Apego en la crianza | Derechos fotolia

Uno de los temas que tendrás que planear con tiempo, con tu pareja si la tienes, es el tipo de educación que darás a tus hijos.

Antes de quedarte embaraza es recomendable que explores todas las posibilidades que existen dentro de las corrientes educativas, para descubrir con cuál te sientes más identificada y cuál crees que sería ideal para educar a tu hijo.

Seguramente escucharás y leerás muchas cosas en torno a cuál es la teoría por la que deberás dejarte llevar. Lo importante es que medites e intentes acercarte a aquella que mejor se amolda al tipo de vida que deseas para tu hijo. En este artículo te lo explicamos todo respecto a una teoría que puede resultarte interesante.

Bases de la teoría del apego

Una de las teorías más controversiales y a la vez que recibe más aceptación es la de John Bowlby, la teoría del apego. La misma hace referencia a la necesidad de todo bebé de estar cerca de su madre, de ser acunado por ella, protegido y cuidado de una forma cercana.

Los motivos que llevaron a que John se interesara por esta temática eran estrictamente familiares. Había sido criado por una niñera y cuando tenía cuatro años, ella abandonó la casa, generando un quiebre rotundo en la personalidad del niño. Si a esto se le agrega que su madre nunca estuvo presente, podemos decir que sabe muy bien de lo que habla. Sus lamentables experiencias en la primera infancia lo llevaron a interesarse por la psicología infantil y a realizar un exhaustivo estudio con niños de diversas instituciones privadas sobre la imagen que tenían ellos de la figura materna.

Esta teoría no es estricta de la relación del niño con su madre biológica, sino con aquellos que le cuidan y que le proporcionan una seguridad emocional que le permite desarrollar una personalidad estable. La seguridad, la ansiedad y los temores en un niño son determinados estrictamente por la capacidad de respuesta de esa persona con la cual tiene un vínculo estrecho, su referente afectivo. El apego con esta persona, hace que el niño desarrolle una seguridad emocional que hace que se sienta aceptado y protegido de forma incondicional.

La conducta de apego se define como esa necesidad de establecer lazos fuertes con otro individuo al que se considera más capacitado para enfrentarse al mundo, con el objetivo de sentirse protegido y sobrevivir.

En el caso del niño con su madre, esta relación se establece porque ella tiene la capacidad de proporcionarle al niño la posibilidad de desarrollar una base segura, lo que le permitirá explorar el mundo, sabiendo que tiene en su madre un lugar seguro de contención emocional al cual volver si llegara a sentirse amenazado. Esta relación es fundamental en la primera infancia; aunque también puede observarse a lo largo de toda la vida de un individuo, sobre todo cuando se encuentra en situaciones de emergencia.

Tipos de apego

De acuerdo a cómo se establezca dicha relación serán las pautas que rijan el tipo de relaciones que el niño creará en el futuro.  Existen, cabe mencionar, tres tipos de apego:

• Apego seguro: el niño encuentra que sus padres son personas sensibles y accesibles, que no dudarán en ayudarle si se encuentra en apuros. Esto le brinda una seguridad que le permite salir a explorar el mundo, sin temor a las consecuencias.
• Apego ansioso resistente: el niño no está del todo seguro de cómo reaccionarán sus padres cuando él se encuentre en apuros. Suele ocurrir en padres que manejan un doble mensaje, que por un lado se muestran sensibles pero que no tienen un accionar coherente; también puede aparecer si se da una separación o si se utiliza el abandono como una amenaza para controlarlo.
• Apego ansioso elusivo: el niño no cree que sus padres vayan a protegerlo, más bien espera que lo rechacen y, entonces, intenta crear una estructura emocional autosuficiente. Suele ser el resultado del constante rechazo de la madre cuando el niño se acerca a ella en busca de consuelo, por ejemplo.

De esta primera experiencia el niño aprenderá a estar con alguien, a comunicarse, a crear lazos y a compartir experiencias. Por ende, es muy importante que este primer acercamiento al mundo y a las relaciones sea satisfactorio y eficiente.

Estrategias del niño para llamar la atención

Según Bowlby el bebé nace con una serie de conductas (la succión, el balbuceo, la necesidad de ser acunado, el llanto y las sonrisas reflejas) que tienen el objetivo de producir respuestas en sus padres. Es decir, son estrategias para vincularse con sus padres y mantener así la proximidad con la figura de apego.

En pocas palabras, criar a nuestros hijos según la teoría de Bowlby es hacerlo teniendo en cuenta en primer lugar sus necesidades básicas y siendo, dentro de ellas, fundamentales el ser y sentirse querido, cuidado, respetado y protegido.

Partiendo de esa base, se planifica la educación del niño. Valorando profundamente esa necesidad del niño a aferrarse a una persona que lo haga sentirse seguro y fuera de peligro, para, a partir de ahí, explorar el mundo y desarrollarse como persona.

Controversias respecto a la teoría del apego

Muchas personas se oponen a esta manera de educar, pero lo hacen con los criterios equivocados, sin comprender del todo esta teoría. Y, como seguramente te encontrarás con más de uno que intente bastardear esta forma de crianza, queremos dejarte en claro algunas cuestiones.

1. Nada de límites: en la teoría de Bowlby no se hace mención a los límites o normas; no se plantea una oposición al sistema de premios y castigos. Lo que se expone es la necesidad de respetar al niño, sean cuáles sean estas necesidades. Explicándoles cuáles son las normas por las que los adultos nos regimos. Lo que no podemos hacer es crearnos límites absurdos solo para que aprendan que son los mayores los que mandan o que entiendan que en la vida no podrán tener todo lo que desean.
2. Cuestión de respeto: el respeto no es, según esta teoría, la aceptación de las actitudes del niño sin importar cuáles sean. Como padres les respetamos, pero también queremos que nos respeten y que respeten a los demás. Es importante que no les peguemos, para que ellos entiendan que no hay que pegar, que no les gritemos para que ellos no hagan lo mismo con nosotros y el resto de las personas.
3. Sí a los premios: se puede educar perfectamente basándose en la teoría del apego, y siguiendo una forma de educación basada en el NO castigo, y la comprensión, o hacerlo utilizando premios y castigos. Sin embargo, no es cuestión de que hagan las cosas porque les gusta recibir un premio o evitarlas porque no quieren ser castigados, sino entendiendo qué cosas pueden hacerse y cuáles no, de acuerdo al criterio que sus padres manejan.
4. Destetar antes de los 3 años: respecto a esto se dice que según esta teoría un destete temprano está prohibido; cosa absolutamente incierta. No hay nada prohibido por este estilo de crianza. Sí, en todo caso, se aconseja que los niños sean amamantados debidamente hasta los 3 años. Cabe mencionar que según lo han manifestado estudios, aquellos niños que se alimentan con la leche de su madre tienen un mejor desarrollo intelectual. Y, de hecho, es el estándar que recomiendan organizaciones como la OMS y Unicef.
5. Un parto respetuoso: en este punto muchos se oponen a la teoría del apego, aunque ciertamente sin entender las razones fundamentales que llevan a que se recomiende un parto natural, asistido en el hogar. En los últimos años muchas personas han manifestado su descontento con las prácticas realizadas en los hospitales durante el parto, el trato desagradable a las mujeres (cosa totalmente contraproducente para realizar bien la tarea de dar a luz) y las consecuencias que esos primeros instantes pueden acarrear en el futuro del bebé. ¡Es verdad! No podemos negar que cuanto más nos naturalicemos, mejor será la vida que llevaremos. Por ende, contradecir esta intención de los que optamos por este tipo de actitud frente a la labor de ser padres, parece absolutamente irracional.
6. No vacunar a los niños: No, esto no tiene nada que ver con la teoría del desapego. Es cierto que existen padres que deciden educar a sus hijos en una crianza respetuosa, en la que estos aprendan a cuidarse y a respetar a los otros, y además se inclinan por una filosofía natural que les sugiere no vacunar a sus hijos y reforzar su organismo a partir de la homeopatía, pero no son cosas que estén relacionadas. De hecho, muchos padres que utilizan esta misma metodología de crianza están totalmente en contra de la no-vacunación porque consideran que es poner en riesgo no solo la vida de sus hijos, sino también la de toda la población.

Teniendo en claro todas estas cuestiones, creo que no te será difícil decantarte y planificar un estilo de crianza que se adecue a tus ideas y que te haga sentir seguridad en cuanto a la forma en la que educas y tratas a tus hijos. Recuerda que en los primeros años se forma el carácter que definirá a tu peque, así que a estar atenta y dar lo mejor de ti misma para que tu niño se forme de forma equilibrada. De todas formas, no te estreses y, sobre todo, disfruta de esta maravillosa oportunidad de tu vida de cuidar y amar a alguien.