La gestación es una etapa en la que deberás doblar tu atención sobre el cuidado de tu cuerpo, porque muchos problemas mínimos para ti pueden ser sumamente perjudiciales para el feto. Por eso, es fundamental que lleves un control sobre aquellas dolencias que te afectan (crónicas o no) e intentes cuidarte al máximo para evitar cualquier complicación en tu salud que pudiera repercutir en la vida de tu hijo.

En este artículo te contaremos cómo tener un embarazo saludable si tienes alguna dolencia cardíaca y te hablaremos sobre las enfermedades congénitas en el corazón, para que estés preparada para cualquier eventualidad que pudiera surgir en estos nueve meses.

Cuidado preconcepcional

Como ocurre con cualquier otra dolencia, si tienes problemas del corazón es fundamental que antes de tomar la decisión de quedarte embarazada consultes con tu especialista para saber qué consecuencias puede traerte la gestación en tu enfermedad.

En algunos casos la única precaución que debe tomarse es la de administrar antibióticos a la madre durante el parto para impedir que contraiga una infección cardíaca; pero en otras situaciones, el embarazo puede poner en riesgo la vida de la madre. Por eso es fundamental que sea un médico quien lo determine y recomiende o no la gestación en cada caso en particular.

Si has padecido una enfermedad cardíaca reumática, probablemente llevarás una válvula artificial. En este caso, el principal problema del embarazo es controlar la anticoagulación. Posiblemente estés tomando warfarina que evita que se formen coágulos en el corazón en torno a la nueva válvula. Debes saber que este medicamento tan útil y necesario para ti, puede ser altamente nocivo para el bebé entre las semanas 6 y 14 de embarazo.

Seguramente, tu médico te aconsejará cambiarlo por un preparado de heparina (otro anticoagulante que se administra a través de una inyección diaria). En algunos casos, los especialistas optan por la heparina hasta el final del embarazo; otros la recomiendan solo durante la 6 y la 14 semana, y después de la 36 hasta el día del parto.

Anomalías cardíacas durante el embarazo

En algunos casos, sucede con anomalías cardíacas complejas, el embarazo puede acarrear un serio peligro para tu vida. Y es realmente importante que estés al corriente de estos riesgos antes de encaminarte en tamaña odisea.

Si tú o tu pareja han nacido con alguna cardiopatía, severa o leve, deben decírselo al médico en la primera visita prenatal (mejor si lo hacen con antelación, en una visita preconcepcional). Si pese a todo, y con todas las precauciones debidas decides quedarte embarazada, no escatimes en controles ni ecografías para saber si tu bebé se encuentra libre de dicha dolencia.

Si durante el embarazo el médico detecta que tienes problemas cardíacos es probable que te recomiende que descanses mucho y que intentes no estresarte. No permitas que los miedos te lleven a un grado de nerviosismo que te cause más problemas.

Para tu alegría, te contamos que muchas mujeres que padecen enfermedades cardíacas tienen partos vaginales absolutamente normales; de hecho el trabajo de parto exige menos al corazón que el esfuerzo que debe soportar durante el tercer trimestre de embarazo. ¿Por qué? Te lo contamos a continuación.

Tu corazón durante el tercer trimestre

Durante el tercer trimestre de embarazo la producción cardíaca se dispara. Esto se debe a que tu cuerpo tiene que trabajar mucho para acomodarse al embrión en desarrollo y a la placenta y a que el índice de tu metabolismo aumenta entre el 10 y el 25 % por encima de lo normal.

El ritmo de tus latidos, que comenzó a aumentar en el primer trimestre, se acelera todavía más. Y, si bien cuando tu bebé se acomode en el canal de parto sentirás cierto alivio, esta etapa también puede traer complicaciones como hipertensión o preeclampsia. Por ende, debes estar muy atenta para detectar cualquier anomalía a tiempo a fin de tratarla correctamente.

Lo más positivo de esta etapa es que, como el parto se encuentra cerca, la atención prenatal se vuelve más frecuente. Esto permite que los médicos detecten cualquier incidente antes de que se haya convertido en un problema, y puedan prevenirlo.

Debido al impresionante esfuerzo que te exige el embarazo, es probable que tu corazón se resienta. Si sientes un repentino dolor en el pecho o una falta de aliento, no asumas que se debe al embarazo; consulta con tu médico, porque puede tratarse de un problema cardíaco.

La tasa de infartos durante el embarazo es reducida. No obstante, en los últimos años ha crecido a pasos agigantados, por lo que los especialistas recomiendan una mayor atención en este tipo de síntomas.

Las causas por las que los problemas al corazón en embarazadas han ido aumento pueden ser:

• Quedarse embarazada después de los 40
• Llevar un ritmo de vida acelerado
• Tener una mala alimentación
• Sufrir un excesivo estrés
• Consumir tabaco
• Consumir altos niveles de alcohol
• Tener un alto índice de masa corporal

Por todo esto, durante el tercer trimestre debes cuidarte especialmente. Entre las cosas que debes hacer para estar bien se encuentran:

• Descansar con los pies en alto
• Realizar ejercicios que no te sobreexijan
• Llevar una buena alimentación
• Realizar los controles pertinentes en cada fase del embarazo

Prevenir problemas cardíacos en el desarrollo del bebé

En lo que respecta a las consecuencias que tus problemas pueden acarrear sobre el bebé, cabe mencionar aquellas dificultades que se transmiten de forma hereditaria.

La estructura del corazón del bebé se desarrolla durante las 3 y las 7 semanas después de la concepción. Las cardiopatías congénitas son el grupo de dolencias más corriente que afectan a casi uno de cada cien niños nacidos. La gama de trastornos es muy amplia.

Una madre con una dolencia cardíaca congénita o que ha tenido otro hijo con esa enfermedad, tienen un alto riesgo de tener un bebé con un problema cardíaco. Cabe mencionar que muchos problemas del corazón se encuentran asociados a otro tipo de trastornos congénitos, como el Síndrome de Down.

Si reúnes las características por las que los médicos puedan sospechar que te encuentras dentro de las posibles candidatas a tener un bebé con problemas cardíacos, te recomendarán que te hagas pruebas específicas para descartar o corroborar dicha circunstancia.

Si tienes un historial de problemas cardíacos, se llevarán a cabo ecografías de forma regular durante todo el embarazo. No obstante, algunos de esos problemas no se observan en un examen con ultrasonidos, aunque se tenga experiencias: es posible pasar por alto hasta un 40% de anomalías.

En la actualidad existen diversas formas de tratar estas dolencias antes del nacimiento. Existen técnicas quirúrgicas intrauterinas que, aunque de momento son extremadamente caras, se estima que en el futuro comenzarán a ser moneda corriente y ayudarán a mejorar la calidad de vida de los futuros bebés antes de su nacimiento.

Cardiopatías más comunes en el feto

Entre las complicaciones cardíacas más frecuentes y preocupantes en la vida del feto se encuentran:

• Hidrops Fetal
  
  Se trata de un fallo cardíaco que hace que en la ecografía la piel de bebé se vea inflamada y pueden notarse restos de líquido en el pecho y el abdomen de la criatura.Sus causas pueden ser problemas específicos del embarazo (como anemia) o la presencia de un factor hereditario (incompatibilidad de grupo sanguíneo, enfermedad cardíaca de la madre).Este tipo de dolencia no siempre es tratable y muchos bebés no sobreviven a ella.
• Defecto Septal
  
  Se conoce también con el nombre de agujero en el corazón. Se caracteriza por presentar un hueco en el septum (la delgada pared divisoria entre los ventrículos derecho e izquierdo del corazón) lo que hace que los ventrículos se encuentren conectados en lugar de estar divididos.Dependiendo de su gravedad puede o no ser detectado a través de una ecografía y saldrá a la luz cuando comprometa más la vida del bebé. Sus causas pueden ser diversas, pero generalmente la aparición de esta dolencia se encuentra relacionada con otros problemas de salud del feto.Si tu bebé presenta esta circunstancia probablemente te aconsejen que des a luz en un hospital equipado para tratar esta dolencia inmediatamente después del parto; de todas formas, en algunos casos, la cirugía no es necesaria ya que el agujero en algunos casos se sella solo.
• Problemas con la salida de sangre del corazón
  
  Debido a un desarrollo defectuoso, los vasos sanguíneos no se han unido correctamente o las válvulas no están bien formadas. Generalmente estos problemas se encuentran asociados con la presencia de Hidrops Septal, por lo que deben ser atendidos rigurosamente.En este caso, la cirugía suele ser la mejor opción, aunque en el caso de las válvulas es poco probable que de resultados del todo positivos.

Sea cual sea tu caso y el de tu bebé es altamente recomendable que consultes con diversos especialistas en la materia. De este modo podrás escuchar muchas posiciones en torno a lo mismo y tomar la decisión que mejor te convenza.

Por último, te recordamos que es imprescindible que realices un plan de parto que incluya tus expectativas en torno a las diversas dificultades que pueden surgir y de qué forma deseas que se actúe en cada caso. Una buena previsión durante el embarazo, es fundamental para tener nueve meses de tranquilidad y certidumbre y un parto saludable y a término.