infección en e líquido amniótico, podría significar que tu bebé corre peligro; por eso, los médicos no esperarán mucho tiempo desde que llegas con la membrana rota hasta que, si no hay cambios en tu comportamiento, te induzcan al parto.

No obstante, algunas veces, las mujeres que llegan con la membrana rota, consiguen alumbrar naturalmente sin tener que pasar por el proceso que la inducción al parto requiere. Estos casos presentan características muy particulares que los vuelven menos riesgosos.

• El líquido es de color claro
• La madre no tiene fiebre (en esta última etapa es recomendable tomarse la temperatura cada 8 horas y acudir inmediatamente al hospital si supera los 37°C)
• Si los movimientos del bebé son normales
• Si no se han realizado exploraciones vaginales (cuando se lleva a cabo una exploración se arrastran gérmenes desde la vagina hacia el interior y esto podría traer como consecuencia una infección).

Si notas que el líquido amniótico es de color verdoso posiblemente se deba a que hay en tu interior una sustancia conocida como meconio, la cual indica una clara infección uterina que deberá ser tratada por los médicos de tu hospital.

Elige a tu comadrona y confía en los médicos

Si has roto bolsa es importante que consultes con tu médico inmediatamente para que te vea. Y, si se confirma la ruptura prematura, es probable que te pidan que permanezcas en el hospital hasta que nazca el bebé.

Naturalmente desde el momento en el que se rompe la membrana hasta que comienza el parto pueden pasar desde 24 hasta 48 horas; sin embargo, los protocolos hospitalarios recomiendan (y es lo que se hace en la mayoría de los hospitales) la inducción inmediata. O a lo sumo esperar hasta las 12 horas y si no ha tenido lugar el comienzo del parto se procede a inducirlo. Este tiempo de espera se acorta generalmente porque al realizarse el tacto vaginal pueden depositarse gérmenes en el interior del útero, lo que vuelve más importante el comienzo del parto cuanto antes (como mucho deben dejarse pasar 12 horas).

De acuerdo al momento del embarazo en el que tiene lugar la ruptura la manera en la que operarán los especialistas será diferente.

• Si sucede después de la semana 37
  Tu bebé ya está listo para nacer por lo que entrarás en el trabajo de parto. Cuanto antes lo hagas mejor será, para evitar que se desarrolle una infección.Si lo deseas, y tu médico lo considera recomendable, puedes esperar un corto tiempo por si comienzas con el trabajo de forma espontánea. Si esto no sucede dentro de las siguientes 24 horas, deberán inducirte el parto a través de medicamentos. A veces, esto se considera más aconsejable.
• Si sucede entre las semanas 34 y 36
  Es más seguro inducir el parto y que el bebé nazca antes de tiempo que arriesgarse a que la madre contraiga una infección. Y, en caso de que la inducción no dé los resultados esperados, es posible quese realice una cesárea para asegurar el bienestar de ambas partes.
• Si sucede antes de la semana 34
  Estos son los casos más delicados. Es posible que si no existen señales de infección, el médico retrase el trabajo de parto y te recomiende hacer reposo absoluto. Mientras tanto, administrarán esteroides para que los pulmones del bebé crezcan deprisa y antibióticos para evitar una infección en el cuerpo de la madre.Una vez se considere que los pulmones del bebé han crecido lo suficiente, se induce al parto. En este caso tendrás un bebé prematuro pero con los recursos que existen en los hospitales no habrá nada que temer.

Mantener la calma y ser previsora

Recuerda que es muy importante que mucho antes de que te llegue la hora de dar a luz; en lo posible poco después de confirmar que estás encinta, escojas el grupo de especialistas que te acompañarán.

Tener una doula cerca durante estos nueve meses es tan importante como tener un médico clínico, porque ella te ayudará a enfrentar cada momento del embarazo de la mejor manera posible, acompañándote y cuidando de tu bebé. Además, estará presente durante el parto (sobre todo si decides dar a luz en casa) para ayudarte a traer a tu bebé al mundo.

Algunas mujeres temen ir inmediatamente al hospital cuando rompen bolsa porque no saben cuánto tiempo se demorará el bebé en salir desde entonces; y, como en muchos lugares pasadas las 12 horas de espera se las induce al parto, temen que les ocurra esto.

Lo ideal es que no hagas caso a tus temores y confíes totalmente en el grupo de especialistas que has escogido. Quienes sabrán ayudarte y procurarán que todo salga lo mejor posible. Si sigues todos estos consejos y te mantienes informada y calmada, seguro que todo irá de maravilla.