Soy Adolescente y Estoy Embarazada

Embarazo en la adolescencia

Embarazo en la adolescencia | Foto fotolia

Nos criamos escuchando que la vida es una bendición y la llegada de un bebé a la familia, una de las cosas más maravillosas que existen. No obstante, si eres adolescente y te enteras de que estás esperado un hijo, es posible que tu familia no lo vea de este modo y que no la pases muy bien.

Este artículo tiene como objetivo ser una ayuda para todas aquellas adolescentes que han quedado embarazadas y no saben qué hacer con semejante noticia. Y también para sus padres, a fin de que sepan cómo tratar a sus hijas y cómo enfrentar esta nueva situación que cambiará a la familia para siempre.

¿Qué es un Embarazo Adolescente?

En medicina existe un concepto conocido como embarazo adolescente, el cual se refiere a la gestación en mujeres que se encuentran en la etapa de desarrollo (entre 12 y 19 años).

Pese a que existe mucha información en torno al tema la consciencia social sobre el embarazo en la etapa de la pubertad, no es del todo suficiente para que disminuyan los índices de este tipo de embarazos. Y, aunque en los últimos años el uso de condones se ha acrecentado, todavía existen muchos sectores sociales que carecen de educación sobre los riesgos que encierra el tener relaciones sexuales sin protección.

Como en cualquier embarazo, para saber si estás embarazada conviene que te hagas una prueba, aunque si tienes los siguientes síntomas es muy posible que así sea:

  • Distensión abdominal
  • Aumento de tamaño de las mamas
  • Fatiga
  • Mareos o desmayos
  • Ausencia del período
  • Náuseas
  • Micción frecuente
  • Pruebas y exámenes

Si estás embarazada, al realizarte la prueba de embarazo en orina y de GCH en suero, te dará un resultado positivo. Es importante que compartas cuanto antes la noticia para recibir ayuda y obrar con consciencia, ya sea que deseas tenerlo como si no.

Aunque es probable que te dé vergüenza decírselo a tu madre, posiblemente sea ella la persona que mejor te pueda ayudar en estos momentos. No basta que compartas la noticia con tus amigas (si tienen tu misma edad) porque ellas tienen tanta experiencia como tú en esto de ser madres y no sabrán aconsejarte acertadamente. No obstante, tu madre ha pasado por esto como mínimo una vez antes y podrá ayudarte a tomar buenas decisiones preservando tu salud y tu integridad.

Riesgos de un Embarazo Adolescente

Sea cual sea la decisión que tomes, debes pensarla cuidadosamente analizando las consecuencias que la misma pueda acarrear sobre tu vida. Tanto si decides abortar, dar en adopción o criar al niño con ayuda de tu familia debes saber que tu vida no será la misma y que, esta experiencia te cambiará para siempre. Por eso es fundamental que pienses detenidamente cada cosa que hagas e intentes dialogar con diferentes personas que sean capaces de orientarte para tomar la decisión que te parezca más acertada.

Es conveniente que dejes que tus padres se involucren y te ayuden a decidirlo todo, incluso conversa con ellos acerca de tus deseos o no de que el padre del bebé sea partícipe activo de la llegada de ese bebé al mundo.

Un tema preocupante del embarazo adolescente es el riesgo de morbilidad. Según las estadísticas, las madres jóvenes tienen mayores probabilidades de morir durante el parto; siendo más propensas a sufrir complicaciones médicas de importante gravedad como lo son:

  • Placenta previa
  • Hipertensión inducida por el embarazo
  • Parto prematuro
  • Anemia grave
  • Toxemia

Es importante aclarar que los bebés tienen más posibilidades de nacer de forma prematura o con bajo peso. Además son comunes los casos de retraso en el crecimiento intrauterino (crecimiento inadecuado del feto durante el embarazo). Muchas veces estos riesgos se ven aseverados porque las madres tienden a manifestar un comportamiento malsano, que pone en peligro su vida y la de su bebé.

Consecuencias psicosociales

Las consecuencias de un embarazo adolescente son muchas. Es una situación que cambiará tu vida para siempre. No obstante, si quieres puedes intentar continuar con tus planes, aunque seguramente esto va a requerir más esfuerzo de tu parte. Debes saber que a las consecuencias biológicas de tu estado se agregarán otras de carácter psicosocial, relacionadas con el concepto que tu sociedad tenga en torno a la maternidad prematura. Pero esas consecuencias no te afectarán solo a ti, sino también al bebé y al papá.

  • Consecuencias Para ti (La Adolescente)

    Las mamás adolescentes suelen dejar sus estudios una vez se confirma el embarazo, lo cual reduce sus futuras posibilidades de empleos y realización personal.
    Es importante que sepas que muchos colegios sancionan este tipo de comportamientos negando la entrada a los centros de las alumnas embarazadas, pero sin ningún tipo de reprimenda para los padres. Además muchas familias o grupos de pertenencia suelen discriminar a las niñas que quedan embarazadas.
  • Consecuencias Para tu Hijo (Nacido de un Embarazo Adolescente)

    Los hijos de mamás adolescentes tienen un mayor riesgo
    a padecer enfermedades hereditarias y nacer con bajo peso.También son más comunes los casos de niños desnutridos, descuidados y que sufren abusos físicos a causa de que la frustración del embarazo no deseado se proyecta sobre ellos. Existe además una mayor incidencia de muerte súbita al momento del nacimiento.
  • Consecuencias Para tu pareja (El Padre Adolescente)

    Dada la concepción social que existe en torno a la paternidad (despreocupada) es común que estos niños no se hagan cargo de la manutención de la familia y que la madre sea la encargada de criar al bebé como madre soltera.
    Los casos en los que los varones se hacen cargo, suelen abandonar la escuela para ocuparse de la manutención de los tres. Además dado el nivel de estrés al que son sometidos, inadecuado a su edad,pueden sufrir trastornos emocionales que les impiden vivir de forma feliz la paternidad. Generalmente, terminan desistiendo y abandonan el hogar.

Teniendo en cuenta estas cuestiones y las consecuencias físicas y reales que tiene un embarazo para ti, es fundamental que obres con cautela y que te dejes ayudar por aquellos que mejor pueden aconsejarte.

La Importancia del cuidado Prenatal

Al igual que ocurre con el resto de los embarazos, el cuidado prenatal temprano es fundamental en una gestación adolescente; existen programas especializados en embarazos de este tipo que garantizan el nacimiento de bebés más sanos. Los mismos tratan de forma especial los malos hábitos de consumo en las futuras madres; haciendo hincapié en el apoyo y la ayuda para que puedan dejar el tabaco y el consumo de alcohol y de drogas.

Además les ayudan a asegurarse una nutrición adecuada, incentivándolas a concienciarse sobre la importancia y la responsabilidad que requiere el cuidado de una nueva vida. También prestan especial atención al tratamiento de las madres después del parto, brindándoles toda clase de información y apoyo en materia de maternidad y lactancia. Y, sobre todo, instándolas a protegerse de una forma eficiente, para evitar que vuelvan a quedarse embarazadas.

Si bien según las estadísticas, los bebés nacidos de madres adolescentes tienen un mayor riesgo de manifestar problemas de desarrollo, una buena atención prenatal puede evitar este tipo de complicaciones.

También las estadísticas muestran que las hijas de madres adolescentes tienen muchas posibilidades de repetir esta historia, mientras que los varones tienden a ser arrestados y a mostrar actitudes contrarias a las dispuestas por la ley. Esto se combate a través de un buen tratamiento de la niñez. De un trabajo arduo de conscienciación por parte de los adultos que forman parte de la familia, en que estas circunstancias pueden tener lugar pero que se puede hacer mucho por evitarlas. Y, finalmente, a través de un trabajo paciente y constante por prodigarles a esos niños todo lo que necesitan para ser felices y crecer en un ambiente sólido de confianza y cariño.

Ser Madre de una Madre Adolescente

En general, las madres desean que sus hijas culminen sus estudios y recién entonces planifiquen qué desean hacer con sus vidas: continuar estudiando, casarse, irse a vivir solas. Y cuando alguna de sus hijas en etapa escolar viene a contarles que está esperando un bebé, todos esos planes se derrumban.

Ante la desesperación, la primera reacción es de enojo y frustración. Si eres madre y te ha ocurrido esto, sean cuales sean las circunstancias, recuerda que tu hija tampoco lo está pasando bien. Y, si ha acudido a ti, es porque eres la única persona en la que confía. Así que, aunque te sientas molesta, decepcionada y preocupada piensa que tu hija se encuentra de forma similar, agravada por la inexperiencia en ese campo. Necesita de tu apoyo y tu comprensión. Piensa, además, que puedes conseguir que entienda mucho más las cosas si la tratas con delicadeza y empatía.

Los prejuicios sociales, el miedo y las complicaciones económicas que la llegada de una nueva vida pueda acarrear para la familia pueden ser poca cosa, si se las compara con los riesgos que supone un embarazo adolescente. Entre los cuales se encuentran posibles malformaciones en el feto en primer lugar y una disminución del rendimiento escolar, en segundo.

Es importante que sepas cómo ha sucedido. Si tu hija ha mantenido relaciones de forma consentida o si ha sido víctima de una violación. Debes saber que muchas chicas que son violadas no pueden hablar del tema, ni siquiera con su madre, por lo que con sumo tacto debes intentar acercarte a ella hasta conocer la verdad de su boca.

Recuerda que es imprescindible para ella que le demuestres tu afecto a través de comprensión y apoyo. Esto puede ser vital para evitar que se hunda en un pozo de tristeza y desesperación. No dejes de decirle a tu hija lo que piensas de lo que ha ocurrido pero jamás la juzgues. Eso podría llevarla a ponerse a la defensiva, y a que se aleje y se aísle; y, en el peor de los casos, que sufra una severa depresión o trastorno mental.

Si te mantienes cerca de tu hija y planifican juntas lo que van a hacer, tienen muchas más posibilidades de que el embarazo concluya de forma exitosa. Comparte con tu hija toda tu experiencia en materia de embarazo y crianza, busquen ayuda y aprovechen para afianzar su relación.

Es fundamental que le hagas saber aquellos hábitos que sí o sí debe abandonar: el consumo de tabaco, alcohol y drogas, reducir el consumo de cafeína, los ejercicios intensos y los malos hábitos alimenticios. Puede que te resulte sumamente difícil de conseguir, pero si no te enfadas y procuras estar cerca de tu hija, seguro que terminará por darse cuenta de que llevas razón. La paciencia y la constancia serán tus mejores armas.

Procura estar atenta a la alimentación de tu hija. Asegúrate que consuma suficiente proteínas, calcio, hierro y ácido fólico. Hazle saber que durante el embarazo las cuestiones relacionadas con la estética dejan de tener cabida; lo más importante es el desarrollo sano de la criatura.

Suele ser de mucha ayuda que las madres adolescentes reciban una ayuda psicológica particular y participen de clases prenatales con otras niñas-jóvenes, de modo que se sientan menos solas y puedan construir una red de apoyo sólido.

Es cierto, no es lo que esperabas para tu hija. Sin embargo, por mucho que grites no lograrás cambiar la realidad de tu hija. Sigues amándola, sigue siendo tu pequeña. No quieres que se sienta triste o sola, así que lo mejor es que te calmes y te acerques a ella con una mente abierta y una actitud comprensiva.

Un embarazo adolescente no es lo ideal, pero hay que asumirlo con entereza porque esas dos vidas pueden depender de tu calidez y tu presencia para desarrollarse y formarse de forma saludable.

Ayuda a tu hija a vivir este momento con felicidad, y eso te hará sentir mucho mejor con esta situación y contigo misma. Luchar contra fantasmas y cosas que no podemos solucionar solo es una forma de postergar  nuestras responsabilidades en algo que no cambiará por mucho que lo deseemos.

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