Mejores posturas Embarazo | © Artem Furman-Fotolia

Existe la creencia, bastante extendida, de que mantener relaciones sexuales durante el embarazo puede perjudicar la salud del bebé. Nada más lejos de la realidad.

Excepto en casos muy concretos en los que la gestación pueda ser considerada de riesgo por un médico, no hay ninguna razón para moderar la actividad sexual de la pareja. Incluso hay estudios que afirman que el sexo en esta etapa puede tener efectos beneficiosos en el desarrollo del bebé.

Durante el embarazo, ciertas posturas que antes resultaban confortables se tornan incómodas, a causa de los cambios que experimenta el cuerpo de la mujer. Esto, lejos de ser un problema, podría consistir en un incentivo para experimentar cosas nuevas y enriquecer la relación de pareja.

A continuación les mostramos las que, a nuestro juicio, son las siete mejores posturas sexuales para realizar durante el embarazo.

Distinguiremos en cada una de ellas el periodo de gestación en el que es más recomendable:

1. Misionero: la clásica postura del misionero es completamente válida en la primera etapa de gestación, cuando el abdomen de la mujer todavía no ha aumentado mucho en volumen. Cuando el embarazo se encuentra más avanzado, esta postura puede resultar incómoda. Es conveniente, entonces, sustituirla por otras que no ejerzan tanta presión sobre el vientre de la futura madre.

2. Perrito: es recomendable para parejas en cualquier situación, pero sin duda es totalmente idónea durante los primeros meses de embarazo. Aunque en ninguna etapa es perjudicial para la nueva vida (ya que el vientre de la mujer no sufre ningún tipo de presión), en un estadio avanzado de la gestación, la barriga puede resultar demasiado pesada y volverse una postura sumamente incómoda para la mujer.

3. Andrómaca: puede ser una buena alternativa al misionero cuando el vientre comienza a abultarse pero todavía no resta capacidad de movimiento a la mujer. La forma en la que se realiza es con el hombre acostado boca arriba y la mujer sentada sobre él. En una etapa más avanzada, cuando la barriga es ya bastante grande, la postura de Andrómaca puede exigir demasiado esfuerzo a la futura madre, pues ella realiza todos los movimientos.

4. Columpio: se realiza de forma opuesta a la de Andrómaca. La mujer se sienta sobre el hombre,  dejando ante sus ojos su espalda y glúteos. Esta postura puede resultar muy excitante para el varón y sirve como alternativa a la anterior, para experimentar nuevas posturas y sensaciones.

5. Loto: denominada a veces unión del loto o flor de loto, es apropiada para los primeros seis meses de embarazo. El hombre debe sentarse con las piernas cruzadas y la mujer, de igual forma sobre él y con las piernas rodeando su espalda. Esta postura permite una penetración cómoda y relajada, a través de movimientos suaves y evitando en todo momento la presión sobre el abdomen de la mujer.

6. Vuelo de gaviota: es una buena postura sustituta del misionero, que impide la presión sobre el bebé. La mujer debe recostarse sobre la cama, con los glúteos en el borde de la misma, y el hombre, permaneciendo en posición vertical, ubicarse de rodillas en el suelo, sin apoyar su peso sobre la mujer. Puede, además, sujetarle las piernas a ella para prevenir posteriores dolores de espalda.

7. Cuchara: y por fin llegamos a la postura reina entre las adecuadas para el embarazo, en la que ambos deben acostarse de lado sobre la cama. La mujer se coloca delante, de tal forma que el hombre pueda penetrarla desde atrás; incluso éste puede introducir una de sus piernas entre los glúteos de la mujer para ayudarse. Esta posición es con diferencia la más cómoda para la mujer pese a que la penetración es menos profunda que en otras. Es recomendable hasta en los estadios más avanzados del embarazo.

Estas son solo algunas de las posiciones que se pueden poner en práctica en las relaciones sexuales durante el embarazo. Como habrán podido comprobar, la clave fundamental de todas ellas es evitar la presión excesiva sobre el vientre de la mujer, así como los movimientos amplios y bruscos.

Las alternativas son variadas. Solo hay que dejar volar la imaginación para encontrar aquellas posturas que resulten más cómodas y placenteras, en esta etapa tan especial en la vida de una pareja.

El embarazo no debe ser nunca un estorbo para la actividad sexual; por el contrario, nos anima a experimentar, a dar un soplo de aire fresco a nuestra vida sexual y probar cosas que quizás de otro modo no probaríamos.

¿A qué están esperando para disfrutar al máximo de su embarazo?