Peligros durante el embarazo. Cosas que tenemos que evitar por el bien del bebé

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¿Eres consciente? | Derechos fotolia

Ahora que has conseguido quedarte embarazada deberás tomar una serie de precauciones, a fin de llevar una buena vida y procurarle el bienestar a tu bebé.

En esta etapa deberás cuidar mejor de tu salud para nutrir a la criatura que llevas dentro; pero seguramente, con unos pequeños cambios en tu vida, podrás seguir con tu rutina de siempre con perfecta normalidad.

No obstante existen una serie de sustancias que debes evitar rigurosamente. ¿Sabes cuáles son?

Cuidarnos, el primer paso para sentirnos bien

Durante el embarazo una de las primeras cosas que descubrimos es lo mucho que afecta a nuestro organismo el ritmo de vida que llevamos. Puede que sea la primera circunstancia en muchos años en la que nos planteemos seriamente en qué consiste nuestra alimentación y qué cosas no son muy positivas para nuestra salud.

Debes saber que cuanto más sana sea tu vida antes de quedarte encinta, menores cambios tendrás que realizar durante el embarazo para mejorarla. Por lo que, si aún no estás esperando pero quieres sentirte mejor contigo misma este artículo puede incentivarte a tomar decisiones que te ayuden a propiciarte una mejor calidad de vida.

Además de mantenerte activa, realizando ejercicios de forma diaria, uno de los cambios más vitales tiene que ver con tener cuidado con lo que entra en nuestro cuerpo aparte de la comida y la bebida.

¿Fumas? Necesitas algún fármaco de forma permanente? ¿Consumes algún tipo de droga? A veces no podemos evitar la dependencia a ciertas sustancias químicas, porque nuestro organismo las necesita para contrarrestar una determinada afección; sin embargo, en otros casos el uso de sustancias es innecesario, y el abuso, absolutamente nocivo. Por otro lado, algunas adicciones pueden afectar muchísimo al bebé, por lo que es primordial que te informes acerca de sus efectos.

Recuerda que no basta con dejar de consumir en el momento de quedarte embarazada; tu abstinencia también podría provocar efectos en el bebé, por lo que, aquello de “cuando me quede embarazada lo dejo” no es para nada recomendable. Antes de buscar el bebé, asegúrate una vida sana y equilibrada; alimentándote como es debido y procurando cuidar de ti misma lo mejor que puedas. Después de todo ¿has oído lo que dicen de que una persona que no es capaz de hacerse bien a sí misma no podría hacerle bien a otra? ¿Estás de acuerdo? Nuestro consejo al respecto es: ¡Cuidate, para cuidar mejor de tu bebé!

Consumo de drogas legales

Todas las drogas que se toman por placer, tanto si son legales como si no, son potenciales peligros para el feto. Pregúntate: ¿puedo evitarlas? Si la respuesta es sí ¡Hazlo! Y, siempre que puedas, sustituye aquello que no es tan recomendable, por otra cosa que te haga bien y también al bebé.

Entre las sustancias adictivas que, aunque son de venta legal si se consumen con ciertas conductas abusivas, pueden producir efectos de adicción, podemos mencionar:

  • Alcohol: la mayoría de los expertos recomienda evitar totalmente el consumo de bebidas alcohólicas. En lo que a ti respecta; en el caso de que te guste beber, limítate durante estos meses a consumir tan solo una o dos bebidas alcohólicas a la semana, como máximo.
  • Café: no existen pruebas de que la cafeína produzca defectos congénitos, aunque podría ser un potencial riesgo de aborto y de que el bebé nazca con poco peso. No obstante, puedes tomar una o dos tazas de café por día, sin preocuparte. Aunque, deberías saber que una gran cantidad de cafeína puede reducir la cantidad de hierro y otros nutrientes absorbidos, y eso sí que puede afectarlo. 

Consumo de tabaco

Si bien también podríamos incluirlo dentro de las drogas legales, dada su latente peligro para el bebé y la gran cantidad de mujeres que fuman, hemos preferido hacer un inciso especial para hablarles del tabaco.

Entre algunas de las complicaciones que puede producirte el consumo de tabaco podemos mencionar el cáncer de pulmón, enfisema o enfermedades coronarias.

Durante el embarazo a este riesgo se suma el que debe afrontar el bebé. La nicotina del cigarrillo disminuye el flujo sanguíneo que va destinado al bebé y el monóxido de carbono reduce la cantidad de oxígeno que contiene esa sangre. Como resultado, estos fetos tienen más probabilidades de nacer con un menor peso.

Los bebés que pesan menos de 2,5 kg al nacer tienen un riesgo veinte veces mayor de morir durante el primer año de vida que los que nacen con un peso normal. También son más susceptibles de sufrir problemas de desarrollo. Se da por sentado que los bebés de madres fumadoras pesarán un promedio de 0,25 kilos menos que los de madres no fumadoras; la diferencia exacta depende de cuánto fume la madre.

Fumar durante el embarazo también se encuentra asociado a un mayor riesgo de complicaciones en el propio embarazo, algunos de ellos son:

Si bien dejar de fumar puede resultar sumamente difícil, es lo mejor que puedes hacer por tu bebé. Por otro lado, el embarazo puede ser una excelente oportunidad para desprenderte de este vicio que no es para nada beneficioso para tu propia salud. Si lo dejas durante el primer trimestre de embarazo,  el riesgo del bajo peso se equipara al de las no fumadoras.

Cabe mencionar por último que los sustitutivos de la nicotina y la medicación antitabaco tampoco son adecuados durante la gestación.

Consumo de drogas ilegales

Uno de los principales problemas que derivan del consumo de las llamadas drogas ilegales, es lo difícil que resulta a los consumidores deshacerse de la adicción. Y es necesario tener presente esto antes de tomar la decisión de quedarte embarazada.

Durante el embarazo, debes evitar cualquier tipo de droga ilegal, ya que las consecuencias de este tipo de consumo pueden ser extremadamente lamentables. Como lo hemos dicho antes, no basta con frenar el consumo una vez que estás embarazada, es necesario que te procures una vida saludable antes de tomar la decisión de ser madre.

Algunas de las sustancias de este tipo nocivas para el feto, son:

  • Marihuana: las mujeres que consumen durante el embarazo tienen un riesgo por encima de la media de dar a luz bebés prematuros o de poco peso. El consumo intenso de esta sustancia puede aumentar también el peligro de padecer abortos o embarazos ectópicos.
  • Cocaína y crack: al ser drogas sumamente adictivas, el control en el consumo no es para nada sencillo. Sumado a ello, su uso durante la gestación puede traer consecuencias graves como partos prematuros y afecciones como el abruptio placentae. También puede causar defectos congénitos, problemas neurológicos, apoplejía, problemas en el desarrollo y SMSRN. Por otro lado, la madre puede padecer derrames cerebrales, ataques al corazón y presión sanguínea alta.
  • Narcóticos y opiáceos: en el grupo de estas sustancias se incluyen heroína, metadona, codeína y morfina. Tomar narcóticos bajo supervisión médica para tratar una enfermedad no dañará al feto; consumirlos de forma continuada y en cantidades elevadas, sí.
    La adicción a los narcóticos provoca que, tanto la madre como el feto, corran un serio peligro. Entre sus consecuencias más llamativas podemos mencionar problemas en el crecimiento del feto, parto prematuro, malformación de la cabeza y muerte del feto. Además, el bebé se ve sometido a un alto riesgo de complicaciones después del nacimiento causadas por el síndrome de abstinencia.
    Si eres adicta a los narcóticos o los opiáceos y te has quedado embarazada, deberías comenzar un tratamiento de desintoxicación para minimizar los efectos en el bebé.
  • Anfetaminas y estimulantes: en este grupo se encuentran la metanfetamina, el ice y el éxtasis. Entre sus consecuencias más destacables podemos mencionar ciertas alteraciones en el desarrollo del feto (a causa de la pérdida del apetito en la madre, se ve expuesto a una mala alimentación), pequeño tamaño de la cabeza, apoplejía o muerte. El éxtasis puede provocar cierto número de defectos de nacimiento.

A su vez, los riesgos asociados al consumo de drogas, como la malnutrición y las enfermedades de transmisión sexual, pueden causar serios problemas tanto en la madre como en el bebé.

Medicamentos prescritos

Muchas mujeres se resisten a tomar cualquier medicamento durante la gestación porque temen perjudicar al bebé. A veces, esta decisión es la más acertada, sin embargo debes saber que no todos los medicamentos pueden provocar consecuencias negativas en el feto.

Lo más importante es que, antes de ingerir cualquiera de ellos (aun si te han asegurado que no son peligrosos) consultes con tu médico quien será quien tenga la última palabra acerca de la peligrosidad o no del uso de los mismos. Durante tu primera visita prenatal puedes preguntarle acerca del tipo de fármacos que puedes administrarte en determinadas afecciones.

En el caso de que padezcas una enfermedad crónica (tiroides o hipertensión), no podrás dejar la medicación al estar embarazada, porque esto no solamente sería muy arriesgado para ti sino que podría traer severas complicaciones en tu bebé. De todas formas, en tu primera visita cuéntale a tu médico acerca de tu dolencia, con qué te medicas y en cuánto consiste tu dosis diaria. En algunos casos, se te aconsejará cambiar o variar las dosis, por lo que no debes pasar por alto este detalle en tu primera visita prenatal.

Lo más adecuado, sin embargo es plantearle tu situación al médico antes de quedarte embarazada, ya que muchos medicamentos podrían provocarte el aborto instantáneo. Si te medicas contra la diabetes o la epilepsia, por ejemplo, debes contarle a tu médico que deseas quedarte embarazada a fin de que te ayude a buscar un tratamiento contra esa afección que no pueda poner en riesgo la salud del feto. Por otro lado, nunca dejes de tomar los medicamentos prescritos ni cambies el horario en el que los ingieres.

Enfermedades comunes

Durante el embarazo no dejamos de ser vulnerables a todas las enfermedades que circulan por ahí. Con la diferencia de que ahora podemos afectar a nuestro bebé y, un simple problema corriente puede tener repercusiones negativas sobre él. Por tanto, si crees que has estado en contacto con alguna enfermedad peligrosa, debes comentárselo a tu médico para que te diga cómo obrar en tal situación.

Entre las afecciones más normales se encuentran:

  • Resfriados
    Un resfriado no puede provocar consecuencias nocivas en el bebé. De todas formas, debes consultar con tu farmacéutico antes de seguir cualquier tratamiento contra el resfriado, ya que algunos no son aconsejables durante el embarazo. Pero fundamentalmente, debes
    dormir todo lo que puedas y tomar gran cantidad de líquido, en forma de zumos, sopas y agua. Si tienes una infección respiratoria que no mejora después de una semana, visita a tu médico de cabecera.
  • Fiebre

    Si bien la fiebre es una natural respuesta a una amenaza más grave, puede presentar ciertos riesgos para la vida del feto; sobre todo, durante las primeras semanas. Si tienes fiebre, lo ideal es que intentes bajarla haciéndote baños de agua tibia, tomando bebidas frías y llevando menos ropa. Si llegas a los 38° o más, llama a tu médico para que te diga qué debes hacer.
  • Enfermedades gastrointestinales

    Una gastroenteritis suele durar uno o dos días, por lo que es muy improbable que traiga consecuencias sobre el desarrollo del feto. Lo que debes hacer es ingerir mucho líquido y alimentos suaves y fáciles de digerir. En caso de que el malestar dure más tiempo, puede tratarse de una intoxicación o infección alimentaria, por lo que será necesario que consultes a tu medico y que te de un tratamiento para resolverla.

Por último, ten presente que síntomas como fiebre alta, deshidratación, dolores abdominales o sangre en las heces, son de atención urgente obligatoria mientras se está embarazada.

Cuidado con las vacunas
Las vacunas vivas, como las de la polio, fiebre amarilla y tifus, no deben ser administradas sin prescripción médica a las embarazadas, porque pueden causar daños en el feto. Si necesitas vacunarte antes de viajar, avísale a tu médico que estás embarazada y sabrá qué aconsejarte.

Sustancias químicas nocivas

Tanto tú como tu bebé pueden verse afectados por la contaminación de ciertas sustancias químicas que se encuentran en productos de uso cotidiano; por tanto, debes tratar de mantener un ambiente sano, tanto en el trabajo como en casa.

Entre las cosas que debes tener presente a la hora de prevenir problemas de salud a causa de elementos tóxicos están:

  • Productos del hogar. Ciertos productos de limpieza, como los limpiadores de hornos pueden ser sumamente nocivos para la salud del bebé. Si no puedes dejar de utilizar productos que emitan gases fuertes, asegúrate bien de que la habitación está aireada y haz algunas pausas de vez en cuando para tomar aire fresco.
    Está terminante prohibido que te expongas a labores como pintar una habitación, limpiar mínimos espacios con una mala ventilación y, sobre todo, exponerte a la emisión de gases tóxicos por un tiempo prolongado.
  • Insecticidas. El uso de estas sustancias no está prohibida en embarazadas, aunque si debes exponerte a ellas debes tomar precauciones. La exposición repetida puede ser sumamente peligroso para el desarrollo del feto. Debes saber que existen miles de productos inocuos para el medio ambiente en el mercado que no representan ningún riesgo para el feto. Intenta siempre utilizar alternativas no-químicas.

Mascotas ¡sí!

Muchas mujeres se preocupan muchísimo al quedarse embarazadas porque temen que su mascota pueda contagiarles alguna enfermedad. Pero este miedo está impulsado por los mitos que existen en torno a nuestra relación con el resto de las especies.

La presencia de un perro en la casa no puede ser para nada perjudicial. Al contrario, será un gran compañero para estos nueve meses y aprenderá a querer al peque antes de que éste asome la cabeza. Incluso si tu perro te salta sobre la barriga es muy improbable que pueda hacerte daño.

Si vives con gatos puede que te encuentres más expuesta, ya que podrían contagiarte una enfermedad conocida como toxoplasmosis; de todos modos, una buena higiene y organización bastarán para erradicar este potencial peligro.

El parásito de esta enfermedad se encuentra en las heces del gato por lo que, si puedes, evita cambiar la arena en la que él hace sus necesidades. En caso de que no tengas otro remedio, utiliza guantes y lávate las manos inmediatamente después.

Ten presente que la presencia de un animal no humano en la casa puede ser una maravillosa forma de esperar al nuevo integrante de la familia.

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