Una de las cosas que debemos decidir antes de la llegada de nuestro hijo es acerca del tipo de alimentación que le brindaremos. Si nos inclinaremos por la lactancia materna o si, en cambio, preferiremos hacerlo por la leche de fórmula administrada a partir del biberón.

¿Y si te dijéramos que aquellos niños que son amamantados tienen un mejor desarrollo cerebral? ¿No sería esa una suficiente razón para inclinarte por la lactancia?

Si todavía no lo ves del todo claro, te presentamos a continuación todo lo que debes saber sobre las ventajas de la lactancia materna. Además, ponemos a tu disposición los resultados de un estudio realizado recientemente en Estados Unidos (publicado en el diario ABC), en el que se pone de manifiesto la indiscutible superioridad de la lactancia materna frente a la leche de fórmula.

¿Amamantamiento o biberón?

«Los niños que toman leche artificial tienen un peor desarrollo cerebral», anuncian los últimos estudios realizados sobre el tema. Sin embargo, muchas veces no depende de nosotros la toma de esta decisión, a veces simplemente optamos por el biberón porque no podemos amamantar por equis razones. De todas formas, en este artículo te lo contamos todo acerca de aquel estudio y sobre las ventajas y desventajas del amamantamiento y el biberón.

La decisión de cómo alimentar al bebé es muy personal e importante. Es necesario que le dediquemos un prolongado tiempo de meditación en el cual analicemos los beneficios y desventajas de los dos tipos de alimentación: el pecho o el biberón. A fin de tomar una decisión bien fundamentada.

No existe ninguna duda de que la leche materna es más natural y nutritiva y mucho más sencilla de proveer, sobre todo durante las primeras semanas del parto. Sin embargo, en algunas situaciones o bien porque no podemos darle nuestra leche o porque no lo deseamos, podemos acudir al biberón. Lo fundamental que tenemos que pensar a la hora de pensar en este tema es en que debemos buscar una fórmula con la que tanto nosotras como nuestro bebé nos sintamos a gusto, sanos y felices.

La experiencia de amamantar

Es un hecho que, tanto nosotras como nuestro bebé, estamos diseñados para la lactancia, sea cual sea el tamaño o forma de nuestros senos. En algunos casos, por ejemplo si tenemos los pezones planos o invertidos, es probable que necesitemos algo de ayuda para colocar al bebé. Sin embargo, la mayoría de las mujeres consiguen amamantar sin problemas al cabo de unas semanas, con o sin la supervisión y ayuda de un médico.

Aunque no te sientas del todo segura, lo ideal es que lo pruebes. En teoría los cambios hormonales que sufrimos durante el embarazo, garantizan que la lactancia sea una experiencia emocionalmente satisfactoria. Por tanto, te recomendamos que no te prives de ella. Debes saber que muchas mujeres que no quisieron hacerlo, más tarde se arrepintieron; pero pasar del biberón al pecho es más difícil si el bebé ya está acostumbrado a éste.

Te recomendamos que, aun si tienes pensado volver pronto al trabajo y solo dispones de unas semanas para amamantar a tu bebé, intentes optar por la lactancia materna. Tu leche proporciona al bebé el máximo beneficio en las primeras semanas, debido a los factores inmunitarios que le llegan a través de ella.

También puedes considerar la lactancia mixta; es decir, dar el pecho mientras estés en casa y extraer de tu leche para que otra persona le dé el biberón cuando no estés. (También puedes utilizar para el biberón una leche de fórmula).

Si tienes problemas para darle el pecho o te resulta una experiencia desagradable, puedes optar por el biberón. También deberás escogerlo si padeces alguna enfermedad o ingieres medicamentos que estén contraindicados para la lactancia. Tu médico sabrá aconsejarte de cómo y de qué manera deberás hacerlo.

Beneficios de la lactancia materna

Según lo han demostrado diversos estudios, la lactancia materna ofrece un sinfín de virtudes. A continuación te listamos las seis ventajas más resaltables en este tipo de alimentación; las cuales favorecerán tanto el buen desarrollo del bebé como tu estabilidad física y emocional.

1. La leche del pecho está naturalmente preparada para brindarle al bebé todos los nutrientes que necesita en la justa medida.
2. Contiene anticuerpos y otros factores de protección que le ayudarán a vencer las infecciones (los niños alimentados con leche materna corren un riesgo menor de padecer infecciones respiratorias y del oído, gastrointestinales, diabetes, la enfermedad de Crohn, enfermedades inmunitarias, SMSL y obesidad).
3. Se digiere fácilmente y es menos probable que cause trastornos digestivos, diarrea o estreñimiento.
4. Es barata, esta siempre disponible, tiene la temperatura justa y es fresca
5. Dar el pecho acelera la vuelta del útero a su tamaño normal y puede ayudarte a perder el peso que aumentaste en el embarazo.
6. Dar el pecho puede reducir el riesgo de contraer cáncer de mama.

La lactancia materna y el desarrollo de la mielina

A estos beneficios habría que agregarles el hecho de que esos bebés tendrán un desarrollo cerebral superior que si son alimentados con biberón. Así lo determina un reciente estudio desarrollado en la Universidad de Brown de Estados Unidos entre un conjunto de niños alimentados con leche materna y otro, de fórmula. El objetivo era conocer el desarrollo cerebral de cada uno, y el resultado decretó que la lactancia materna mejora el desarrollo cerebral de los bebés.

Este estudio es uno más de los miles que existen que permite dejar en evidencia lo superior que es la alimentación materna que el biberón. Y se realizó a partir de imágenes de diferentes resonancias magnéticas, en las que puede verse el desarrollo de los cerebros de los diferentes bebés.

El resultado fue que a los 2 años de edad, los niños que habían sido alimentados únicamente por amamantamiento durante al menos tres meses, mostraban un mayor desarrollo en ciertas zonas del cerebro, en comparación con aquéllos que habían sido alimentados por leche de fórmula o la combinación de ambas. Era destacable, por ejemplo, el crecimiento de las partes del cerebro dedicadas al uso del lenguaje y el manejo de las funciones emocionales y cognitivas.

Si bien ya se han realizado múltiples pruebas que permiten apostar por la lactancia materna, en detrimento de la leche de fórmula, con ésta se manifiesta una evidencia irrefutable: las imágenes tomadas en tiempo real. Hasta entonces, los estudios se basaban en el análisis sobre los resultados cognitivos de adolescentes y adultos que habían sido alimentados únicamente por la leche de sus madres.

Sean Deoni, uno de los responsables de este estudio, expresó que el objetivo de este proyecto era conocer en qué momento del crecimiento se producían los cambios en el desarrollo del cerebro. Y pudieron comprobar, de forma asombrosa, que estaban presentes casi desde el principio.

Para llevar a cabo este análisis, se utilizaron máquinas de resonancia magnética específicas, que permitieron estudiar los cerebros de los bebés mientras dormían. Así pudieron analizar la microestructura de la materia banca del cerebro y en particular las cantidades de mielina existentes. Es decir, del material graso que sirve de aislamiento entre las fibras nerviosas y determina la velocidad en la que se producen las señales eléctricas en trono al cerebro.

Los resultados de este estudio fueron publicados en Neuroimage y demostraron que los niños que son amamantados presentan un crecimiento más rápido en la materia blanca mielinizada que los que se alimentan con biberón. Además, manifiestan un mayor rendimiento en el lenguaje, en el control motor y en la recepción visual.

Esto viene a confirmar lo que todos sabemos: que la lactancia materna es sumamente beneficiosa y que le permite un mejor desarrollo integral al ser humano.

¿Problemas para amamantar?

Ahora bien ¿y si tú por una u otra razón no puedes amamantar? ¿Significa eso que tu hijo será menos apto para la vida?

No. ¡No confundir!

Este estudio intenta abrirnos los ojos acerca de las ventajas del amamantamiento siempre y cuando nuestra situación así nos lo permita. Es decir si nuestra producción de leche no es suficiente o tenemos alguna enfermedad que implique riesgos en la lactancia, deberemos optar a la fuerza por el biberón. pero si podemos escoger entre una cosa u otra es recomendable inclinarnos por la lactancia materna.

Debes saber, finalmente que si no puedes criar a tu hijo con tu propia leche esto no significa que él vaya a crecer menos sano que otros o con un coeficiente intelectual inferior. Para que un niño desarrolle un buen crecimiento cerebral no solamente deberemos tener en cuenta la leche que ingiere al principio, sino también toda una serie de factores. Si te aseguras de brindarle una buena alimentación y una calidad de vida desde el día que nace, tu hijo podrá alcanzar un desarrollo perfectamente adecuado y sano.

¿Cómo saber si el bebé se alimenta correctamente?

Tanto si decides dar el pecho como el biberón, querrás tener la seguridad de que el bebé está creciendo bien. La mejor forma de saberlo es llevándolo regularmente al pediatra, donde lo pesarán y anotarán en un gráfico su peso para compararlo con el promedio nacional.

No obstante, para poder comprender si has tomado una buena decisión y eres capaz de llevar adecuadamente la alimentación de tu hijo, existen ciertos aspectos en tu bebé que puedes observar y que te permitirán saber si crece correctamente.

Estos son:

• Si aumenta el peso de forma constante
• Si tiene buen color de piel
• Si tiene los ojos brillantes y un tono muscular fuerte
• Si se muestra satisfecho después de cada toma
• Si moja 6 o más pañales en 24 horas
• Si sus heces son blandas

Dicho todo esto, ha llegado la hora de tomar tu propia decisión o aceptar la que tu médico te ha recomendado (si es que no puedes amamantar). Y nuestro consejo es que no se te olvide en primer lugar que una de las cuestiones más importantes para el crecimiento de un niño es el sentirse amado y protegido. Así que, si no puedes amamantarle, no te aflijas. Intenta suplir esta imposibilidad con más amor y ya verás como tu peque se desarrolla de una forma adecuada y feliz.