La exposición a sustancias contaminadas puede ser sumamente perjudicial durante el embarazo. De acuerdo al grado de contaminación al que te expongas y a la peligrosidad de dichas sustancias, serán las consecuencias. A veces los riesgos son inevitables, pero en otros casos hay cosas que puedes hacer para prevenir graves consecuencias.

Las mujeres que durante el embarazo respiran niveles altos de diversos monóxido de carbono y ozono, tienen mayores probabilidades de dar a luz niños con problemas de diversos tipos. Dichos daños pueden ir desde simples dolencias a malformaciones faciales o cardíacas.

Según una investigación llevada a cabo por la especialista en epidemología, Beate Ritz, para la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), las pruebas son contundentes. Los hijos de mujeres expuestas a este tipo de sustancias nocivas, nacen con fisuras palatinas, labios leporinos o defectos cardíacos. Por otro lado, los riesgos se acentúan si la exposición se da en el segundo mes de embarazo, que es cuando los órganos del bebé están en plena formación.

Cuáles son las sustancias más nocivas para el bebé

Algunas de las sustancias sumamente nocivas durante el embarazo son:

• Óxidos de nitrógeno
  
  Elemento infalible en las grandes urbanizaciones. Son emitidos por la combustión en coches, autobuses, maquinaria de construcción y la mayoría de las herramientas utilizadas en la actividad industrial. También se encuentran presentes en las instalaciones de calefacción.
• Agentes orgánicos volátiles
  
  También la exposición es casi inevitable en las grandes ciudades, donde el tráfico y ciertas actividades industriales eliminan al medio ambiente sustancias volátiles altamente tóxicas para cualquier individuo. Y mucho más peligrosas durante el embarazo.
• Reacciones provocadas por la exposición al sol
  
  Cuando nos exponemos al sol, la energía que nos transfiere causa reacciones entre los óxidos de nitrógeno y las sustancias orgánicas volátiles que forman el ozono. Esta contaminación podría afectar a cualquier individuo, pero más aún a los niños y gestantes. Esto se debe a que en esos primeros instantes de vida el sistema inmunitario no es lo suficientemente fuerte como para contrarrestar los efectos de esta toxicidad y es sumamente vulnerable a los mismos.
  
  Por otro lado, los efectos del sol sobre nuestro entorno pueden potenciar los factores contaminantes. Este astro provoca una función negativa y una positiva sobre el ambiente. La positiva es que al calentar el suelo hace posible el crecimiento de plantas y, por ende, la continuidad de la vida; la negativa es que respiramos las sustancias que produce, y no todas son buenas para nuestro organismo. Si a esto le sumamos que el sol provoca reacciones químicas que vuelven más agresivas algunas sustancias contaminantes que ya se encuentran en el ambiente, podemos decir que es primordial cuidarse de él.
• Exposición a la vinclozolina
  
  Se trata de un compuesto que se utiliza como fungicida para el cultivo de frutas y verduras. Muchas personas nos hemos expuesto a sus efectos sin siquiera saberlo y sus efectos podrían verse reflejados en nuestras generaciones posteriores. Según lo manifiestan diversos estudios, esta exposición podría provocar bruscos cambios hormonales e incluso ser causa fundamental de la aparición de espermatozoides con deformidades en hombres jóvenes.
• Trabajos peligrosos
  
  Ciertos empleos en los que las mujeres se ven obligadas a exponerse al contacto con sustancias nocivas pueden ser sumamente perjudiciales para el feto. En tales circunstancias es importante que la madre examine exhaustivamente los riesgos de su trabajo y converse con su médico, para impedir afectar negativamente la vida de su hijo.

Efectos más comunes de la contaminación en el feto

Algunos de los efectos que la contaminación provoca en el feto son:

• Bajo peso al nacer
• Malformaciones faciales
• Malformaciones cardíacas
• Problemas futuros de salud
• Aborto espontáneo
• Autismo
• Trastorno bipolar

Los principales focos de contaminación son las partículas dispersas por el aire provenientes del abuso de aparatos de calefacción, de las centrales productoras de energía y del tráfico automovilístico. De hecho en los lugares más contaminados los nacimientos dificultosos o de riesgo son más comunes que los menos contaminados.

Cabe mencionar que ciertas circunstancias en el momento del parto pueden marcar considerablemente el futuro de la criatura. Tal es así que el bajo peso al nacer puede acarrear un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad perinatal y problemas de salud de tipo crónicos tanto en la infancia como en la etapa adulta.

Riesgos a tiempo indefinido

Es importante señalar, que los riesgos de esta exposición no solamente se reducen al período de gestación sino que también pueden afectar el desarrollo y comportamiento de los hijos, en un período posterior al contacto con estas sustancias. Tal es así que nuestros hábitos y formas de vida afectarán considerablemente a nuestros hijos. Incluso existe una nueva disciplina conocida como epigenética que estudia los aspectos relacionados con el ambiente heredado. Entre las consecuencias pueden mencionarse desde mutaciones en nuestro ADN o en ciertos elementos que regulan genes, cuyos efectos podrían notarse en las futuras generaciones.

En este momento presenciamos los efectos que durante tres generaciones han afectado invisiblemente a nuestras sociedades. Los efectos de la conocida como revolución química pueden evidenciarse claramente ahora, y para poder obrar un cambio positivo es importante actuar con urgencia, para ver los efectos dentro de tres generaciones.

Por otra parte, en la revista Environmental Health se publicó un artículo que dejaba en evidencia que las partículas HAP (Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos) son especialmente peligrosas en el embarazo. Esta exposición podría estar relacionada con muchos de los nacimientos prematuros en los lugares donde la calidad del aire es bastante deficiente.

Los nueve primeros meses de tu hijo son fundamentales y decisivos por el resto de su vida. Pero el cuidado de la calidad del ambiente donde se desarrolla tu hijo no termina con el nacimiento; los efectos en la infancia de la exposición a ciertos agentes contaminantes puede aseverar ciertas enfermedades crónicas. Además, la vulnerabilidad provoca que esta exposición tenga efectos neurológicos duraderos.

6 consejos frente a la contaminación en el embarazo

Pero este artículo no intenta asustarte, simplemente hacerte consciente de los peligros a los que te expones en el embarazo.

A continuación te presentamos algunas cosas que puedes hacer para evitar exponer a tu bebé a los daños derivados de la contaminación.

1. Evita el humo del cigarrillo. No solamente debes dejar de fumar, no aceptes que otro lo haga cerca de ti (ser una fumadora pasiva afectará muchísimo el desarrollo de tu bebé). Así mismo, evita cualquier ambiente donde se fume o donde se haya fumado previamente y no haya sido debidamente ventilado.
2. Revisa tu automóvil con frecuencia. Así te asegurarás que no despide sustancias contaminantes o emana componentes nocivos; contribuirás de este modo con tu bienestar, el de tu bebé, y el del medio ambiente.
3. No pongas nunca en marcha el motor dentro del garage si se encuentra cerrado. Siempre debes hacerlo en un lugar ventilado, para evitar que el humo se disperse dentro de la casa y respires esa toxicidad.
4. Toma precauciones al hacer ejercicio. Si realizas actividad física prenatal, asegúrate de hacerlo en lugares donde no haya mucho tránsito y el aire no se encuentre visiado.
5. Busca ayuda en la naturaleza. Una forma fantástica de mantener el aire de tu casa en buenas condiciones es colocando plantas en toda la casa. De esta forma podrás respirar un aire más puro. Más allá de los otros beneficios, como la presencia de organismos vivos que alegran nuestra vida con su presencia.
6. Recuerda nuestras consideraciones acerca de los cuidados que debes tener en tu trabajo para evitar que malas decisiones afecten al bebé.
   

Durante el embarazo son muchas las precauciones que debes tomar, a fin de asegurarle a tu hijo un crecimiento sano y saludable. Si bien hay ciertas cosas que no puedes evitar, como la contaminación de tu entorno, hay otras que sí puedes hacer para ayudar a tu bebé. Si sigues estos consejos, posiblemente colabores con una gestación envidiable y tu hijo te lo agradezca en un futuro.