Trucos para quedar Embarazada | © detailblick – Fotolia.com

Es relativamente frecuente que una pareja quiera tener hijos. Y, pese a ello, que vayan pasando los meses, incluso los años, sin que el feliz acontecimiento del embarazo tenga lugar.

Aquí les presentamos una serie de consejos que pueden seguirse en estas situaciones, para facilitar la fecundación del óvulo y, por tanto, el inicio de un embarazo. Es importante tener en cuenta que las medidas que se adopten han de estar basadas en el conocimiento del proceso fisiológico que conduce al estado de gravidez.

* Descartar posibles causas de infertilidad

Desde el punto de vista fisiológico, el embarazo se produce cuando un espermatozoide (que proviene del hombre) fecunda un óvulo (de la mujer) y logra implantarse en su útero. Allí comienza el proceso de división celular y el posterior crecimiento del nuevo organismo, que acabará en el parto. Se tienen aquí los elementos centrales que determinan la posibilidad del embarazo: el óvulo y el espermatozoide.

Muchas veces ocurre que el impedimento de concebir es consecuencia de la infertilidad de alguno de los miembros de la pareja. Por eso, lo primero que hay que hacer es descartar esta posibilidad recurriendo a un especialista; donde se les realizarán los pertinentes análisis médicos, tanto al hombre como a la mujer, para descubrir posibles síntomas de este trastorno.

De todas formas, ésta no es la única traba posible para la concepción, por lo que, una vez descartada, se pueden investigar otros problemas.

* Conocer el momento de la ovulación

La mujer en edad fértil tiene un ciclo ovulatorio que dura, en condiciones normales, veintiocho días. Justo a mitad del ciclo se produce la ovulación, momento en el que se desprende un óvulo que puede ser potencialmente fecundable. En este proceso pueden aparecer las primeras dificultades derivadas de la irregularidad del ciclo de muchas mujeres, el cual puede ser provocado por cientos de causas.

Debido a que el embarazo solo se puede producir en el momento de la ovulación, lo primero que tiene que hacer una mujer que se quiere quedar embarazada es conocer el momento en el que se produce su ovulación.

Aunque en algunas mujeres los síntomas de este momento son notorios (como dolor abdominal o hinchazón de los pechos), en otras son casi imperceptibles. De todas formas, si se quiere, pueden reconocerse ciertos signos físicos presentes durante la ovulación para identificar cuál es el momento de máxima fertilidad.

Uno de estos signos es el aumento de la temperatura basal en unas décimas de grado. Para identificar este cambio, es preciso tomarse la temperatura todos los días después de haber dormido y realizar un registro gráfico o analógico de la misma. En el momento en el que se perciba este ligero aumento, es muy probable que la mujer esté en sus días fértiles.

Cuando se produce la ovulación también tiene lugar un cambio en el aspecto del líquido vaginal, que pierde su textura mucosa y se torna más líquido. Es una respuesta del cuerpo que pretende así facilitar el tránsito de los espermatozoides hacia el óvulo. Por tanto, analizando el aspecto de este líquido, se puede saber también cuándo se produce la ovulación.

* Buena salud del hombre = espermatozoides viables

Otro de los factores clave para la consecución de un embarazo tiene que ver con los espermatozoides masculinos. Suponiendo que la mujer está en el momento de máxima fertilidad, los espermatozoides tienen que tener la suficiente fortaleza y movilidad para alcanzar el óvulo desprendido y fecundarlo.

Factores asociados al estrés, al cansancio, a la mala alimentación y al tabaquismo pueden reducir notablemente la calidad de los espermatozoides e impedir que lleguen al óvulo en el estado adecuado, para que se produzca una fecundación que llegue a buen término.

Por otro lado, en el caso de buscar un embarazo, un truco que, además es aplicable para la mayor parte de las actividades de la vida, es tratar de llevar una vida saludable, con el descanso necesario y con una alimentación adecuada.

También se puede ayudar ese esperado encuentro entre el óvulo y el espermatozoide tratando de realizar el coito con posturas que permitan la máxima penetración. Esto puede facilitar el trabajo del espermatozoide en su largo y duro recorrido en busca del óvulo.

* Evitar obsesionarse

Además de estos trucos puramente físicos hay un agente que es determinante para que se produzca un embarazo muy deseado: es el factor mental. Las parejas que sienten una gran ansiedad por tener hijos y ven que pasan los días sin tener éxito, pueden llegar a convertir sus relaciones sexuales en una rutina, basada en cálculos matemáticos y en medidas de diferentes parámetros.

Cuando una pareja cae en este estado, en el que sus relaciones están focalizadas exclusivamente a la concepción, terminan sufriendo una situación de falta de deseo y de ansiedad que hace que, sistemáticamente, la concepción no se produzca.

Cabe mencionar que es relativamente frecuente que, parejas que ya han abandonado toda esperanza de concebir y han optado por la adopción, comprueben que son capaces de llegar a tener hijos naturales. Esto ocurre una vez que han superado ese estado de obsesión y que han recuperado sus relaciones sexuales normales.

Por tanto, entre las principales cuestiones a tener presentes a la hora de buscar un embarazo se encuentran: comprobar que no hay infertilidad, sortear las situaciones de estrés y, sobre todo, evitar las obsesiones.