Preguntas frecuentes | © Artem Furman – fotolia

El embarazo es siempre una fuente de dudas para los padres. Curiosamente, los ginecólogos señalan como la “eterna pregunta”, que todas las parejas le hacen a su médico al menos una vez, si el sexo es posible durante el embarazo, y de ser así, si hay especiales indicaciones.

Veremos algunas de las dudas más frecuentes para intentar desmontar falsos mitos. La principal pregunta, por supuesto, es:

1 ¿Es posible perjudicar al bebé o a la madre?

Rotundamente, no. Una relación sexual normal no tiene ninguna posibilidad de poner en riesgo al niño ni a la mamá. El cuello del útero va a estar cerrado (lo está, de forma permanente, durante todo el embarazo) y es imposible que llegue nada al niño procedente de la vagina. Por otra parte, el líquido amniótico sirve de amortiguador.

Así que, para el feto, el sexo es totalmente seguro. Aunque evidentemente, si hay una situación de embarazo de riesgo, (peligro de aborto, sangrado sin motivo, rotura del saco amniótico, problemas con el cuello uterino o infecciones de transmisión sexual, etcétera), consultaremos siempre con el médico.

2 ¿Es normal que pierda las ganas de hacer el amor cuando estoy embarazada?

La mayor parte de las mujeres pierden el deseo físico al principio del embarazo. Las náuseas, los cambios hormonales, y también el estrés que muchas madres primerizas sienten por la nueva situación contribuyen a bajar la libido. Pero se trata de algo estacional; a partir del segundo trimestre, cuando disminuyen la fatiga y malestar en los senos del principio, muchas parejas retoman su vida sexual.

3 ¿El bebé “sabe” que estamos teniendo relaciones sexuales?

Sí y no. Un bebé, antes o después de nacer, no sabe qué es el sexo y no se le va a “corromper” si lo presiente o ve. Pero se ha demostrado que el feto reacciona, a partir de un determinado estadio de desarrollo, a las relaciones sexuales: incrementa, por ejemplo, sus latidos de corazón. Pero esto no tiene efectos perjudiciales, y algunos médicos creen que incluso puede ser beneficioso para su desarrollo.

4 ¿Y qué hacemos en el tercer trimestre?

Aquí, el tamaño de la barriga puede hacer que muchas posturas resulten incómodas, con lo que es aconsejable buscar alternativas a la penetración. Algunos afirman que las contracciones uterinas del orgasmo femenino pueden poner en marcha el parto, cuando tienen lugar en el último mes; pero esto no se ha demostrado nunca en la práctica mediante datos científicos.

5 ¿Qué posturas son recomendables?

A medida que avanza la gestación es preferible ir buscando posturas que no carguen peso sobre el abdomen de la mujer. Tres posiciones posibles son el sexo apoyados en manos y rodillas (la evitaremos cuando el embarazo esté muy avanzado), la posición con la mujer arriba, para que pueda controlar el ritmo y buscar la ubicación más cómoda, y la de “la cuchara”, de costado, que no descarga peso sobre la mamá.

6 ¿Es posible llegar al orgasmo?

Contrariamente a lo que piensan algunas personas, para muchas mujeres es más fácil llegar al orgasmo durante el embarazo. Al principio de la gestación, hay un mayor flujo sanguíneo concentrado en la zona genital y el flujo vaginal se hace más abundante. Esto significa que la vagina va a estar más lubricada y aumenta su sensibilidad. Esto favorece el deseo sexual y el placer en la mujer.

7 ¿Por qué la zona genital se oscurece y se hincha?

Algunas mamás notan una sensación de pesadez ubicada en la vulva y en unos pocos casos llegan a sufrir varices en esta zona. Esto se debe a la presión del útero sobre las venas de la zona. Por otra parte, el oscurecimiento, que también vemos en los pezones o a veces en el vello, se debe a la acción hormonal, que incrementa la producción de las células con pigmento oscuro. Tras el parto los genitales volverán a su color y tamaño normales.

Cómo afectará eso a las relaciones sexuales lo debe decidir cada pareja, pero los cambios son más estéticos que funcionales y podremos seguir haciendo el amor con total normalidad. Lo importante es saber que no se trata de un “signo del cuerpo” para que no tengamos relaciones sexuales, sino de una reacción normal ante la gestación.

8 ¿Es necesario seguir utilizando preservativo?

El embarazo hace imposible que un espermatozoide pueda fecundar a un óvulo, así que no hay motivo para utilizar preservativo excepto si tememos a la transmisión de una enfermedad. Por otra parte, la vagina de las embarazadas está más lubricada. El no tener que utilizar métodos anticonceptivos es un acicate para muchas parejas, que incrementan su vida sexual por este motivo durante la gestación.

9 ¿Pero no es cierto que el semen puede acelerar el parto?

La prostaglandina es un químico presente en el semen del hombre que, teóricamente, podría acelerar el parto en el tercer trimestre si llega al cuello del útero. Esto, en primer lugar, no se ha demostrado en la práctica, y, en segundo, las cantidades presentes en una eyaculación normal son muy pequeñas. De forma que no es para nada probable que aceleremos el parto por hacer el amor sin preservativo.

Por otra parte, si acordáis utilizar preservativo para sentiros más seguros con respecto a este tema, tampoco va a haceros ningún mal.

10 ¿Debemos hacer el amor de manera “más tranquila”?

En casos normales no tenemos por qué limitar nuestra “fogosidad” al hacer el amor por causa del embarazo. Sí existen algunas circunstancias excepcionales, como las que hemos mencionado de problemas con el cuello uterino, en las que lo más recomendable es no impactar con fuerza sobre éste, durante la penetración vaginal.

Por otra parte, hay que recordar que el sexo no se reduce tan sólo al coito. Incluso si por algún motivo tenemos que renunciar a la penetración, quedan otras prácticas sexuales, las caricias, los abrazos… Todo eso es importante para convertir el embarazo en una experiencia íntima para la pareja, y a eso no debemos renunciar por ningún motivo.