Primera Ecografía: 10 Claves a Tener en Cuenta

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Primera ecografía durante el embarazo | Derechos fotolia

A lo largo del embarazo tu médico te irá recomendando una serie de pruebas que permitirán confirmar que el bebé se encuentra en buen estado. De todas formas, si tu no quieres hacerte alguna de ellas, no dudes en expresarlo. No tienes por qué someterte a ningún procedimiento con el que no te sientas cómoda.

No obstante, comprender en qué consisten estos procedimientos y para qué sirven, puede ayudarte a tomar la decisión con mayor conocimiento de causa. A continuación te contamos las 10 cosas que debes saber sobre la primera ecografía.

Una experiencia única

Si le preguntas a cualquier amiga acerca de la primera ecografía; seguramente te expresará lo especial que es el momento en el que ves a tu niño por primera vez. Y es que, desde el punto de vista emocional, es algo maravilloso.

Pero no es ésta la razón que debe motivarte a realizarte esta prueba, sino las posibilidades que una ecografía te ofrece. Porque esta experiencia única, permitirá que los médicos lleven un mayor control sobre el embarazo al comprobar el bienestar general y la posición de feto. Además, podrá resultar de mucha utilidad si hace falta realizar pruebas y operaciones especiales.

Durante el embarazo te realizarán dos ecografías; salvo eventuales casos en los que es posible que te recomienden alguna más. La primera de ellas, entre la 10 y la 13 semana y la segunda entre la semana 18 y la 22. En el artículo de hoy intentaremos despejar todas tus dudas respecto de esa primera visita.

¿Qué es una ecografía?

Una ecografía es una prueba que se realiza con un aparato sónico que permite detectar la presencia de objetos en un fluido. Y se realiza mediante un dispositivo, compuesto por un cristal y un sistema eléctrico, llamado transductor que convierte la corriente eléctrica en ondas de sonido de alta frecuencia, imperceptibles para el oído humano. Las ondas de sonido forman un haz que penetra en el abdomen mientras el transductor se mueve de un lado a otro.

Ese haz refleja el material que encuentra en el camino, y el transductor registra los ecos y los convierte en señales eléctricas, que producen una imagen que puede verse a través de una pantalla. Cabe mencionar que este haz solo puede penetrar líquidos y tejido blando, como es el caso del saco amniótico, los riñones y el hígado, pero no puede atravesar huesos o detectar la presencia de gases.

¿Para qué nos sirve?

La primera ecografía se realiza para confirmar el estado de la gestación y comprobar si estás esperando más de un bebé. En la segunda, se comprueba que el feto se desarrolle con normalidad y sirve también para detectar ciertas anomalías.

La ecografía se utiliza cada vez más como una forma segura de detectar peligro de aborto, comprobar que no existe un embarazo ectópico, en tratamientos de infertilidad (como la FIV) y para la cirugía fetal.

Las ecografías se hacen dos veces de forma rutinaria, pero pueden repetirse si el médico lo considera pertinente. Así, podemos saber si el bebé se desarrolla con normalidad.

Las principales razones por las que el médico puede sugerir más ecografías que las rutinarias pueden ser:

      • Para valorar con mayor certeza un caso de infertilidad
      • Para identificar problemas abdominales, como puede ser un embarazo ectópico
      • Si hay probabilidades de que se produzca un aborto
      • Para descartar un embarazo múltiple (o comprobarlo)

¿Cómo prepararnos a la primera ecografía?

Sin lugar a dudas, la primera ecografía es un momento emotivo para toda mujer embarazada. Una experiencia que desearás compartir con los seres que quieres y que atesorarás el resto de tu vida. Y es que no es para menos. Se trata del primer contacto visual que tendrás con esa criaturita que crece en tu vientre.

Como el instrumental de ecografía ha mejorado muchísimo en los últimos años, la técnica actualmente no es para nada invasiva. Así que relájate y prepárate para disfrutar de este momento que, seguro, no olvidarás en la vida.

¿Es una prueba dolorosa?

Esta operación no durará más de 15 minutos y no te producirá ningún dolor. Lo único que te pedirá el médico es que ingieras unos 600 ml de agua con antelación y que no vayas al baño hasta que hayan terminado la prueba.

En esta primera prueba podrás escuchar casi con certeza el latido del corazón de tu hijo, y verás al pequeño moviendo sus manos y piecitos, mientras se agita y da pataditas. Y verás un cuerpito flotando en el líquido amniótico.

Si no entiendes la imagen, cosa bastante probable, pídele al médico que te la explique; así podrás captar mejor la forma de tu pequeñín. Al terminar puedes solicitar que te entreguen una impresión de la imagen del feto para conservar de recuerdo, en la mayoría de los lugares te la darán de forma completamente gratuita.

Cuando llegues a la consulta te pedirán que te estires en una litera y te levantes la camisa dejando el abdomen al descubierto. Te frotarán el abdomen con un gel o aceite (que actuará como conductor de las ondas de sonido) y después te pasarán un transductor por esa zona en todas las direcciones. Lo único que debes hacer es relajarte y mirar hacia la pantalla donde aparecerá tu hijo.

¿Cuáles son los riesgos?

Respecto a los riesgos que puede implicar esta prueba, es importante resaltar que no se conoce ninguno para el feto ni tampoco para ti.

Hace algunos años se creía que podía traer consecuencias a largo plazo, como problemas auditivos causados por el impacto de las ondas sonoras; sin embargo, en los últimos estudios realizados, se ha descartado esta hipótesis. Y, de hecho, se ha descartado todo efecto perjudicial tanto para el feto como para la madre.

Incluso, pueden repetirse las ecografías sin ningún problema, ya que las ondas son de muy baja intensidad.

¿Qué puede detectar una ecografía?

Aunque muchas personas reniegan de las ecografías, porque las consideran totalmente anti naturales, es importante señalar que gracias a esta tecnología se han evitado muchas complicaciones durante los embarazos, e incluso muertes.

Son necesarias porqueporque permiten detectar no solo la normalidad en el desarrollo del embarazo, sino acertar respecto a determinadas anomalías. Permiten:

      • Comprobar la colocación y el desarrollo de la placenta
      • Comprobar el ritmo de crecimiento del feto, si no estás segura de la fecha de concepción
      • Saber si el feto está a punto para nacer, si es tardío
      • Confirmar si el feto está colocado en la posición habitual (cabeza abajo, y no de nalgas), si se realiza durante la semana 38
      • Detectar anomalías, como la espina bífida
      • Monitorizar al feto durante la amniocentesis y la fetoscopia
      • Servir de guía cuando se opera al feto en el útero

Ecografía de datación

Como durante los primeros meses es muy difícil tomar imágenes claras con una ecografía extraabdominal, muchos especialistas prefieren optar por la conocida como ecografía temprana o de datación, la cual se realiza por vía intravaginal. Al permitir un acercamiento más estrecho con el feto permite tomar una imagen más clara.

Las razones por las que es conveniente que te realices esta ecografía son:

      • Cerciorarte de que el embarazo se realiza dentro del útero
      • Conocer el estado del embarazo para poder predecir la fecha precisa del parto
      • Comprobar el número de bebés. Si tienes gemelos, a través de la ecografía puede notarse la membrana que los separa y determinar si comparten placenta
      • Examinar con claridad el útero y los ovarios
      • Evaluar la posibilidad de que el bebé padezca síndrome de Down

Otras pruebas

Ecografía de traslucencia nucal

Existe otro tipo de ecografía que se conoce como de translucencia nucal (TN). La misma se utiliza para medir el grosor del líquido de una zona especial que se encuentra bajo la piel a la altura de la nuca del embrión. Si es más gruesa de lo habitual, el riesgo de que el bebé tenga síndrome de Down aumenta, y se te aconsejará la realización de pruebas ulteriores para confirmar o descartar dicho diagnóstico.
Si en esta primera ecografía se detecta la presencia del hueso nasal, se tiene un marcador temprano y concluyente de que existe bajo riesgo de síndrome de Down.

Ecografía para detectar anomalías

Si existiera algún riesgo, que se haya podido detectar en la primera ecografía, se te realizará en torno a la semana 16 una más detallada con la finalidad de detectar anomalías.
Este nuevo estudio sirve para evaluar si existe una anomalía fetal; al analizar todos los órganos del bebé detenidamente y conocer si se están desarrollando correctamente (pueden incluso contarse los dedos de las manos y los pies).
También permite conocer la edad gestacional, la cantidad de líquido amniótico y la posición de la placenta (se comprueba su posición, tamaño y funcionamiento. Aunque para un examen más a fondo deberá utilizarse un escáner Doppler cromático, para seguir el paso de la sangre por el cordón umbilical).
A su vez, la ecografía de traslucencia nucal permite conocer el índice de crecimiento (se mide la longitud del bebé desde la cabeza hasta las nalgas) y el sexo (esto solamente es posible si se realiza la prueba después de la semana 16. De todos modos, ¡no te fíes al cien por cien!)

Ultrasonidos posteriores

En caso de que en los primeros estudios se detecten ciertas anomalías, es muy posible que te envíen posteriores exámenes. Sobre todo si tienes un embarazo múltiple, si se ha diagnosticado un índice anormal en el desarrollo del bebé (es demasiado pequeño o demasiado grande), si hay exceso o defectos en el líquido amniótico. También si los médicos prevén un posible riesgo de parto prematuro o detectan alguna enfermedad en el feto, como diabetes, hipertensión u otros problemas médicos.

Mantener una actitud positiva

Desde ya, debes recordar la importancia de estar tranquila y de prepararte para esta prueba y para todo lo que respecta al curso del embarazo, con una actitud absolutamente positiva y confiada.

Cuanto más relajada te encuentres, podrás afrontar con mayor firmeza los posibles problemas que pudieran surgir. Además, evitarás pensar en cosas que te generen ansiedad o estrés y podrás disfrutar al máximo de esta etapa tan especial de tu vida.

Ecografía Doppler
Es una ecografía especial que permite observar el flujo sanguíneo de la placenta y el feto a través del cordón umbilical. Consiste en una clase diferente de prueba en base a ondas sonoras que la de la ecografía normal. Se utiliza para conocer las razones por las que un feto no crece como debería. Se trata de un procedimiento indoloro y sin riesgos asociados.
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