Amamantar, por qué no

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Y tú ¿eres madre lactante?

En torno a la lactancia existen miles de controversias. Madres que aseguran que es el único modo posible de criar un niño sano y otras que son totalmente contrarias a esta postura.

Sin embargo, si nos remitimos a las pruebas y observamos además como se desarrolla la vida en la naturaleza, no podemos pensar que pueda tener nada de negativo. Es más, debemos saber que no existe una forma mejor de criar a un bebé que no sea con la leche que produce su propia madre.

La lactancia trae muchísimos beneficios para el bebé. No existe una vacuna que pueda protegerlo de todos los males posibles a los que se expone al salir de la seguridad del útero; sin embargo, la leche de su madre es lo que más se acerca a dicha vacuna.

En este artículo te mostraremos los 6 beneficios que tiene el amamantamiento para la madre y te contaremos cuál es la edad adecuada para destetar a tu bebé. Debes tener presente que todo lo estipulado es partiendo de la base de que tanto madre como bebé se encuentran bien de salud.

Un bebé alimentado con leche materna

Cuando llega el momento en el que tu bebé nacerá seguramente te asaltarán millones de dudas, entre las que se encuentra el temor de no saber si serás capaz de producir toda la leche que necesitará para crecer sano.

Te recomendamos que no te inquietes. No hay razones para temer esto. No existen pechos demasiado pequeños y, de hecho tu producción de leche se adaptará automáticamente a las exigencias de tu bebé.

Los beneficios de la lactancia para el bebé son numerosos. Algunos de ellos son:

Pero a veces nos olvidamos de mencionar todos los beneficios que la lactancia tiene para la madre. He aquí el motivo de este artículo, donde te contaremos 6 cosas en las que te beneficiará amamantar a tu hijo.

Entre los beneficios superficiales podemos mencionar el ahorro en sustitutos de la leche materna (apoyando la explotación animal al ingerir leches provenientes de las granjas manufactureras de lácteos) y la posibilidad de mantenerte más meses sin la menstruación. Pero hay otras ventajas más relevantes, como la prevención del cáncer de mamas y de la depresión posparto.

1- Incrementar la producción de oxitocina

La oxitocina es una hormona que se dedica después del parto a reducir el sangrado y contraer el útero hasta su estado normal. Al amamantar los niveles de esta hormona se incrementan, lo que acelera el proceso de vuelta a la normalidad.

Esta misma hormona se encuentra íntimamente relacionada con los sentimientos positivos. Por tanto, al amamantar es más sencillo que surjan de forma fluida sentimientos de amor, apego y felicidad entre la madre y el bebé. Esto hace que sea más difícil que padezcas de trastornos como la tan temida depresión posparto; además, podrás establecer el apego con tu hijo, colaborando conque crezca emocionalmente sano y feliz.

2- Fortalecimiento del sistema óseo

Durante el embarazo tu sistema óseo ha sufrido un debilitamiento; esto se debe a que los nutrientes que ingieres van directos a satisfacer las necesidades del bebé; es decir que tu organismo prioriza el desarrollo de él frente a tus propias necesidades.

Al amamantar colaboras con el fortalecimiento de tus huesos lo que te ayudará a prevenir fracturas, artritis y osteoporosis. Mientras brindas a tu bebé el alimento ideal para que crezca fuerte, te ayuda a traer esos minerales de vuelta a tus huesos; esto se conoce como remineralización ósea.

De acuerdo a lo que se expresa en diversos estudios, las madres que no amamantan tienen un riesgo cuatro veces mayor de contraer osteoporosis que las que sí lo hacen.

3- Prevención de cáncer

Según lo determinan rigurosos estudios de la Academia Americana de Pediatría, las madres que amamantan corren un menor riesgo de padecer cáncer de ovarios, útero y de mama.

La reducción de estas posibilidades es de un 4.3% por cada año que den de mamar y más aún si se amamanta varias veces en la vida (con diferentes hijos).

4- Mayor reserva de hierro

Al amamantar, dejará de bajarte la menstruación, al posponerse la ovulación. De hecho, tardarás meses en volver a menstruar (puede que hasta un año). Las que no lo hacen, vuelven a tener el período a partir de las seis semanas después del parto.

Lo que a simple vista parece un beneficio superficial, ya que no tendrás que preocuparte por los enseres propios de cada mes e incluso podrás mantener satisfactorias relaciones sexuales sin problemas (es entre 98% y 99% efectiva para prevenir embarazos), también tiene beneficios de mayor importancia. Por ejemplo, que podrás tener una mayor reserva de hierro en el organismo, que no se perderán mensualmente como antes. Así podrás prevenir la anemia y a la vez tendrás una mejor calidad de leche para criar a tu bebé.

Cabe mencionar que se dice que por cada 12 meses de aumento en el tiempo de amamantamiento en las poblaciones de los países desarrollados, podrían evitarse alrededor de 50.000 casos de cáncer.

5- Conseguir tu peso ideal sin seguir una dieta

Éste también puede parecer un beneficio superficial, sin embargo no lo es del todo. Muchas mujeres ni bien han dado a luz se empecinan en que la única forma de volver a su peso ideal es matándose a dietas y esto puede ser sumamente perjudicial para su organismo.

El amamantamiento permite que pierdas muchísimo peso sin que siquiera te lo propongas; dar de mamar puede llegar a consumir cerca de 500 calorías al día. De hecho, mientras das el pecho debes cuidarte de seguir comiendo adecuadamente, como en el embarazo.

Así que, si das el pecho perderás peso más rápidamente y de una forma saludable, volviendo a tener el peso que te conviene, mientras disfrutas de una maravillosa experiencia.

6- Maternidad natural

Otro de los beneficios es que te permitirá estar más en contacto contigo misma y con tu cuerpo. Acercarte a tus instintos salvajes (que no son para nada malos) y disfrutar de tu naturaleza sin necesidad de intermediarios artificiales.

Todas las mujeres estamos preparadas para amamantar y para hacerlo no necesitamos ningún tipo de preparación. Durante el embarazo comenzamos a preparar nuestro organismo para esta etapa y una vez que el niño nace, la leche materna está siempre lista y disponible. No tienes que comprar ningún recipiente ni preocuparte por la temperatura, ya que siempre es la ideal.

Por otro lado, contribuyes con el medio ambiente y la sociedad porque estás ahorrando en recipientes de plástico u otros materiales necesarios para la producción de la leche de fórmula. Cuya utilización colabora con la destrucción del entorno.Además, ahorras en atención médica. Los niños que son amamantados desarrollan un sistema inmunológico sumamente fuerte y necesitan menos visitas al doctor. Esto trae un impacto positivo sobre tu entorno social.

¿Hasta cuándo debemos amamantar?

Según diversos estudios antropológicos el destete de un hijo debe hacerse entre los dos y los siete años de edad. Basándose en pruebas científicas y teniendo en cuenta que nuestro sistema inmunológico continúa creciendo hasta después de los seis años, es conveniente que hasta entonces la nutrición sea eficiente y no existe alternativa mejor que la leche materna.

De todas formas no todas las madres están de acuerdo. De hecho, a veces el tiempo de destete ni siquiera pueden decidirlo del todo; la aparición de complicaciones como la agitación por amamantamiento o la necesidad de trabajar de forma intensa, impiden continuar con la lactancia.

La decisión de quitarle el pecho al bebé es muy personal. Deberás tomarla en base a tu propia vida, al trabajo, a las comodidades de las que dispongan tú y tu bebé, al tiempo y otras variables.

De todas formas, posiblemente te sirva saber que según la Organización Mundial de la Salud lo ideal es amamantar hasta los seis meses de forma exclusiva y, complementaria, hasta los dos años.

La lactancia materna exclusiva implica que durante esos primeros seis meses no se le proporcione al lactante ningún alimento o bebida que no sea leche materna, ni siquiera agua. De esto modo, se le estaría brindando al niño una fuente de alimentación segura y asegurando su supervivencia ya que, la administración de otros alimentos contribuye con un alto porcentaje de las muertes infantiles ocurridas en menores de seis meses.

La lactancia complementaria, por su parte, es la administración de leche materna con otros alimentos que colaboren con el desarrollo de la criatura. A partir de los 180 días, debe acompañarse la lactancia con otro aporte calórico, que permita cubrir todas las necesidades nutricionales del niño. 

Así que ya sabes. Tú debes ser quien tome parte de la decisión; la otra mitad, le corresponde a tu bebé. Si alguno de los dos no se siente a gusto, pueden optar por el destete; sin embargo, intenta no resistirte a esta forma de alimentación natural cuanto puedas.

Con la lactancia tendrás todos los beneficios que te citamos y además, contribuirás con la prevención de enfermedades crónicas de la infancia para tu bebé. Sin mencionar la inmensa satisfacción que es ser la responsable de que tu bebé crezca sano y fuerte y la estrecha relación que podrás cultivar con él.

Lactancia Alimento para el cuerpo y Alma (infografía)

En esta infografía te mostramos una interesante comparativa entre la leche materna y la leche de fórmula.

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