Tratamiento del Cáncer de Mama durante el Embarazo

pregnant woman's belly

El cáncer de mama en el Embarazo | derechos Fotolia

En las últimas décadas el número de mujeres que contrae cáncer de mamas durante el embarazo ha ido en aumento. Esto se debe a que cada vez son más las mujeres que deciden tener hijos a una edad avanzada y, teniendo en cuenta que el riesgo de contraer cáncer aumenta cuanto más edad se tiene, no es necesario agregar mucho más.

Por otro lado, uno de los problemas fundamentales que derivan de esta circunstancia es la dificultad para detectar la presencia del cáncer. Esto se debe a que presenta síntomas que pueden disimularse con los mismos del embarazo. En este artículo te ofrecemos toda la información que necesitas, deseando responder a las numerosas preguntas que deben asaltarte en torno a este tema.

Células normales y células cancerígenas

Según las estadísticas anualmente cada 10.000 embarazos surgen 1.000 casos de mujeres con cáncer de mama. Se trata del cáncer más común durante el embarazo, la lactancia y después del nacimiento del bebé. Incluso a veces recibe el nombre de cáncer de mama gestacional o cáncer de mama asociado con el embarazo. Seguramente has oído hablar de esta dolencia, pero ¿sabes exactamente de qué se trata y cómo se desarrolla? Te lo contamos.

En nuestro organismo las células crecen y se multiplican, dividiéndose en nuevas células y muriendo cuando ya no cumplen una función. Y todo se realiza de forma ordenada y sin que nosotros nos demos cuenta. Esto sucede desde que nacemos hasta que alcanzamos la edad adulta; las células se multiplican rápidamente. Pero a partir de ese momento, se dividen solamente para reemplazar aquellas otras células que se han desgastado o que están muriendo, de este modo se reparan las lesiones.

Las células cancerígenas se diferencian de las normales en que continúan reproduciéndose más allá de la etapa propia del ciclo de la vida. En lugar de morir, viven más que las células normales y siguen formando nuevas células semejantes a ellas, incapaces de detenerse en la multiplicación.

La producción de ciertas hormonas, como el estrógeno, es necesaria para que las células normales del seno crezcan y se dividan; de este modo el cuerpo puede transformarse durante el embarazo para dar lugar a la nueva vida que viene en camino. Pero también estas hormonas pueden promover la multiplicación de células cancerígenas.

El cáncer y los ciclos menstruales

Según lo revelan múltiples estudios, las mujeres que han comenzado a menstruar antes de los 12 años de edad y aquellas a quienes la menopausia les ha llegado de forma tardía, después de los 55 años, tienen más probabilidades de contraer cáncer. Esto se debe a que han estado expuesta a las hormonas estrógeno y progesterona por un tiempo más prolongado a lo largo de su vida. Del mismo modo que el ciclo menstrual afecta el riesgo de contraer cáncer, también lo hace el embarazo.

En este caso los cambios hormonales se producen por la gestación de la nueva vida. Y, si bien por un lado el embarazo detiene los ciclos menstruales, por el otro acelera la producción de progesterona, lo que no variaría en demasía las probabilidades de contraer esta enfermedad. Aunque, sí se estima que la exposición a progesterona es menos propensa a provocar cáncer que la de estrógeno; por lo que, según una corriente, las mujeres que tengan varios embarazos a lo largo de su juventud, presentarían un riesgo menor de contraer cáncer. Estos mismos estudios, sin embargo, destacan que las mujeres que deciden tener su primer embarazo después de los 30 años tienen un riesgo ligeramente mayor a desarrollarla.

El embarazo puede ser un obstáculo para la detección del cáncer. Tal es así que en general suele detectarse en una etapa más avanzada de lo que se diagnostica en caso de mujeres no embarazadas. Además es común que el mismo se haya propagado a los ganglios linfáticos. Debido a los múltiples cambios hormonales a los que estamos expuestas en el embarazo, nuestras mamas aumentan su tamaño, se vuelven más sensibles y suelen presentar protuberancias. Dados estos cambios es difícil detectar un cuerpo extraño hasta que no ha alcanzado un cierto tamaño. Por otro lado, como el tejido del seno se transforma, volviéndose más denso, es sumamente difícil interpretar los mamogramas con exactitud. Además, los síntomas iniciales de la enfermedad pueden ser fácilmente confundidos con los propios del embarazo.

¿Es seguro realizarse una mamografía durante el embarazo?

Esta pregunta es común en las mujeres embarazadas que temen ser víctimas de esta enfermedad. La mayoría de ellas posterga la realización de la mamografía hasta pasado el parto, dado que temen que pueda ser perjudicial para el bebé.

Es importante señalar, sin embargo, que la cantidad de radiación a la que debes exponerte durante esta prueba es pequeña y esta toda dirigida hacia el mama, por lo que tu bebé no podrá verse perjudicado por ella. Además se te colocará una placa de plomo sobre la parte inferior del abdomen para impedir que pueda perjudicar al bebé.

Algunos médicos aseguran que es muy prudente que una embarazada se someta a una mamografía para poder detectar cualquier anormalidad relacionada con la multiplicación de células cancerígenas. Cabe mencionar que esta prueba es la responsable de la mayoría de los casos de cáncer de mama que se diagnostican durante el embarazo.

No obstante, es importante que tengas presente que los especialistas se abstendrán de ofrecerte el 100% de seguridad ya que no hay pruebas que aseguren los efectos que la radiación pueda tener sobre el bebé. Por tanto, lo ideal es que te dejes guiar por lo que te diga tu médico. Si realmente considera innecesario realizarte la prueba puedes dejarla para más adelante; de lo contrario, asegúrate de tomar todas las precauciones que puedas para lamentar complicaciones.

Si te dispones a hacerte esta prueba, recuerda la importancia de la placa de plomo y exige que te la coloquen. Debes tomar este recaudo aun si todavía no te han confirmado el embarazo pero crees que puedas estar esperando un bebé.

Diagnóstico de cáncer en el embarazo

La manera más eficiente de conocer el diagnóstico del cáncer es a través de una biopsia; la misma permitirá saber si los cambios que están teniendo lugar en nuestros mamas son debido a un tumor cancerígeno.

Una biopsia se realiza extrayendo un pedazo de tejido del área que se cree enferma. Se utiliza para esto una aguja larga y hueca con la que se realiza una pequeña incisión en el tejido. Este procedimiento es muy sencillo y, generalmente, ambulatorio. La anestesia es ínfima, tan solo centrada en el área afectada, por lo que los efectos que podría provocar en el desarrollo del feto son casi nulos.

Una vez se confirma que se trata de un tumor maligno se deben realizar otras pruebas que ayuden a determinar cuál es el alcance de las células cancerígenas, a fin de conocer la etapa evolutiva en la que se encuentra la enfermedad. De acuerdo a cuánto se haya propagado el tumor, podrá recomendarse un tratamiento en particular u otro.

Algunas de estas pruebas, algunas menos recomendables que otras durante el embarazo, son:

  • Ecografía y resonancia magnética

    El feto no está expuesto a la radiación con pruebas como la ecografía y la resonancia magnética, por lo que se recomiendan en caso de que sean necesarios. Exceptuando los casos en los que se utilice tinte (material de contraste), ya que podría alcanzar la placenta y podría ser causa de anomalías. Esto hace que no sean recomendable las imágenes por resonancia magnética realizadas con material de contraste.
  • Radiografías del tórax

    Suelen utilizarse para determinar el tipo de tratamiento a seguir por la paciente. La radiación que se utiliza es mínima y no se tienen pruebas de que pueda ser perjudicial para el bebé; no obstante, la zona del abdomen debe ser protegida con la placa de plomo.
  • Gammagrafías óseas y tomografías computarizadas de abdomen, pelvis o tórax

    Pueden ser útiles para determinar el grado de propagación del cáncer sin embargo representan un cierto riesgo para el bebé, dada la cercanía de las áreas con el útero. En caso de que se crea que el cáncer se encuentra únicamente en el mama, no se recomienda exponer a la mujer embarazada a estas pruebas.

Tratamiento del cáncer de mama durante el embarazo

El procedimiento para tratar el cáncer de mama varía de acuerdo a las características de la paciente. Entre las consideraciones a tomar en cuenta por los especialistas se encuentran:

  1. La localización y tamaño del tumor
  2. Si se ha propagado y en qué medida
  3. Etapa del embarazo
  4. Deseos de la madre respecto al tratamiento de su enfermedad

Al diagnosticar el cáncer, los especialistas tienen el mismo objetivo ya se trate de una mujer embarazada como de una que no lo esté: controlar la propagación del tumor e intentar eliminarlo, reconociendo el lugar donde se originó. Pero en caso de que haya una segunda vida de por medio (la de un bebé) se tendrán exclusivas consideraciones para ella, a fin de protegerla durante esa primera etapa del crecimiento, mientras se busca la forma de ayudar a la madre.

Muchas veces los médicos prefieren aconsejar a la madre que concluya el embarazo para no exponer al bebé a ciertos peligros altamente nocivos. Esto sucede cuando es necesario aplicar quimioterapia, radioterapia o terapia hormonal.

En el caso de la cirugía, es importante mencionar que es el primer tratamiento que se realiza frente al cáncer de mama. Este tratamiento no implica casi riesgos para el feto, se trate de una extirpación simple o de una mastectomía (de todo el mama), o incluso de los ganglios linfáticos ubicados debajo de las axilas. No obstante, en algunas etapas del embarazo, la anestesia puede ser arriesgada, por eso es necesario que te informes detalladamente y pidas más de una opinión profesional, antes de someterte a este tratamiento durante el embarazo.

Es importante señalar que de acuerdo a la etapa en la que la enfermedad sea detectada, cambiará la forma de operar frente a ella.

  • Si el cáncer es diagnosticado durante el tercer trimestre de embarazo, la mejor opción es retrasar todo tratamiento hasta después del parto, dado que el tiempo de espera es mínimo y los resultados no variarán entre comenzar instantáneamente o esperar ese tiempo.
  • En el segundo trimestre, dependerá de la situación de la mujer y de las consideraciones que tomará en cuenta el médico para tratarlo.
  • Los cánceres más delicados son aquellos que se detectan durante la etapa inicial del embarazo. Ya que, el tiempo que deberá transcurrir hasta que pueda comenzarse con el tratamiento (si se retrasa hasta después del parto) es demasiado y las posibilidades de que el cáncer se propague aumentan.

Solamente nos resta recomendarte que ante cualquier síntoma o molestia consultes sin demora a tu médico que sabrá cómo actuar y cuándo hacerlo. Y, recuerda que si bien los riesgos aumentan con la edad; eso no significa que todas las mujeres que deciden tener hijos a una edad avanzada sean blanco seguro para contraer la enfermedad. No obstante, la mejor forma de prevenir consecuencias lamentables es realizar un seguimiento prenatal exhaustivo.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Comparte y Ayuda a otras Mamás Primerizas. Gracias de antemano!

        



Suscríbete al BLOG

Y recibe consejos actuales sobre Embarazo para Primerizas(y no primerizas!)



(*)Prometemos no enviar spam. Nos gusta tan poco como a ti y , además, respetaremos tu privacidad :)