Los cambios hormonales y las múltiples variaciones que sufre la realidad de una mujer durante el embarazo suelen acarrear depresión.

Si bien es normal que durante la gestación experimentes profundos cambios de humor y una tristeza a veces intensa, la persistencia de estas sensaciones es motivo suficiente para buscar ayuda.

La depresión en el embarazo no es algo de lo que debas avergonzarte ni tampoco que puedas enfrentar sola. Es importante que recibas la ayuda que necesitas a tiempo ya que este problema podría derivar en otros que pondrían en riesgo la vida del bebé. Según lo manifiestan diversos estudios, la depresión durante la gestación eleva el riesgo de sufrir un parto prematuro y de padecer depresión posparto.

¿Qué es la depresión?

Según lo han revelado recientes estadísticas, 1 de cada 5 mujeres manifiesta síntomas de depresión durante la gestación. En algunos casos, sobre todo aquellas mujeres que han padecido depresión con antelación, la situación es más delicada y más urgente de tratar.

Se conoce como depresión una enfermedad que afecta el estado de ánimo de una persona y sus facultades mentales. Si la sufres sentirás que cambia tu forma de pensar y sentir y verás cosas a tu alrededor que no son del todo reales; es que esta dolencia cambia rotundamente tu forma de percibir el mundo. Los síntomas de la depresión varían de acuerdo a la gravedad de la dolencia.

En el caso de las personas que sufren de depresión mayor, esta dolencia afecta totalmente sus habilidades para trabajar, estudiar y realizar cualquier acción de su vida normal. A veces se presenta en situaciones específicas como después de una experiencia traumática. Otras personas sufren crisis con cierta frecuencia que les impiden mantenerse estables.

La Distimia es una depresión más leve que afecta a muchas personas; no les impide realizar una vida normal, pero tampoco se sienten a gusto con ellos mismos y con la vida. Estas personas suelen tener períodos de depresión mayor.

Durante el embarazo, la depresión puede poner en riesgo la vida de la madre tanto como la del bebé. De todas formas, se sabe que un buen tratamiento de psicoterapia puede ayudar muchísimo a superar esta etapa; aunque en algunos casos también es inevitable recurrir a ciertos medicamentos que mengüen la sensación de malestar y alivien el vacío que gobierna la vida de estas mujeres.

La depresión no es una enfermedad cualquiera, pese a que es más común cada vez, sus consecuencias en la vida de una persona pueden ser serios. En las embarazadas, dichas consecuencias pueden ser ciertamente perjudiciales tanto para ellas como para la vida del bebé. Entre los problemas que acarrea se encuentran:

• Incapacidad para cuidar eficientemente del bebé
• Atención prenatal ineficaz
• Preeclampsia
• Aumento de peso insuficiente debido a los hábitos alimenticios inadecuados
• Problemas de gestación como consecuencia de las automedicaciones
• Suicidio
• Incapacidad para establecer un vínculo afectivo con sus hijos

Consecuencias en la vida del feto

La depresión puede manifestarse a través de múltiples síntomas. Generalmente las mujeres que lo padecen se sienten decaídas y tristes y estos síntomas persisten durante más de dos semanas (entonces, sabemos que no se trata de un cambio de humor pasajero y es indispensable acudir a un especialista). Algunas de las cosas que podrás experimentar son:

• Dificultad al dormir (y dormir más tiempo del necesario)
• Falta de interés por las cosas que antes de gustaban
• Sentimientos de culpabilidad que te generan angustia
• Pérdida de energía (te sentirás cansada aunque sepas que no es razonable)
• Dificultad para concentrarte
• Cambios rotundos en el apetito
• Ideas o pensamientos suicidas (si has tenido episodios previos similares comparte lo que te ocurre con urgencia)

Los bebés nacidos en tales circunstancias manifiestan una actitud notablemente irritante, se muestran menos activos y atentos que otros bebés y tienden a tener un bajo peso; además, muchos de ellos nacen de forma prematuro y acarrean otra serie de problemas derivados de este embarazo mal terminado.

Terapias alternativas para tratar la depresión

Una de las alternativas para tratar la depresión durante el embarazo es la terapia cognitiva. Gracias a la ayuda del terapeuta, podrás descubrir por qué los cambios de esta circunstancia te están afectando tanto y te ayudará a cambiar tu concepción respecto a la maternidad, sobre todo esas cuestiones negativas e irreales que hacen que te angustia tanto.

A través de la terapia interpersonal, conseguirás poner en palabras tus sentimientos de una forma eficiente y saludable y podrás descubrir cuáles son tus verdaderas necesidades emocionales.

Debes tener en cuenta que durante el embarazo comienza a crecer una parte de ti que desconocías lo cual suele ser un poco chocante para las madres. Gracias a la terapia, podrás entender esas nuevas necesidades e intentar atenderlas de forma eficiente. Según lo han mostrado diversos estudios, esta terapia puede mejorar muchísimo el estado de ánimo de las embarazadas deprimidas.

Otra terapia alternativa que suele funcionar es la acupuntura. Se trata de una terapia de la medicina china que consiste en atravesar finas agujas sobre puntos específicos del cuerpo del paciente. Este tratamiento estimula la liberación de químicos y endorfinas que generan una sensación de bienestar que puede modificar rotundamente el estado de ánimo del paciente. Terapias similares a esta y también sumamente recomendadas para tratar la depresión durante el embarazo son yoga, tai chi y masajes específicos para el estado de la paciente.

Cuando sí o sí se necesitan fármacos

A veces la depresión no puede combatirse de otra forma que no sea utilizando fármacos, aunque se recomienda que durante la gestación no se recurra a ellos para preservar todo lo posible la vida del bebé; por tanto, lo ideal en esta etapa es buscar tratamientos alternativos.

Sin duda, las terapias de grupo son una excelente alternativa para tratar los desequilibrios mentales. Poner en palabras lo que te ocurre frente a otras personas a las que les ocurra algo similar puede serte de mucha ayuda. En muchos casos, las mujeres no necesitan más tratamiento que este.

En lo que respecta a la medicación. Existen múltiples tratamientos pero algunos no son recomendables durante la gestación, por eso es primordial que si estás embarazada se lo hagas saber a tu médico a fin de que busque una alternativa que no sea perjudicial para bebé y te permita mantenerte estable.

Aquellos medicamentos a base de hierbas medicinales, suelen ser sumamente efectivos durante el embarazo. De hecho, según lo demuestra un estudio realizado por el Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alternativa, la hierba de San Juan es ideal para tratar la depresión leve y moderada. De todas formas, como en todo lo referente a tratamientos de salud durante el embarazo, es necesario que hables con tu médico antes de consumir cualquier cosa, puesto que dependiendo de cada caso es recomendable o no el uso de ciertos medicamentos.

Los fármacos que debes evitar

El peligro de los antidepresivos durante el embarazo es que, cualquier medicamento, puede resultar teratogénico; es decir, que puede provocar daños físicos y psíquicos en el feto. Cuando un medicamento atraviesa la barrera de la placenta no hay forma de proteger al bebé de sus efectos.

Los antidepresivos, al poseer un peso molecular tan bajo, pueden cruzar fácilmente dicha barrera y, en muchos casos, pueden provocar malformaciones congénitas, entre otras consecuencias. De todas formas, a veces es inevitable recurrir a estos medicamentos, por eso lo ideal es que los médicos tengan en cuenta una serie de cuestiones que los ayuden a escoger aquellos que mejor se adecuen a la situación de su paciente:

• Antidepresivos tricíclicos (AT) (amitriptilina, imipramina y nortriptilina) son los más recomendados en el embarazo porque presentan menores riesgos para el feto que otros antidepresivos.
• Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS) (paroxetina, venlafaxina) se encuentran asociados a un mayor riesgo de hipertensión pulmonar en el feto; sobre todo si se administran después de la 20ª semana de gestación. La paroxetina se encuentra además asociada con problemas cardíacos en el feto y la Venlafaxina con un riesgo mayor de hipertensión arterial.
• Benzodiazepinas (BZD) (sedantes, hipnóticos, anticonvulsivos): Están prohibidos durante el embarazo ya que pueden traer problemas severos en el desarrollo del feto.

¿Qué hacer si tomas antidepresivos y te quedas embarazada?

Cabe aclarar también que si sufres de depresión y te has enterado de que estás esperando un bebé es necesario que consultes con urgencia a tu médico, dependiendo del tipo de antidepresivo que tomes, será necesario cambiarlo o bajar la dosis. Por supuesto, que no debes ser quien tome la decisión de dejarlo; si lo haces puedes causarte un desequilibrio que te provoque otras complicaciones. No es bueno cortar violentamente la toma de antidepresivos.

Para terminar, te recomendamos que intentes canalizar tu angustia en actividades que te hagan sentir bien y que dediques mucho tiempo a realizar ejercicios. Además, nunca dejes de compartir lo que te ocurre con las personas que te quieren. Buscar apoyo en los seres queridos es la mejor forma de afrontar las malas etapas en general y la depresión en particular.