Beneficios de la leche de fórmula | Derechos fotolia

Amamantar puede ser una grata experiencia. Sin embargo hay mujeres que no pueden o no quieren hacerlo y no por eso tienen hijos enfermizos o faltos de inteligencia.

Este artículo tiene como objetivo ser un homenaje a todas aquellas que han tomado la decisión de no dar el pecho.

Te plantearemos los beneficios que esta alimentación tiene y responderemos a tus preguntas sobre este tema.

Cada familia es un mundo

Cada familia establece su forma de criar a sus hijos y ninguna forma es mejor o peor que otra. Son decisiones que se toman y los que nos rodean deben respetarlas.

Si no puedes amamantar o no quieres hacerlo no tienes por qué sentirte mal. No permitas que los prejuicios ajenos te hagan desistir de tu idea. Apóyate en tu pareja y en las personas que te quieren e intenta mantenerte firme en tus ideas. Y, sobre todo, ten presente que lo importante es que decidas lo que decidas intentes darle a tu peque todo el amor que necesita para ser feliz.

La mejor alimentación será la que a ti te haga sentirte más cómoda y asegure a tu bebé no solo la comida que necesita para crecer sano, sino el amor y la comprensión sin las cuales, se criará con una cruel carencia. No serás mejor o peor madre por dar el pecho o el biberón, lo serás por cuidar y proteger más o menos a tu bebé.

Algunas mujeres no tienen la opción de amamantar porque padecen alguna enfermedad crónica cuya medicación está contraindicada en la lactancia, o porque podrían contagiar a su bebé de su misma dolencia. ¿Serán peores madres? No, nada de eso. Lo serían si pese a los riesgos de su bebé, decidieran amamantar, poniendo en peligro la vida de su bebé.

Para muchas madres la lactancia materna es una preciosa experiencia, sin embargo otras la han vivido como una atroz pesadilla. Porque al prepararte para el parto, todos suelen decirte que no tienes que preocuparte; que en cuanto tengas al peque la leche bajará y siempre tendrás la leche suficiente para que crezca sano. No, no siempre es así.

Para algunas mujeres esta primera etapa después del parto se vuelve una experiencia estresante porque desean dar el pecho y no pueden. ¿Son estas malas madres? No, la prueba está en que lo intentan pero, si su propia naturaleza se los impide… ¿tienen acaso otra opción? Peor sería que se obstinaran y que, a causa de ello, sus hijos se criaran con una deficiencia alimentaria..

En otros casos, son los bebés los que no se prenden al pecho de sus madres y en esos casos resulta más sencillo alimentarlos con leche de fórmula. Y también hay ocasiones en las que el dolor es tan insoportable que se hace imposible de sobrellevar. Entonces, la madre se frustra y siente deseos de llorar. El mundo a su alrededor habla positivamente de la lactancia, y ella no puede decir lo mismo. Se siente rara y estas sensaciones pueden causarle un profundo bloqueo.

Si estás pasando por esta situación debes saber que no lo estás haciendo mal. La lactancia es una de las dos formas que existen de dar de comer a tu hijo pero no es un acto sublime, como intentan demostrarte los demás. Lo importante es que te centres en el cuidado de tu bebé y en tu bienestar ya que si este acto genera algún tipo de dolor o molestia a alguno de los implicados, no es saludable.

Las ventajas de la lactancia artificial

Si bien la mayoría de las organizaciones médicas argumentan que la lactancia materna es la mejor fuente nutricional para la vida de los bebés, no es la mejor opción para todas las madres.

Cabe mencionar que las leches infantiles comercializadas han sido desarrolladas teniendo en cuenta la calidad nutritiva de la leche materna, por lo que si tienes que optar por ella, no debes preocuparte: tu bebé tendrá todas las vitaminas y nutrientes que necesita. No obstante, a veces se recomiendan ciertos suplementos extras, dependiendo de la marca de la leche que escojas. Lo ideal es que converses con el pediatra de tu bebé quien sabrá ayudarte a encontrar una alternativa.

Las leches de fórmula combinan un conjunto de proteínas, azúcares, grasas y vitaminas que ofrecen a tu bebé un alimento saludable que le ayudará a crecer fuerte y feliz. Debes saber que este tipo de dieta es imposible de fabricar de forma artesanal en casa; por lo que, si no puedes o quieres amamantar no puedes escoger cualquier leche, debe ser una leche infantil comercializada y, sobre todo, debes fijarte que tenga el sello de calidad correspondiente.

Aquí te presentamos los puntos fuertes de la lactancia artificial. Puede que algunos de ellos te ayuden a entender que no está tan mal, o que si aún no te has decidido temines optando por este modo de alimentar a tu bebé.

• Flexibilidad
  
  Tu bebé no tendrá que acostumbrarse a diversas formas de alimentación y tú siempre sabrás que, aunque no puedas estar presente, tu peque se alimenta de una forma saludable en todo momento. De este modo, si tienes que salir de casa y dejas a tu peque con su papá u otra persona que le cuide, podrán alimentarle correctamente durante tu ausencia sin necesidad de que te extraigas leche ni de que tengas que organizar tus horarios en base a las diversas tomas.
  Además, cuando te encuentres en un lugar público, nunca tendrás que buscar un lugar recogido para alimentar a tu bebé. La contra es que siempre que salgas de casa tendrás que llevar todo lo necesario para prepararle el biberón a tu niño estés donde estés.
• Comodidad
  
  No serás la encargada exclusiva de su alimentación. Esto fomentará una buena relación entre el padre y el peque (el progenitor no se sentirá excluido de la familia al poder hacer tus mismas tareas en torno a la vida del pequeñín). Así, ambos padres pueden compartir y asumir la responsabilidad de alimentar al niño en igual medida; estableciendo un estrecho vínculo con él.
• Tiempo invertido y frecuencia de las tomas
  
  La cantidad de tomas que necesita un bebé que se alimenta con leche artificial es menor que la de un bebé que se nutre de la leche de su madre; esto se debe a que el proceso de digestión de la leche de fórmula es más lento. Esto te permitirá una mayor holgura entre toma y toma; pudiendo organizarte de forma más flexible.
• Dieta
  
  No tendrás que preocuparte por mantener una alimentación equilibrada, a diferencia de lo que sí te ocurrirá si amamantas. Podrás recuperar tu libertad en cuanto a lo que comes y bebes, siempre y cuando respetes las necesidades de tu hijo y no pongas en peligro su vida. No puedes volver a fumar, el humo del cigarrillo puede ser sumamente dañino para la criatura.

La vida de una madre no es sencilla

Sea que amamantes o des el biberón, tendrás que enfrentarte a muchas cosas inesperadas que te obligarán a plantearte retos que deberás superar. En la lactancia artificial los retos son diferentes pero no por ello menos importantes. Si bien cada madre vive sus propios desafíos, algunos se mantienen de una madre a otra. Aquí te presentamos tres que tendrás que tener en cuenta:

1. Esterilización. Todo lo que concierne a la alimentación de tu bebé debe ser esterilizado antes y después de cada uso. Tanto biberones, como tetinas y demás utensilios deben gozar de la más impoluta limpieza. Esto es muy importante ya que de no hacerlo, podrían transmitir al bebé ciertas bacterias que podrían afectar su salud. También debes recordar que la leche artificial debes conservarla en un envase esterilizado.
2. Planificación. Debes tener presente todo lo que necesitas para preparar la leche para que jamás te falte en el momento menos oportuno. Si sales debes llevar siempre contigo una buena cantidad de leche artificial, por si te surgiera cualquier eventualidad y no pudieras regresar a casa en un tiempo prolongado; además, debes procurar que en casa siempre haya una buena provisión de la misma. También recuerda que esta leche debe prepararse con agua esterilizada, por lo que también debes contar con ella o con los medios para conseguirla. No obstante, hay leches artificiales que ya vienen preparadas y que basta con verterlas directamente en el biberón, aunque no son del todo accesibles.
3. Precauciones. Como con todo lo que se refiere al cuidado de tu bebé, también en lo que respecta a su alimentación debes tomar precauciones. Entre ellas recuerda que los biberones que quedan fuera de la nevera por más de una hora y la leche preparada que reste de una de las tomas, debes tirarlas pues no solo habrán perdido calidad sino que pueden ser un foco importante de bacterias. Por otro lado, los biberones preparados no pueden conservarse por más de 48 horas en la nevera; aunque esto depende en parte del producto, debes leer atentamente la etiqueta y actuar en consecuencia. Recuerda también que no debes calentar jamás el biberón en el microondas (puedes hacerlo únicamente debajo del chorro de agua caliente o a baño María).

De todas formas, basta que tengas en cuenta una serie de precauciones y objeciones y que te armes tu propia rutina y los habrás superado. Seguro que a medida que avance tu labor de madre podrás amoldarte perfectamente y superar con habilidad estos retos.

Toda elección tiene contras. No se puede esperar que todo sea color de rosas. Por tanto, cabe decir que la lactancia artificial, así como la materna, también tiene sus contras. Entre las cuales podemos mencionar los dos más significativos:

• Coste económico. Si quieres alimentar correctamente a tu bebé tendrás un coste económico importante. En orden de coste económico se encuentran primero las variantes en polvo, segundo las concentradas y por último las que se venden listas para el uso. Y aquellas recomendadas para evitar alergias o vegetales son las más caras. Según lo expresan las estadísticas, alimentar a un bebé con leche artificial básica podría rondar a lo largo de un año los 1.500 euros.
• Gases y estreñimiento. Algunos bebés que se alimentan con leche artificial padecen de ciertos conflictos digestivos como gases y dificultad para hacer deposiciones, siendo estas generalmente más duras que los alimentados con leche materna.

Lo hemos dicho al comienzo y ahora lo repetimos. Cada familia es un mundo y cada una elige cómo criar a sus hijos. No pienses que si no das de mamar eres peor madre; simplemente has escogido un camino distinto. En vez de pensar en lo negativo, intenta enfocarte en darle a tu hijo todo lo que necesita para ser feliz y disfruta de esa hermosa relación que se está gestando entre vosotros; y que será para toda la vida.