Cómo Sobrellevar los Cambios de tu Cuerpo durante el Embarazo

Cambios físicos durante embarazo

Cambios físicos en el embarazo | Derechos fotolia

Cuando vemos a una mujer embarazada solemos sentir un flujo de ternura y simpatía. Y es que, ciertamente, es una imagen muy bonita. Sin embargo, para la mujer que está esperando un niño no todo es delicioso; muchas veces los cambios de nuestro organismo pueden resultarnos sumamente incómodos.

Es probable que sientas que el útero te presiona las costillas y que el bebé te da pataditas en un lugar en particular. Esto puede resultarte conmovedor porque te sientes más cerca de tu hijo pero por momentos también puede molestarte. Y, si tienes un embarazo múltiple, la incomodidad será todavía mayor. Sea como sea, que esperes uno o varios bebés, sentirás que cada vez te cuesta más moverte y que simples acciones como agacharte o levantarte de la cama son sumamente trabajosas.

Caídas en el embarazo
Es normal que te hayas vuelto más cautelosa a fin de evitarte ciertos accidentes. Pero debes saber que es imposible prevenirlo todo y que, la mayoría de las embarazadas ha tenido una caída leve alguna vez y no les ha sucedido nada. El bebé se encuentra muy bien protegido, gracias al líquido amniótico, que es un excelente amortiguador natural.
No obstante, si te caes no dejes de comentárselo a tu médico para que se asegure y te asegure de que el bebé está bien. Debes hablar con tu médico, sobre todo, si:

  • Sientes un dolor abdominal intenso
  • Tienes principios de contracciones
  • Sufres una hemorragia
  • Has recibido un golpe directo en el útero

Es probable, a su vez, que tu médico quiera monitorizar al bebé durante un tiempo para asegurarse de que solo ha sido un buen susto.

Contracciones de Braxton-Hicks y Síndrome del Túnel Carpiano

Cuando ya estás llegando al final del segundo trimestre, es probable que sientas como si el útero se endureciera o te apretara. Este fenómeno se conoce como contracciones de Braxton-Hicks.

No es un síntoma preocupante; tan solo unas contracciones de prueba que se manifestarán cuando te encuentres activa y desaparecerán en tus períodos de descanso. Generalmente son indoloras, aunque a algunas embarazadas les resultan realmente incómodas. Son más comunes en mujeres que ya han tenido hijos y a veces no suelen distinguirse con los movimientos fetales.

No debes preocuparte por ellas, a menos que estés de menos de 36 semanas y experimentes contracciones persistentes de forma regular y cada vez más dolorosas; en ese caso llama al médico para que te examine y descarte la posibilidad de que se trate de un parto prematuro.

Otra molestia del embarazo se conoce como síndrome del túnel carpiano. Se manifiesta como un adormecimiento o dolor en los dedos y las muñecas y se produce cuando una hinchazón de la muñeca presiona el nervio mediano; el cual está situado a lo largo del túnel carpiano, desde la muñeca hasta la mano. A veces, este dolor se da en una de las manos, otras veces en ambas. Y suele intensificarse durante las noches.

Debes comentar con tu médico sobre estas dolencias, las cuales suelen ser más incómodas si además sufres de retención de líquidos. A su vez, puedes utilizar una muñequera ortopédica (que puedes encontrar en cualquier farmacia) que te ayudará a aliviar el dolor. Y ten presente que, aun si el dolor no disminuye en el resto de la gestación sí lo hará instantáneamente, una vez haya nacido tu hijo.

6 Formas de aliviar las Hemorroides

Otra dificultad común durante el embarazo son las hemorroides que, aunque nadie quiera mencionarlas, son comunes en esta etapa. Se producen por la dilatación e hinchazón de las venas situadas alrededor del recto y son causadas por el aumento de tamaño del útero. El cual, al presionar los vasos sanguíneos principales, provoca que la sangre se acumule y las venas se agranden.

Por otro lado, la progesterona relaja las venas y esto provoca que la hinchazón aumente. Y, si a esto le sumamos el estreñimiento, la situación se vuelve sumamente incómoda y hasta dolorosa.

A veces, las hemorroides llegan a sangrar; esto no afectará al embarazo, a menos que se vuelva algo frecuente. De toda formas hay algunas cosas que puedes hacer para aliviar este malestar:

  1. Evita el estreñimiento. Toma todas las precauciones que puedas para no llegar a este momento; una buena dieta es el mejor remedio.
  2. Realiza ejercicio. Esto también te ayudará a evitar el estreñimiento ya que el movimiento de los intestinos hace que las deposiciones no se endurezcan tanto.
  3. Descansa seguido. Si puedes siéntate todo lo que puedas para aliviar la presión sobre las venas.
  4. Utiliza medicamentos tópicos. Existen muchos de venta sin receta que suelen ser muy utilizadas durante el embarazo y que ayudan a aliviar las molestias.
  5. Toma baños tibios dos o tres veces por día. La temperatura del agua aliviará los espasmos musculares que suelen ser la causa principal de los dolores que sientes.
  6. Utiliza toallitas para las hemorroides o toallitas con hamamelis para aliviar la zona. Con ellas podrás encontrar el alivio y frescor que necesitas para esta dolencia.

Ocúpate pero no te preocupes en demasía. Procura mantener una buena calidad de vida y ten presente que las hemorroides desaparecen con el parto.

Las molestias en el tercer trimestre de embarazo

Durante el tercer trimestre es cuando las molestias se vuelven más insoportables. Esto se debe a que el tamaño de tu abdomen es cada vez mayor y que tu organismo cada vez se siente menos hábil para moverse libremente; además de todos los efectos que puede causarte el cargar con otra vida en tu interior. Y es sobre este período cuando regresa la fatiga experimentada al inicio del embarazo.

Sentirás como si cada movimiento te costara un horror llevarlo a cabo, como si te movieras en cámara lenta. Y el cansancio será una constante durante todo el día. Si a las molestias propias de cualquier embarazo le sumas la responsabilidad de cuidar de tus hijos mayores, entonces el agotamiento será mayor.

Es importante que no te pongas presiones innecesarias. Debes ser realista acerca de qué cosas puedes y cuáles NO puedes hacer. Pide ayuda e intenta no culpabilizarte por no hacer todo lo que quisieras o lo que sientes que “deberías hacer”. Date el tiempo que necesites para descansar y delega el mayor número de responsabilidades posible. Pide ayuda para las tareas de la casa y haz lo posible por aprovechar los momentos de intimidad para descansar, realizar tus ejercicios de relajación y estar en contacto y armonía con tu propio cuerpo y con la vida que viene en camino.

5 Formas de combatir el Insomnio durante el Embarazo

En lo que respecta al insomnio, es muy raro que haya embarazadas que no lo padezcan, así que no te preocupes.

Durante los últimos meses los problemas para dormir aumentarán. La dificultad para encontrar una postura cómoda es una de las causas principales de esta incomodidad. Es posible que te sientas enorme y que no sepas que postura adoptar para descansar tranquila. Además la necesidad de ir al servicio cada dos por tres, hace que se vuelva más difícil conciliar el sueño.

De todas formas, existen algunas cosas que puedes hacer para buscar una mayor tranquilidad.

  1. Realiza ejercicio durante el día. La actividad te provocará cansancio y esto te ayudará a la hora de quedarte dormida.
  2. Acuéstate un poco más tarde que de costumbre. Así pasarás menos tiempo dando vueltas en la cama y no te agobiará la posibilidad de no poder dormirte.
  3. Limita la ingestión de líquidos pasadas las seis de la tarde. Esto te ayudará a ir menos al baño durante la noche. No obstante, se cautelosa y no te provoques una deshidratación por ello.
  4. Utiliza una almohada para el cuerpo. Puedes colocarla alrededor de tu cuerpo hasta que encuentres una postura en la que puedas relajarte. Recuerda que debes dormir del lado izquierdo.
  5. Toma baños relajantes antes de acostarte. El baño caliente suele ser un importante inducidor del sueño. ¿Lo has probado?

Tratar las Estrías

Es precioso ser madre, no hay duda. Pero también debes estar preparada para soportar un montón de cambios, muchos de los cuales no tenías idea de que existían. A veces el problema es incómodo, en otras situaciones no lo sientes pero afecta a la estética de tu cuerpo. Entre estos problemas se encuentran las estrías.

Las estrías son prácticamente inevitables, aunque no a todas las embarazadas las aquejan. Se producen porque la piel se estira para dar lugar a la expansión del útero y llega un momento que este estiramiento provoca agrietamientos en la piel.

No existe una crema efectiva para prevenirlas, aunque sí hay precauciones relacionadas con el cuidado de tu peso durante el embarazo que te ayudarán a poner de tu parte para que no te afecten en demasía.

Cómo prevenir las Varices durante el Embarazo

La mayoría de las personas padecemos de esta dolencia. Se presenta como un pequeño mapa de carreteras en la parte inferior de las piernas y, en algunos casos, incluso en la zona vulvar. Se producen por la dilatación de las venas a causa de la presión del útero sobre los vasos sanguíneos.

Las mujeres de piel clara o con antecedentes familiares de varices son especialmente propensas a padecerlas. A veces estas venas de color azulado o violeta se esfuman después del parto, pero en otras permanecen. Si bien suelen ser indoloras, pueden ir acompañadas de pequeños malestares.

No existe una forma de prevenirlas o evitarlas, pero sí se puede reducir la cantidad e intensidad con que afloren siguiendo una serie de consejos.

  1. Evita estar de pie durante un tiempo prolongado.
  2. No lleves ropa ajustada a las piernas.
  3. si debes permanecer mucho tiempo quieta, mueve las piernas de vez en cuando para estimular la circulación.
  4. Coloca las piernas en alto siempre que puedas para que la sangre fluya por tu cuerpo con comodidad.

 Dolencias en el nervio ciático

Otro dolor característicos del embarazo es uno que se extiende desde la región lumbar hasta los glúteos y luego baja por una de las piernas. Se conoce como ciática y viene ligado a una pérdida de sensibilidad.

Se produce por una presión sobre el nervio ciático, uno de los más importantes del organismo que se ramifica desde la espalda a través de la pelvis, pasa por las caderas y desciende por las piernas.

Este dolor puede aliviarse con reposo en la cama, cambiando la postura constantemente para evitar la incomodidad; también pueden ayudar los baños tibios y los paños calientes o ciertos ejercicios característicos.

Si sufres de esta dolencia, consulta a tu médico para que te recomiende el tratamiento adecuado a tu situación.

Primeros síntomas de la etapa final del Embarazo

Las sensaciones de incomodidad van creciendo a medida que se acerca el momento del parto. Durante el último mes, sentirás cómo tu abdomen desciende y de repente, te resulta más sencillo respirar. Esto se debe a que el bebé se ha encajado en el canal y se está preparando para descender a través de él. A partir de que esto ocurre suelen pasar dos o tres semanas hasta que tiene lugar el parto.

Cuando el bebé se encaja muchas molestias desaparecen para dar lugar a otras. De este modo sentirás que el útero no presiona el diafragma y que puedes respirar con más tranquilidad al tiempo que disminuye la acidez. Sin embargo, también sentirás más presión en la zona vaginal y puede que sientas punzadas, a medida que el bebé se mueve y presiona la vejiga y el suelo pélvico.

Es importante aclarar, sin embargo, que, el hecho de que el bebé se haya encajado no indica que haya comenzado la dilatación. Tampoco es signo de que el parto vaya a ser normal, así que no dejes de acudir a la consulta médica para que sea él quien asegure que todo se haya en orden.

Prepararse para la llegada del Bebé

A su vez, mientras percibes todos estos dolores debes prepararte para la llegada de tu nuevo hijo. Son muchas las decisiones que debes tomar durante el embarazo. Una de ellas se encuentra relacionada con la alimentación del bebé. ¿Has decidido lactancia materna o artificial?

Si has optado por amamantar, es importante que durante el embarazo te prepares para ello. Así es conveniente que tomes medidas para endurecer la piel alrededor de los pezones y evitar que se agrieten o inflamen al darle el pecho a tu bebé. Esto puedes conseguirlo dándote masajes suaves a diario, exponiéndolos al aire y frotándolos suavemente con una toalla.

También puede ayudarte muchísimo comenzar a utilizar con antelación sujetadores de lactancia, poniéndotelos con las copas abiertas para que la ropa roce los pezones y ayude a fortalecerlos. Pero evita los aceites y las cremas, ya que producen el efecto contrario al que deseas.

Continuaremos sintiendo ternura y simpatía por las fotos de mujeres embarazadas. Y es que ser madre es algo bonito; pero también es importante que conozcamos las consecuencias que puede traer este proceso en nuestro organismo para entenderlo mejor y saber actuar en consecuencia. Así evitaremos que nos provoque problemas a largo plazo.

Si sigues estos consejos, seguro que podrás hacer frente a las dolencias y disfrutar de un fantástico embarazo.

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