¿Necesita un iPhone nuestro hijo?

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Niños con iphone | Foto de Jerry Wong

En el artículo de hoy intentaremos responder a una de las preguntas modernas más populares. ¿A qué edad es recomendable darle un teléfono móvil a nuestros hijos? Pero desde una perspectiva diferente, aspirando a ayudarles a discernir cuán necesario es ofrecerle un dispositivo de última generación a nuestro hijo pequeño.

En los diversos foros de madres que buscan respuestas a sus miles de preguntas, es normal encontrarse con ésta. Y es que, vivimos en una era donde cada individuo cuenta por lo menos con un móvil; ya que creemos que es una buena forma de sentirnos seguros. Podría decirse que no concebimos la vida sin este aparato.

Y estamos tan convencidos de la seguridad que nos ofrecen estos pequeños dispositivos que creemos que nuestros hijos también deben tener uno. Para su seguridad y, por supuesto, nuestra tranquilidad. Sin embargo ¿realmente estamos tomando esta decisión por su seguridad o nos estamos dejando llevar por las tendencias sin prever las consecuencias de nuestros actos? Las respuestas a esta pregunta y mucho más es lo que te ofrecemos a continuación.

Las nuevas generaciones y los móviles

Según las estadísticas, la mitad de los menores entre 6 y 11 años posee un teléfono móvil; mientras que entre los adolescentes (en edad superior a los 14 años), el número asciende a ocho de cada diez. Dichos estudios nos alertan a su vez de que la edad de inicio de la conocida como “movilmanía” desciende a pasos agigantados.

Por todo esto, muchas compañías que desarrollan productos para los más peques se han amoldado a este nuevo mercado. Tal es el caso de Disney, que ha lanzado cientos de aplicaciones para que los niños descarguen desde móviles, Imaginarium, que cuenta con su propio teléfono y , más recientemente, la tableta para niños del canal de televisión Clan. Y al final, la ecuación deriva en que debemos invertir más dinero para comprar ¿la seguridad? ¿la felicidad de nuestros hijos?

Las ventajas de un móvil pueden ser muchas, pero también lo son los riesgos que conllevan consecuencias más o menos peligrosas para la estabilidad de nuestros hijos.

  • Deterioro de la comunicación con sus padres y otras personas “reales”
  • Aparición de la adicción (muchos niños expresan que no pueden vivir sin sus móviles)
  • Distracción constante que los lleva a no enfocarse en nada productivo
  • Deserción o mal rendimiento escolar
  • Excesivo gasto económico para mantener dicho terminal

¿Cómo y cuándo debo comprarle un móvil a mi hijo?

A la hora de decidir si SÍ o si NO, es importante que no nos dejemos llevar por las modas “que si tal lo tiene”, “que todo niño debe tener un móvil para sentirse incluido” y estas frases que son impulsadas por un mercado consumista que busca convencernos de que necesitamos cosas que en realidad no nos hacen falta, ni a nuestros hijos.

Debemos, ante todo, evaluar con qué fin le compraremos el móvil y cuáles serán las reglas de uso. En este punto debemos hacernos una pregunta fundamental ¿seremos capaces de aplicar esas reglas cuando nuestro hijo llore porque en un momento en el que no debe utilizar el móvil desea hacerlo? Posiblemente, la adquisición de un móvil traiga problemas que tengamos que enfrentar, y debemos estar preparados. Por tanto, es primordial obrar con sentido común y ser conscientes y cautos respecto a las ventajas y desventajas que esta decisión representa.

De todas formas, te damos algunos consejos que pueden resultarte útiles.

  • NO: si todavía no han cumplido más de 12 años. La edad recomendable es en torno a los 14, dado que en este momento se da el inicio de la etapa social en su sentido más estricto.
  • NO: si presentan una actitud despreocupada de los riesgos. Es preferible en tal caso que utilicen el nuestro, siempre y cuando los estemos supervisando constantemente.
  • SÍ: si nuestro hijo es dócil y mantiene una estrecha relación con nosotros. Es decir, si creemos que seremos capaces de llegar a un acuerdo acerca de la utilización del móvil.

Alternativas más viables

Si pasamos muchas horas separados de nuestros hijos es normal que queramos regalarle un dispositivo de este tipo que nos permita estar más comunicados. De este modo, él podrá sentirse acompañado y evitar pensamientos negativos, como el sentir que “lo abandonamos en manos de otras personas porque no lo queremos”, por poner un ejemplo. Sin embargo, para este tipo de uso no será necesario un iPhone o un teléfono de pantalla táctil, podemos adquirir uno muy sencillo, con las funciones mínimas.

Intentando satisfacer esta necesidad y apostando por la mayor seguridad posible la compañía británica OwnFone ha lanzado recientemente un móvil diseñado especialmente para niños que se encuentren entre los cuatro y los nueve años de edad.

Se trata de un móvil con las funciones más básicas. Cuenta con un total de 15 botones: uno que funciona para realizar una llamada de emergencia, 12 botones que sirven para memorizar esa cantidad de números de teléfono, escogidos por los padres y grabados de fábrica, cosa que ni el niño ni nadie no pueda hacer nada para modificarlos, y los dos botones restantes son el de llamar y el de colgar.

Este dispositivo, pensado para los más pequeños de la casa, es ideal para aquellos niños que todavía no saben leer ni moverse totalmente en el mundo; con él podrán mantenerse comunicados con sus padres sin poner en riesgo su vida ni su seguridad.

A nivel estético, padres e hijos, accediendo a la página web de la compañía podrán escoger un diseño para su terminal. Encontrarán una serie de modelos y colores, y podrán personalizarlo a la medida de su hijo. Además, podrán inscribir el nombre del niño en la parte trasera, de modo que les servirá para aprenderlo y memorizarlo.

¿Estamos preparados para asumir las consecuencias?

De todos modos, es probable que este móvil no satisfaga a nuestro hijo quien, en breve, nos pedirá uno más moderno y con más funcionalidades. Es importante que seamos claramente conscientes de lo que hacemos. Regalarle un complejo dispositivo no solo pondrá en riesgo su seguridad sino que además podría perjudicar nuestra economía. ¿Cómo?

Hace un par de meses al programa televisivo estadounidense de Ellen Degeneres acudió de invitada una familia que se había visto envuelta en un litigio a causa de un mal uso del teléfono. Uno de sus hijos, de apenas 2 años, utilizaba asiduamente el teléfono de su padre, para disfrutar de un juego. Todo iba de maravilla, hasta que su padre recibió una carga en su tarjeta de crédito de varios cientos de euros. Aparentemente, el niño había aceptado la compra de una serie de items sin darse cuenta (todavía no sabía leer). Finalmente, los padres consiguieron hablar con la empresa distribuidora del juego y llegaron a un acuerdo. Convengamos que la suya fue una historia complicada con final feliz, pero ¿y si tu final no fuera tan “de Hollywood”?

Creemos que este ejemplo debería servirnos para enterarnos de los riesgos que implica el dejarle a nuestro hijo, que aún no se encuentra en edad escolar, un dispositivo de tamaña envergadura. Debemos saber que, en general, los niños no son conscientes de los riesgos y, muchas veces, ignoran aquello que puede ser clave, como el hecho de que por algo haya que pagar.

¿Por qué mi hijo dice que necesita un Blackberry?

Uno de los problemas fundamentales que atravesamos en esta era es el consumismo. Nos hemos acostumbrado tanto a pagar por todo que hasta le hemos encontrado un sentido a esta vida. Y nuestros hijos, que nos imitan en casi todo, adquieren esa necesidad de consumir y vivir en pos de las tendencias que la sociedad nos marca.

No es a causa de lo que ven fuera del hogar, ni a la actitud de sus compañeros de escuela que desean un smartphone, sino, y principalmente, a que en casa les estamos inculcando esa necesidad de lo superficial. A que en casa el aire está enviciado por el consumismo. Es esto, posiblemente, lo que debemos cambiar para lograr que nuestros hijos cesen de solicitarnos tantas cosas materiales.

En un reciente artículo publicado en el Firstpost Life se planteaba esta misma situación y nos ha parecido tan interesante su remate que deseamos compartirlo con ustedes. Decían:

“Los chicos no necesitan herramientas diseñadas para los adultos, ni tampoco armarios repletos de ropa de diseño. Tampoco necesitan ser consultados acerca de las grandes compras de la casa, ni en qué deseamos gastar el dinero los mayores. Si quieres regalarle un móvil a tu hijo que sea porque estás lejos de él muchas horas y así te quedas más tranquila, pero pregúntate ¿es necesario para eso comprarle un iPhone o Blackberry? ¿Qué hay de un modelo más sencillo?
Es muy fácil argumentar este gasto diciendo “la sociedad nos lo exige“, sin embargo es necesario que asumamos nuestra responsabilidad en esto. No necesitamos ser amigos de nuestros hijos, lo que tenemos que hacer es ofrecerles herramientas que los ayuden a crecer y ser mejores, y no comprar su felicidad. Y, esas herramientas no son un iPhone.”

Así que, ya lo sabes. Ni iPhone. Ni iPad. Ni Smartphones de ningún tipo… Mejor regalemos a nuestros mucho de nuestro tiempo. Momentos de cálida compañia y sin dispositivos de por medio. Instantes en los que compartamos las cosas que realmente valen la pena en esta vida que, claramente, no son un Blackberry.

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