Métodos para Escoger el Sexo del Bebé

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¿Quieres niño o niña? | Derechos fotolia

¿Alguna vez soñaste con escoger el sexo de tu bebé? ¿Tienes una niña y deseas ir a por la parejita? ¿Quieres que el próximo, por una determinada razón, sea chico o chica pero no quieres acudir a técnicas médicas de separación in vitro?

Aquí te presentamos algunas alternativas. Existen una serie de métodos que pueden favorecer la concepción de niñas o niños.

Según quienes han descubierto estos métodos, son sumamente fiables; y consisten en controlar la alimentación, el período de ovulación y tener relaciones sexuales en el momento adecuado para saber qué resultará de ese acto, si un nene o una nena.

El Método Baretta

Se conoce como método Baretta una técnica estudiada por la bioquimica Adriana Baretta, que asegura que la alimentación de la madre podría afectar absolutamente el sexo del bebé. Según este estudio los cambios en la dieta producen una alteración en el moco cervical que podría determinar la sexualidad del feto.

Según Baretta los contenidos de ciertos minerales entre los que se encuentran en potasio, el sodio, el calcio y el magnesio durante el trimestre previo a la concepción podrían determinar el sexo de la criatura. Esto significaría que con tan solo realizar una serie de modificaciones en la dieta de la madre y teniendo en cuenta el período de la ovulación, por la cantidad de estos minerales que tenga, podrá definirse si tendrá una niña o un niño. Aparentemente, habría una probabilidad del 98% de éxito.

Una proporción elevada de sodio y potasio en la dieta y una disminución de calcio y magnesio favorece al espermatozoide Y, mientras que al revés favorece al espermatozoide X.

Los cambios en la alimentación deben realizarse con tres meses de antelación, ya que es el tiempo que se considera necesario hasta que el organismo asimila los cambios en la dieta y comienza a actuar como filtro a favor de uno u otro espermatozoide. Además, es el tiempo que necesita la mujer para aprender por el método sintotérmico a comprobar con exactitud su ovulación, lo cual se confirmará con el pertinente análisis hormonal.

Con respecto al período de ovulación; según este método de acuerdo a la consistencia del moco cervical (que varía de acuerdo a la etapa del ciclo menstrual en el que nos encontremos) favorece a que naden más rápido los espermatozoides X que los Y o viceversa. Por tanto, tener presente el momento del ciclo también es fundamental para concebir un niño o una niña.

Por tanto, los pasos a seguir si se desea escoger el sexo del bebé, guiándonos por este método son.

  1. Realizar una medición del Coeficien te Mineral de la alimentación femenina
  2. Modificar los hábitos alimenticios a fin de favorecer a uno u otro espermatozoide
  3. Hacer un seguimiento del período de ovulación
  4. Mantener relaciones sexuales en el tiempo requerido

Por tanto, combinar la alimentación con los períodos de ovulación podría asegurar el éxito en nuestros propósitos.

De todas formas, es importante mencionarlo, existen muchas controversias en torno a este método. En numerosos foros las mamás nos cuentan sus experiencias, muchas de ellas negativas. Suponemos que lo importante es contarte lo que existe y que tú misma saques tus propias conclusiones.

El método Shettles

Si no confías del todo en este método, existe otro que se conoce como método Shettles. El mismo fue desarrollado por los doctores Landrum Shettles y David Rorvik y se basa en el estudio de las diferencias entre los espermatozoides X y los espermatozoides Y.

Según lo postulan en el libro “Cómo elegir el sexo de tu bebé” los espermatozoides con el cromosoma Y (masculino) son más débiles y rápidos y suelen desplazarse con más facilidad en condiciones acogedoras. Además, deben llegar a las trompas casi simultáneamente con el óvulo porque sino perecen sin fertilizarlo. Por su parte, los espermatozoides con el cromosoma X (femenino) son más fuertes y resisten más las condiciones adversas, además pueden aguantar unos días en espera del óvulo.

A través de este método se busca combinar el momento de la relación con el ciclo menstrual de la mujer. Cuando ésta está en un momento cercano a la ovulación, es más posible que conciba una mujer, mientras que si mantiene las relaciones dos días antes de la ovulación o dos días después, las probabilidades de concebir un varón aumentarán.

La forma en la que deberá proceder la pareja será.

  1. Tener un conocimiento del ciclo de la mujer
  2. Tomar la temperatura basal todos los días, llevando un control exhaustivos de los días exactos del ciclo para saber qué día ovula
  3. Mantener las relaciones en el momento más adecuado para poder tener un varón o una nena

Si se desea tener un varón hay que abstenerse de mantener relaciones hasta cuatro días antes de la ovulación. Y después volver a abstenerse hasta 12 horas antes de la ovulación. Esto es porque de este modo, el hombre tendrá mejor cantidad de espermatozoides y esto favorecerá la concepción de un niño. Durante esas 12 horas es recomendable que solamente se mantenga relaciones una vez. Una de las cosas que favorece la concepción del niño es que durante la ovulación los fluidos vaginales y del cérvix (cuello del útero) son alcalinos, y esto vuelve muy favorable la llegada de los espermatozoides Y.

Si lo que se desea es una niña la pareja debe suspender el sexo 2 días antes de la ovulación, para que haya una mayor existencia de espermatozoides X. Deberán mantener relaciones después del período menstrual y hasta 2 días antes de la ovulación. Como en esta etapa las secreciones vaginales son más ácidas, estos espermatozoides tienen más posibilidades que los Y de sobrevivir y fecundar al óvulo.

También afirman en este libro que existe una mayor predisposición a concebir un niño o una niña de acuerdo a la dieta que mantengan los padres. Si se desea un niño, conviene una basada en proteínas, si se prefiere una niña convendrá una rica en lácteos y nada de carne.

El método de la Tabla China

Este método no tiene un basamento científico, sin embargo, para sorpresa de todos, es el que más funciona de los tres. Posiblemente porque tiene que ver con una práctica milenaria, desarrollada en base a la experiencia y a antiguas leyendas de este país.

Para guiarte por este método debes hacerte con la tabla, desarrollada desde hace siglos en la que se plasma la gran relación que existe entre la edad de la madre, el mes de la concepción y el sexo del futuro bebé. Esto significa que, de acuerdo al sexo que se desee concebir y teniendo en cuenta nuestra edad, podríamos intentar concebir en un determinado mes para acertar nuestro deseo. Esta tabla también podría servir para predecir el sexo del bebé si ya estamos embarazadas.

El éxito de esta tabla ronda el 70% y la forma en la que puedes seguirla es. Buscando en el casillero la edad en la que deseas concebir y fijarte en qué mes te conviene concebir para tener varón o nena, de acuerdo a los colores que verás en la tabla (rosa y azul, normalmente).

Puede que realices alguna de estas prácticas y te funcione, puede que ninguna te venga bien. A veces obsesionarse con algo no es positivo; más si tenemos en cuenta que un hijo debe ser algo maravilloso, que esperamos con nervios y a quien deseamos darle todo nuestro amor y cuidados.

La pregunta es: ¿Realmente importa si nace niño o niña? Nuestro consejo es que, te guíes por lo que desees pero que no olvides en ningún momento que lo que esperas no es un objeto manipulable sino una vida, y que sea niño o niña necesita que lo quieras y que estés dispuesta a dar todo de ti por hacerle feliz.

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