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La mayoría de los bebés nacen en buenas condiciones, gozan de buena salud y aprenden rápidamente a adaptarse al entorno. No obstante, en ocasiones surgen problemas y se necesita la intervención médica para superar dichas complicaciones. Aunque sea motivo de preocupación, la mayoría de las afecciones que aquejan a los recién nacidos se pueden tratar con éxito. En el hospital te explicarán todo con detalle.

En el artículo de hoy te contaremos cuáles son los problemas más usuales y en qué circunstancia deberías preocuparte y acudir al médico. También te ofrecemos algunos consejos para aliviar las dolencias de tu bebé.

Los Problemas Intestinales del Bebé

• Estreñimiento
  
  Aunque no es muy común, algunos bebés hacen deposiciones duras y secas y con menos frecuencia de lo normal; además de manifestar una clara dificultad para hacer de vientre. Los síntomas que presenta un bebé estreñido son vómitos y distensión abdominal que lo llevan a llorar mucho y encoger las piernitas. Muchas veces la causa está relacionada con una enfermedad en el sistema digestivo por lo que es imprescindible que los médicos le hagan los pertinentes análisis para saber qué es lo que le ocurre.El tratamiento para el estreñimiento en un recién nacido suele ser darle mucho líquido. Cuando el estreñimiento es consecuencia de cambios en la dieta, por ejemplo cuando pasan de una leche de fórmula a otra, pueden resolverse en pocos días. Pero en los casos graves, en las que aparecen heces duras y se nota dolor en la expulsión, es necesario realizar un tratamiento específico.Es importante que sepas que nunca debes darle laxantes, a menos que el médico así lo prescriba y, en tal caso, debes seguir rigurosamente sus indicaciones. Evita también darle agua azucarada. Y, si estás amamantando, cuida completamente tu dieta.
• Diarrea
  
  Se presenta en forma de heces sueltas y acuosas y en un aumento súbito en la cantidad de ellas. En general tienen color verde y huelen mal. En muchos casos, además, la diarrea viene acompañada de vómitos. La causa más común de diarrea es una infección vírica, pero en ocasiones es producida a una bacteria; en este último caso las heces pueden presentar rastros de sangre dentro.La diarrea puede ir asociada a una infección urinaria, a una infección del tracto respiratorio superior, o puede tratarse de una enfermedad más grave, en caso de que venga acompañada de fiebre. Los problemas con la alimentación pueden provocar también unas heces más sueltas. Entre otras causas de diarreas en los recién nacidos están la intolerancia a un tipo particular de fórmula láctea y al uso de antibióticos.Para cuidar bien de tu bebé puedes hervir agua y dársela a beber después de cada toma. Ten especial cuidado en que no se deshidrate, ya que en ese caso, será necesario llevarlo al hospital. Donde deberán darle líquidos que sustituyan la sal, los electrolitos y el azúcar que ha perdido. Si la causa de la diarrea es una infección bacteriana, puede que le receten antibióticos. Si se sospecha que se trata de una alergia a la leche, pueden indicarle un cambio de fórmula.Por otro lado, la diarrea causada por una infección suele mejorar al cabo de aproximadamente una semana, mas o menos. Encontrar la formula láctea adecuada suele exigir más tiempo.
• Vómitos
  
  Muchos bebés expulsan cantidades relativamente pequeñas de leche mientras comen o poco después. Pero mientras el bebé crezca y se encuentre bien, no es un tema que deba preocuparte.No obstante, si tu bebé vomita devolviendo con fuerza muchas cantidades de leche y lo hace de forma repentina, es posible que se trate de una reacción alérgica a la leche. Otras de las causas pueden ser la diarrea o la presencia de ciertos virus y bacterias.En caso de que se trate de una infección, es posible que también tenga fiebre. Si el niño tiene alguno de esos síntomas es importante que lo lleves con urgencia al médico. En el caso de que el médico sospeche de que se trate de una infección, le realizará algunas pruebas, y en caso positivo, le administrará antibióticos.Si los vómitos están relacionados con una obstrucción intestinal, le harán una radiografía y, a lo mejor, será necesario hacer una intervención quirúrgica.

Infección y Problemas Respiratorios del Bebé

• Fiebre
  
  Si el bebé tiene menos de tres meses, una temperatura superior a los 38°C podría ser preocupante. Las causas para que tu hijo tenga fiebre pueden ser muchas; una de ellas puede ser una infección que se le haya transmitido a través de la placenta o, una vez nacido, de la leche materna.Los síntomas que presenta la fiebre en un bebé son piel caliente al tacto, y señales de infección como resfriado, inapetencia y letargo.Es importante que sepas que si tu bebé tiene fiebre alta significa que le pasa algo y debes llevarlo al médico; puede ser el primer indicio de que existe un problema más serio. El pediatra lo revisará exhaustivamente y te dirá cuál será el tratamiento a seguir.
• Resfriados
  
  Reciben este nombre las infecciones del tracto respiratorio, las cuales generalmente son causadas por virus. Debes saber que los resfriados son comunes en los bebés y generalmente son ligeros y no duran más de dos días. Los más severos pueden durar varias semanas y requieren una atención especial. Los síntomas que presentará tu bebé si tiene un resfriado son: nariz obstruida, secreción nasal clarar, ojos enrojecidos, fiebre, tos, inapetencia y estornudos.No existe una cura para el resfriado, ya que los antibióticos no suelen ser efectivos contra los virus. Lo que sí puedes hacer es aliviar los efectos de la congestión. Como con la nariz obstruida a tu bebé le costará más succionar, debes darle el pecho más veces al día; intenta que tome mucho líquido, para que así se ablande la congestión.Un vaporizador o humidificador en la habitación hará que el niño se sienta más cómodo. Si le cuesta respirar, puede que el resfriado sea algo más complicado; así que para evitarte complicaciones, lo ideal es que consultes con el pediatra de inmediato.
• Estreptococos del grupo B
  Pueden causar una infección bacteriana muy grave en los recién nacidos. La bacteria se encuentra en la vagina de, aproximadamente, el 10% de las mujeres y un pequeño porcentaje de los bebés se infectan durante el parto vaginal.Un bebé que padece esta dolencia presenta síntomas de inapetencia, letargo e irritabilidad. En la actualidad, muchos médicos hacen una prueba para detectar la infección durante el embarazo. Es importante que sea detectada con precisión puesto que podría derivar en otros problemas más complicados, como meningitis.Al tratarse de una enfermedad complicada es primordial una atención urgente y eficiente. Si durante el embarazo te han hecho la prueba y ha dado positivo, es probable que te den antibióticos para reducir el riesgo de contagio. Cuando la infección es detectada en la semana después del nacimiento, el riesgo del bebé es todavía mayor y requiere un tratamiento urgente. Una mala atención podría acarrear la muerte del bebé.

Síntomas que requieren de una visita urgente al pediatra

Muchas dolencias de este tipo no son preocupantes y con una buena atención en casa y los pertinentes masajes se soluciona, pero hay casos en los que es indispensable consultar con un especialista.

Para evitarte dolores de cabeza, te diremos qué síntomas puedes considerar medianamente graves, u obligatorios de consulta. Ten en cuenta que los bebés pueden ponerse enfermos con mucha facilidad así que, saber distinguir entre una simple dolencia y un problema mayor, puede ser vital para no perder los estribos ni correr al médico por cualquier tontería.

Si tu bebé presenta los siguientes síntomas, te recomendamos visitar al pediatra.

• Palidez o tono azulado alrededor de la boca y el rostro
• Fiebre de 38°C o más
• Rigidez en el cuerpo
• Ojos enrojecidos o inyectados de sangre (segregando una sustancia blanca y pegajosa)
• Manchas blancas en torno al abdomen
• Sensibilidad o enrojecimiento en el ombligo
• Mucosidad que obstruye la nariz y que dificulta la respiración
• Diarrea (si ha hecho más de seis deposiciones con las características citadas más arriba)
• Vómitos violentos
• Rechazo a ser alimentado
• LLanto durante períodos demasiado prolongados
• Heces con rastros de sangre

3 consejos para aliviar a tu bebé

Si tu bebé se encuentra inquieto; si sospechas que le duele el vientre porque no para de llorar, te recomendamos que le brindes una buena sesión de masajes, los miemos pueden reconfortar muchísimo a un bebé con estas dolencias.

A continuación te diremos cómo hacerlo, pero antes asegúrate de que la habitación donde vayas a darle el masaje tenga una agradable temperatura y no haya corrientes de aire.
Ahora, manos a la obra.

1. Masajea en sentido descendente, con una mano después de la otra, por el lado derecho del abdomen, desde la parte media entre la cadera y la costilla inferior hasta por debajo del ombligo. Haz lo mismo en el lado izquierdo.
2. Coloca la mano en forma ahuecada y masajea suavemente el vientre del pequeño de lado a lado. No empujes hacia abajo porque se tensará y pensará que se trata de un juego.
3. Con la mano ahuecada, dale un masaje circular en la barriga, siguiendo la dirección de las agujas del reloj, de tu izquierda a tu derecha. Si el vientre del bebé está duro, hazle cosquillas suavemente, para que se relaje, antes de comenzar.

Y ante todo ten presente que el organismo de tu bebé es poco resiste a los virus e infecciones que circulan por el ambiente, así que procura evitar lugares muy concurridos e intenta mantenerlo alejado de personas que pudieran estar resfriadas o padeciendo los efectos de algún virus y bacteria.

Y, por supuesto, también cuida muy bien de ti puesto que si coges un resfriado o gripe, podrías contagiar a tu bebé a través de la leche. Si tomas estas precauciones y no dejas pasar mucho tiempo entre visita y visita al pediatra, podrás tener la situación bajo control y disfrutar de un bebé absolutamente sano y feliz.