Ser madres nos afecta de maneras que no podemos imaginar y la curva de aprendizaje de las primeras semanas, mientras nos adaptamos a la realidad de tener a un hijo en casa, es especialmente pronunciada.
De sobra sabemos que no se nace sabiendo ser padre o madre; todos tenemos que aprender a serlo. Y esto solo podemos lograrlo si conservamos la calma y permanecemos tan tranquilas y serenas como nos sea posible, para poder a asumir el papel con facilidad. Sin embargo, a veces esto no es posible. Por diferentes razones, puede que no consigamos sentirnos a gusto con la nueva vida y que lleguemos a creer que no podremos con todo. Sigue leyendo