¿Cuánto tiempo pasa hasta que vuelve la regla después de haber dado a luz?

La regla después del parto | Derechos fotolia

Entre las ventajas que te ofrece la lactancia materna hay una que puede interesarte especialmente. Se trata de sus cualidades como profiláctico para el embarazo.

Durante el período en el que estés amamantando a tu bebé es posible que la regla no te baje y que puedas gozar de una enorme tranquilidad en este aspecto. No obstante, debes saber que no en todos los casos esto se cumple y que, muchas mujeres, se quedan embarazadas por no cuidarse en sus relaciones sexuales mientras tienen amenorrea posparto.

En este artículo te contamos las razones por las que la regla no te baja y te decimos de qué forma puedes asegurarte no quedarte embarazada en esta etapa.

Producción de prolactina

Una vez que has dado a luz tus responsabilidades aumentarán. Si has decidido dar el pecho a tu bebé, tendrás que continuar cuidándote en las comidas a fin de asegurarle una adecuada alimentación y desarrolló a tu hijo. No obstante, seguramente desearás retomar tus relaciones amorosas. Probablemente te planteas si debes o no cuidarte, cuántas probabilidades tienes de quedarte embarazada en este momento y a partir de qué momento puedes esperar que te baje nuevamente la regla.

Después de tener a tu bebé tu organismo necesita un tiempo para estabilizarse. Todo el sistema neuro-endocrino tiene que ponerse en marcha nuevamente; y para que esto suceda, hace falta que pase un período de tiempo que determinará tu propio cuerpo.

En las mujeres que no lactan, este período suele ser como mínimo de un mes aunque a veces tarda más. Según lo define la OMS a las cuatro meses, una mujer que no amamanta ya está nuevamente con la regla. Por su parte, en las lactantes puede alcanzar hasta que el bebé cumple 2 años de vida. ¿Te imaginas pasar dos años de tu vida sin la regla?

Mientras estás amamantando a tu hijo produces una sustancia que recibe el nombre de prolactina. Se trata de una hormona que es una de las más importantes de la lactancia; sin ella no podrías producir leche ya que es la encargada de estimular y mantener siempre constante la producción láctea.

Entre otros efectos sobre tu organismo, provocará una disminución de la producción de otras hormonas, como lo son la LH y la FSH. Esto produce una anovulación y amenorrea. Y, si bien período que tarda en bajar la regla puede variar en cada mujer, generalmente tiene lugar cuando termina la lactancia. Esta ausencia de menstruación después de haber dado a luz se conoce como amenorrea posparto.

¿Por qué sucede esto? Porque tu organismo entiende que estás absolutamente abocada a la lactancia y al cuidado de tu bebé, y te protege de un nuevo embarazo para preservar la vida de tu hijo; de todas formas es conveniente no confiarse al cien por ciento. Si no deseas sufrir un ataque de nervios, es recomendable que lo acompañes con otros métodos de profilaxis; el más recomendado en estos casos, es el condón.

¿Sabías que..? Entre el 1 y el 11% de las mujeres queda embarazada por mantener relaciones sin precauciones en el período de la amenorrea.

Qué es el método anticonceptivo MELA

La amenorrea trae muchas ventajas, más allá de la comodidad de no tener que preocuparte por este tema tan engorroso. Además, como estás durante un tiempo prolongado sin perder sangre, puedes recuperarte fácilmente de la anemia provocada por toda la que has perdido durante el parto. No obstante, siempre es recomendable continuar cuidándose, porque una nunca sabe todo con certeza.

Aunque, hace falta decirlo, la lactancia es el llamado “método anticonceptivo de la lactancia y la amenorrea” (MELA) y que puede ser sumamente eficiente.

Para que funcione debes cumplir una serie de pautas: que tu bebé tenga menos de 6 meses y se alimente únicamente de leche materna, que no tengas ningún tipo de sangrado y que no pasen más de 4 horas sin dar el pecho durante el día, y 6 horas durante la noche. Bajo estas condiciones el efecto profiláctico de la lactancia tiene una seguridad de casi el 100% durante las doce semanas después del parto y de un 1,5% durante el primer trimestre de la lactancia.

Si estás cuidándote de esta forma, la regla no debería bajarte antes de los 6 meses después de que has dado a luz; siempre y cuando cumplas con los requisitos especificados más arriba. Cabe mencionar que a algunas mujeres recién les baja la regla a los dos años.

El consejo de cuidarte tiene que ver con que no podemos saber si hemos o no ovulado hasta que nos baja la regla y, como tampoco somos adivinas, lo mejor es mantenerse a raya en estas cuestiones porque un descuido puede desbarajustarte completamente el plan de vida y de familia que teníamos.

Lactancia y menstruación

Es importante decir que no hay contraindicaciones entre lactancia y menstruación. No dejarás de producir alimento ni bajarás la calidad del mismo; pero procura que produces la leche suficiente; es decir, que tu hijo se desarrolla adecuadamente.

Cuando comienzas a menstruar de nuevo, notarás que las primeras veces te viene de forma irregular y al poco tiempo se regula tu ciclo. De hecho, algunas mujeres tienen menstruaciones con más sangrado las primeras veces, hasta que se normaliza el flujo en las veces subsiguientes. Esto se debe a que la primera vez se expulsa el partillo; es decir, los restos hemáticos que han quedado en el útero.

Muchas veces, las mujeres se preocupan porque aún no tienen la regla y hablan con sus médicos, pediatras o ginecólogos para que intenten aconsejarlas; el problema es que muchos especialistas no están al tanto de esto (que es perfectamente normal) y recomiendan visitar a otros. Esto sucede porque todavía se conoce poco en torno a la lactancia y este fenómeno absolutamente ligado a ella; posiblemente porque antes el amamantamiento se daba hasta los seis meses y ahora este tiempo se ha alargado hasta los dos años en algunos casos.

Inmediatamente después de que la madre expulsa la placenta, durante el parto, los niveles de esta hormona ascienden. Y, a medida que el bebé va succionando la leche, continúan creciendo hasta mantenerse a una altura elevada durante todo el tiempo que dure el amamantamiento. Es evidente que cuantas más veces se da leche al niño (más succión se produce) más prolactina se segrega y también más leche se produce. Para decirlo de forma directa, la prolactina tiene dos funciones fundamentales:

  1. Proveer al bebé de la alimentación diaria
  2. Inhibir la secreción de hormonas (a nivel cerebral y ovárico), anulando la fertilidad

Por eso, mientras tengas altos niveles de prolactina las probabilidades de ovular son casi nulas. Por ende, no tendrás la regla durante el tiempo que se mantenga a ese nivel la cantidad de prolactina.

Enfermedades de ligadas a la menstruación durante la lactancia

Otra cuestión importante de aclarar es la aparición de ciertas enfermedades durante la lactancia, combinadas con la presencia de la menstruación.

Aunque no te esté viniendo la regla y amamantes normalmente, es recomendable que vayas seguido a un especialista para que verifique tus niveles de prolactina. Esto se consigue a través de un examen hipofisiario.

Cuando el porcentaje de esta hormona es demasiado alto (supera los 100 ng/ml) puede aparecer complicaciones de salud que, si no son rigurosamente atendidas, pueden provocarte graves mayores. Si tienes algunos de los siguientes síntomas, te recomendamos que acudas a un médico para que te analice y sepa decirte qué debes hacer en función de lo que te ocurre:

  • Si tienes cambios menstruales brusco (amenorrea o menstruaciones hemorrágicas)
  • Si notas galactorrea (secreciones de leche cremosa en una o ambas mamas, mientras estás lactando)
  • Si sufres dolores de cabeza repentinos, prolongados y muy molestos.
  • Si notas una falta de deseo sexual
  • Si crees que puedes tener hirsutismo (un trastorno en los ovarios que se caracteriza por un sangrado repentino e irregular)

Mantener un estricto control antes y después del parto es fundamental para asegurarnos una adaptación completa de nuestro organismo a la nueva realidad, de ser madres lactantes. Te aconsejamos que no dudes en hacerle a tu médico todas las preguntas que te surjan, a fin de asegurarte un seguimiento adecuado de tu salud y la salud de tu bebé.

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