Nuestro color de ojos, la forma de nuestra boca, el tipo de cabello que tengamos, incluso ciertos estos pueden ser un legado de nuestros padres. Y gracias a esos aspectos (o lamentablemente, según la circunstancia) es que las personas que nos conocen pueden decirnos “Eres el calco de tu madre” o “Tienes la misma mirada que tu abuelo“. Es la magia de la herencia. No obstante, también muchas de las enfermedades que nos afectan tienen una raíz hereditaria.

Cuando te quedas embarazada comienzas a plantearte tus hábitos a fin de evitar que interfieran en el crecimiento eficaz de tu bebé. Pero no todo lo que tiene lugar durante la gestación está relacionado con tu forma de cuidarte, muchas cosas no puedes manejarlas. Por eso es recomendable que indagues en la historia clínica de tus familiares a fin de conocer a qué complicaciones puedes haber heredado de ellos y puedas trabajar por evitarlas.

En este artículo te contamos 7 cosas que los estudios han demostrado que pueden transmitirse a través de los genes.

1 – Náuseas Matutinas

Si tu madre o alguna de tus hermanas te cuentan que han tenido molestias como las náuseas matutinas durante el embarazo, lo ideal es que te prepares para que te ocurra lo mismo.

No obstante, esto no significa que vayas a tener un embarazo agobiante. No, si tomas las decisiones correctas; si te preparas para soportar con paciencia ciertas molestias y tomas medidas preventivas.

Ante las náuseas lo que puedes hacer es tener una buena provisión de galletas saladas y barritas de cereales. Una buena forma de evitarlas es manteniendo siempre algo de comida en el estómago, lo cual disminuirá las posibilidades de sufrirlas.

Además, puedes conversar con tu médico acerca de la posibilidad de tomar suplemento B6, sumamente eficaz para tratar dolencias estomacales y prevenir los vómitos.

2 – Aborto Espontáneo

Es difícil determinar si sus causas pueden ser hereditarias ya que es muy alta la tasa de mujeres que han tenido un aborto espontáneo; por ende, sería muy difícil que en una familia no apareciera un caso de este tipo de complicaciones. Muchas veces, ni siquiera quien lo sufre lo sabe porque tiene lugar en un tiempo tan temprano que ni se nota.

Que muchas mujeres hayan tenido uno no significa que sí o sí vayas a tener uno; también son muchas las mujeres que no lo padecen. Lo que sí significa, es que aún si tu madre ha tenido uno tus probabilidades de sufrirlo son las mismas que si no lo hubiera sufrido.

De todas formas, existen casos de abortos espontáneos que sí son hereditarios, como es la anomalía cromosómica llamada translocación equilibrada. Por eso, indagar sobre las causas que llevaron a que esa circunstancia tuviera lugar, puede ayudarte a conocer mejor tus probabilidades de tener o no uno.

Te recomendamos que converses con tu médico acerca de las circunstancias en las que tuvo lugar el de tu madre, porque posiblemente él pueda detectar alguna causa que haya podido ser determinante de que aconteciera. Y, de este modo, podría ayudarte a prevenir esa causa que, podría derivar en un aborto.

3 – Diabetes Gestacional

Cualquier caso de diabetes en tu familia puede ser determinante para que contraigas la diabetes gestacional (un exceso de azúcar en la sangre durante el embarazo).

Si hay casos de diabetes tipo 2 o gestacional en tu familia, eres una de las candidatas favoritas para tener esta enfermedad; aunque el destino nunca está del todo determinado.

Según lo revelan numerosos estudios clínicos, la mayor causa de todos los tipos de diabetes es el factor genético (se transmite de padres a hijos). Y, aunque en tu familia no exista un caso puede que aún no se haya detectado, por lo que lo ideal es que te realices las pruebas pertinentes a fin de saber con tiempo a qué debes atenerte.

Si ya te la han diagnosticado o si tienes posibilidades genéticas conocidas de padecerla es recomendable que tomes ciertas precauciones para evitar contraerla o afrontarla con la mayor salud posible. Algunas de las medidas que puedes tomar son:

• Mantenerte en un peso saludable
• Realizarte los controles pertinentes
• Alimentarte de forma sana y equilibrada
• Hacer ejercicio regularmente durante todo el embarazo

4 – Bebés Grandes

Si bien tu tamaño y el de tu pareja son determinantes de lo grande que puede ser el bebé de ambos en el nacimiento, no es la única causa. Otro de los factores que puede ayudar a predecir el tamaño que tendrá el bebé, es el que tenían ustedes al nacer y la cantidad de bebés grandes al momento del nacimiento que haya en cada familia.

Definitivamente, aunque esta eventualidad tiene una raíz generalmente hereditaria, puede alentarse más si la madre es de edad madura o si sufre alguna enfermedad crónica, como diabetes. En muchos casos, los bebés de gran peso han sido sobrealimentados en el útero y tienen ciertos riesgos de salud.

No se trata únicamente de evitarte un parto doloroso, sino también de intentar que tu hijo venga al mundo todo lo sano que sea posible. Por eso, aún si no hay casos de bebés grandes en tu familia, la forma en la que puedes colaborar para que tu hijo nazca con el peso ideal es alimentándote adecuadamente y asegurándote de tener una atención prenatal adecuada que te permita saber constantemente cómo se encuentra tu hijo y qué puedes hacer por mejor su salud y la tuya.

5 – Partos Atrasados

Si tú llegaste al mundo dos semanas después de la fecha estipulada para el parto, posiblemente tu bebé también lo haga. No obstante, esto también puede depender de las causas que te llevaron a ti a nacer más tarde, las cuales si no se cumplen esta vez, puede que tampoco lleven a tu bebé a atrasarse.

De todas formas, debes tener en cuenta que antiguamente las ecografías no eran tan precisas como ahora y que, a lo mejor tu madre no llevaba correctamente la cuenta de los días de embarazo. Tú tienes a tu favor que en la actualidad es muy fácil conocer el tiempo de gestación y saber si el bebé va a atrasarse o si por el contrario, llegará en fecha.

6 – Partos Prematuros

Los partos prematuros también tienen una conocida raíz hereditaria; pero esta se encuentra enlazada con otras complicaciones por lo que, para saber si tu caso será igual que el de tu madre, lo mejor es conocer las razones que la llevaron a ella a dar a luz antes de tiempo e intentar que a ti no te ocurra lo mismo. Un buen seguimiento prenatal es la mejor manera de prevenir este tipo de circunstancias.

De todas formas, debes saber que si uno de los miembros de tu familia entró en trabajo de parto de forma prematura, lo mejor es esperar que te ocurra lo mismo.

Tienes que informar a tu médico sobre este aspecto de la vida de tu familia para que él intente encontrar las causas de dichos adelantos y estudie tu caso de cerca para alertarte acerca de las formas en las que puedes evitar que te ocurra lo mismo. Posiblemente, te aconseje que se tome la medida de la longitud del cuello del útero de forma periódica, cuyos cambios podrían avisar con antelación de un riesgo de parto prematuro.

7 – Partos Complicados

También las complicaciones en el parto pueden ser hereditarias. Es decir que si tu madre o alguna de tus hermanas han pasado por un alumbramiento largo y doloroso, posiblemente a ti te espere lo mismo.

Si el caso de tu madre ha sido un duro trabajo de parto como consecuencia de poseer una pequeña pelvis que dificulta o imposibilita el parto vaginal, y el suyo ha terminado en cesárea; es conveniente que lo consultes con tu médico, porque si tu caso es similar es mejor planificar una cesárea con antelación que exponerte a un intenso y difícil trabajo de parto que sin remedio deberá terminar en una intervención.

Conocer la historia de tu madre y las razones que la llevaron a tener un trabajo complicado, puede ayudarte a impedir que te ocurra lo mismo, tomando la decisión que mejor te satisfaga.

Debes saber, sin embargo, que son muchos los factores que influyen en el tipo de trabajo de parto, entre los que pueden mencionarse, la posición del bebé (si está de cabeza o de nalgas), y el tamaño que tenga.

Como ves, son muchas las cosas que pueden heredarse de la familia: buenas y malas, incluyendo las costumbres. Por lo tanto, lo ideal es conocer las causas que llevaron a que determinadas circunstancias tuvieran lugar para poder actuar con antelación e impedirte situaciones semejantes en tu embarazo.