Estrías durante el Embarazo:10 Trucos para Evitarlas y mucho más

estrias-durante-embarazo

Estrías durante el embarazo | Derechos Fotolia

Entre las fundamentales pesadillas de toda embarazada se encuentran las estrías. Las cuales aparecen en la semana 26 del embarazo y son la respuesta del cuerpo a los bruscos cambios a los que lo estamos exponiendo.

Se producen porque la piel se estira mucho, causando pequeñas roturas por la falta de elasticidad, que se manifiestan a través de líneas violáceas que salen alrededor del pecho y el abdomen, fundamentalmente.

No existe un remedio para las estrías, aunque sí muchas cremas que pueden ayudarte a mantener la humedad y elasticidad de tu piel. Y una serie de trucos que pueden disminuir los daños que las estrías generen en tu aspecto. A continuación te lo explicamos todo.

Nuestros cambios en esta etapa del embarazo

En torno a la semana 26 el feto es cada vez más alto y fuerte y sus movimientos, por ende, son más complejos. Mostrará crecientes signos de sensibilidad, conciencia e inteligencia.

Debes tener en cuenta que un bebé nacido después de la semana 24 tiene altas posibilidades de sobrevivir; por lo que, a esta altura, se puede decir que en esencia el bebé ya casi ha terminado de formarse, aunque le faltará adquirir volumen. Todavía es rojo y delgado, pero pronto aumentará de peso. Al final de este mes, su longitud será de unos 25 cm desde la coronilla hasta el trasero, y pesará poco menos de un kilo.

Es una etapa preciosa para toda embarazada, en la que ya comenzamos a tener una noción más clara de quién es nuestro hijo y a sentir que se comunica de formas leves con nosotras. Sin embargo, también es en esta etapa cuando aparecen las siempre temidas estrías.

Las estrías se producen cuando las fibras de colágeno, la proteína de la piel, se rompen debido a un rápido estiramiento de ésta o a los cambios hormonales que la alteran. Su aparición se da en forma de líneas violáceas que se van tornando nacaradas con el correr de los meses, una vez que hayas dado a luz.

Para impedir que ellas te amarguen este momento tan hermoso en tu vida, te recomendamos que continúes leyendo para saber qué hacer para prevenirlas.

La aparición de las estrías

Durante el embarazo la piel tiende a volverse más suave porque adquiere una mayor capacidad para retener la humedad. Notarás que se ve más luminosa y radiante; éstos son los signos claros que provoca el aumento de los niveles hormonales en la superficie de nuestro cuerpo.

No obstante, también podrás observar otros cambios, menos agradables. Debes saber que, si bien la mayoría de ellos desaparecerá tras el parto (al cabo de unos meses), otros se mantendrán para siempre. Las estrías son uno de esos cambios y, al igual que los demás, es difícil predecir si se esfumarán o no; de todas formas, en la medida en la que te cuides, se volverán más “invisibles” con el correr del tiempo.

Las estrías son algo casi normal en el embarazo. Un 90% de las embarazadas las padecen. Y suelen aparecer fundamentalmente en el abdomen y los pechos; aunque también pueden afectar los muslos, las caderas y la parte superior de los brazos.

La razón por la cual aparecen está relacionada con las propiedades de la piel. Cuando ésta no tiene una suficiente elasticidad y el cuerpo aumenta su volumen de forma sorpresiva, las fibras elásticas de la dermis se rompen y dejan una cicatriz sobre su superficie, que se conocen con este nombre.

Las estrías no son exclusivas de las embarazadas, ni siquiera de las mujeres. Aparecen en personas que han estado expuestas a bruscos cambios de peso durante la pubertad (aumento y descenso del volumen corporal en cuestión de poco tiempo) a causa del aumento de la producción de estrógenos; y también por la misma razón en las embarazadas. Es un hecho estrictamente vinculado a los cambios hormonales.

Es importante señalar que no todas las embarazadas tienen estrías. Dos factores condicionantes para su aparición son el material genético (si tenemos antecedentes familiares) y el tipo de piel (más o menos propensa a perder elasticidad).

Pero seguramente uno de los factores que más favorece a que aparezcan es el excesivo aumento de peso. Si aumentamos más de 15 kilos, es muy probable que tengamos que sufrirlas. Más allá de que aumentar tanto puede poner en peligro nuestra vida y la de nuestro bebé, es exigirle a nuestra piel un estiramiento tan brusco y pronunciado que ésta no podrá satisfacer y, por ende, se producirá la rotura de las fibras de la dermis, como lo hemos explicado más arriba.

Debes saber que no existe un truco secreto para prevenirlas; hay pieles más propensas a padecerlas y, por mucho que hidrates la tuya puede que no consigas evitar su aparición. Sin embargo, sí puedes colaborar con su no-aparición si aumentas de peso de una forma gradual y nunca excesiva; de este modo, tu piel podrá distenderse sin desgarrarse.

Existen más probabilidades de que aparezcan si:

  • Si tu madre las tuvo o tiene
  • Si estás esperando más de un bebé
  • Si has cogido mucho peso en poco tiempo

Cremas hidratantes durante el embarazo

Pese a que, como lo hemos dicho antes, en el embarazo nuestra piel reluce más radiante, ciertas zonas de nuestro cuerpo necesitarán de una mayor dedicación. Probablemente no precisas que te recordemos que el abdomen y los pechos requieren un especial cuidado durante la gestación. La piel de esas zonas se estira considerablemente y, como resultado, podrás notarla extremadamente seca e irritada.

Si notas que tu piel se encuentra reseca, puedes utilizar aceite corporal de baño, tanto como un sustituto del jabón como de una crema hidratante, deberás aplicártelo ni bien salgas de la ducha, cuando la piel todavía se encuentre húmeda.

Si tienes los senos secos, aplícate crema hidratante. No obstante, evita hidratar los pezones en exceso; si quedan demasiado blandos o húmedos pueden irritarse. Y si, a causa de estar irritados, te causan molestias, puedes exponerlos al aire de vez en cuando, cuando estés descansando en casa.

Una buena alternativa puede ser pedirle a alguien (mejor si es tu pareja) que te pase una crema o aceite hidratante sobre el abdomen realizando movimiento circulares, como si de un masaje se tratara. Tú, mientras tanto, tan solo relájate y disfruta, ¡te lo tienes ganado!

Crema antiestrías

Si bien no podemos evitar la aparición de las estrías con el uso de cremas, seguramente si cuidamos nuestra piel podremos colaborar en alguna medida, por ínfima que sea, para que se mantenga elástica.

Las cremas antiestrías pueden ser también de gran ayuda, ya que cuentan con sustancias que favorecen la formación de fibras elásticas y de colágeno (la centella asiática y la rosa mosqueta son los componentes más recomendados); además cuentan con activos reparadores.

Según se ha demostrado científicamente, los dos tipos de crema que podrían reducir la aparición de estrías son: las que se encuentran compuestas por Trofolastín (contiene extracto de Centella asiática, alga tocoferol e hidrolizados de colágeno-elastina) y aquellas que contienen tocoferol, pantenol, ácido hialurónico, elastina y mentol.

Debes aplicarte esta crema dos veces por día (una vez por la mañana y otra por la noche); de este modo, conseguirás que la piel permanezca firme e hidratada durante todo el día. Debes aplicarla mediante masajes circulares, los cuales sirven para estimular la circulación cutánea y favorecen la penetración de los principios activos.

Una de las cosas que muchas mujeres olvidan es que deben continuar con estas aplicaciones después del parto. ¡Esto es fundamental!

Debes continuar con ellas hasta los dos o tres meses posteriores al nacimiento de tu hijo, hasta asegurarte de que la piel ha vuelto a su estado natural. El consejo es que lo hagas aún si no han aparecido ninguna estría durante el embarazo, ya que muchas veces éstas pueden surgir después del nacimiento del bebé.

Alimentación sana para afrontar las estrías

Por otra parte, una buena alimentación es una de las mejores formas de mantener las propiedades de la piel intactas, por ende, una excelente opción para que ésta se mantenga hidratada, previniendo de este modo, la aparición de las estrías.

Algunos de los alimentos más recomendados para tal fin son aquellos que contienen vitamina A (frutas y verduras como la zanahoria y el níspero), vitamina E (verduras y aceites de origen vegetal) y vitamina C (fundamentalmente los cítricos) y el magnesio, el cual es indispensable para la síntesis de colágeno.

Debes saber que los aceites vegetales aportan elasticidad a la piel, favoreciendo la producción de colágeno; por su parte, los cítricos regeneran los tejidos y favorecen la cicatrización.

10 trucos para reducir las estrías

Junto con los muslos, el estómago y los senos son las zonas más susceptibles de que aparezcan estrías. Como te hemos dicho, si bien existen una serie de cremas que pueden ayudarte, no hay ningún medio seguro de prevenirlas ni ninguna cura milagrosa una vez que han aparecido. Y, la mayor parte de las embarazadas terminan esta etapa con alguna nueva estría en su piel.

Como estas microroturas se producen por una falta de elasticidad, la prevención es la mejor alternativa. Si sigues estos trucos puede que no te aparezca ni una, o que puedas reducir sus daños.

  1. Aliméntate adecuadamente y controla tu aumento de peso. (Recuerda que si ganas mucho peso en poco tiempo, tu piel no podrá adaptarse y será inevitable la aparición de estrías).
  2. Lleva una dieta equilibrada (No olvides incluir alimentos ricos en vitamina A, E, C y en magnesio.)
  3. Ingiere mucho líquido; sobre todo, agua. (El agua hidrata nuestra piel desde el interior colaborando muchísimo con su elasticidad. Además, así te asegurarás el buen funcionamiento de todo tu organismo.)
  4. Lleva sujetadores que se adapten bien a la forma de tu pecho y sean un buen apoyo.
  5. Si tienes los senos grandes, utiliza sujetador incluso para dormir.
  6. Ponte crema en los pechos y el abdomen para dar elasticidad a la piel y mantenerla libre de posibles irritaciones. (La manteca de cacao y el aceite de almendras han demostrado ser eficaces para algunas mujeres.)
  7. Hidrata la piel por lo menos dos veces al día (para que se mantenga elástica y sea capaz de resistir la distensión que produce el aumento del volumen corporal.)
  8. Realiza ejercicio de forma regular. (Un buen tono muscular es una de las mejores formas de evitar las microroturas de la piel. Además, recuerda todos los beneficios que tiene el ejercicio en tu estado.)
  9. Evita la exposición al sol. (Y en caso de hacerlo, usa siempre un buen protector solar y, después, una loción after sun muy hidratante.)
  10. No fumes. (El tabaco no solo daña al bebé sino que además disminuye la producción de colágeno y elastina.)

Después del parto

En las semanas posteriores al parto, las estrías se aclararán y disminuirán hasta ser poco más que unas finas rayitas plateadas que apenas se notan. Si te has mantenido firme con la aplicación de las cremas antiestrías, puede que incluso consigas que desaparezcan, aunque esto depende también del tipo de piel que poseas.

Debes tener en cuenta que la alteración de los niveles hormonales después del parto puede afectar a tu piel de muchas formas. Aparecerán manchas, la notarás más reseca que de costumbre, e incluso puede que se te lastime con mayor rapidez.

Por otro lado, las pigmentaciones, como la línea nigra y el cloasma se irán borrando gradualmente, aunque puede que no lleguen a desaparecer por completo. De todas formas, puedes tomarte ciertos recaudos para evitar que se acentúen o se vuelvan más oscuras. Por ejemplo:

  • No te expongas mucho al sol
  • Protege la piel con una buena crema solar
  • Continúa con el tratamiento de hidratación
  • Sigue los 10 trucos que te contamos en el apartado anterior

Si bien a veces las estrías desaparecen con el tiempo, en otros casos se mantienen de forma permanente. Puedes reducirlas ligeramente mediante una crema o gel Retin-A o el tratamiento por láser, pero antes de embarcarte en cualquiera de estos métodos y, sobre todo si estás amamantando, cerciórate de que no existe ningún riesgo para el bebé.

Para terminar, te aconsejamos que intentes relajarte y que afrontes la aparición de las estrías como algo característico del embarazo y que no necesariamente tiene que ser algo negativo. Al igual que las arrugas, puedes tomarlas como una consecuencia necesaria de la hermosa oportunidad de ser madre.

¿Sabías qué?
La piel tiene una gran capacidad de distenderse. Durante el embarazo puede estirarse hasta diez veces; es decir, que la piel que antes cubría 1 cm de superficie, durante la gestación puede llegar a los 10 cm. Si la mantienes hidratada y elástica, se estirará y después del parto volverá a su estado original.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Comparte y Ayuda a otras Mamás Primerizas. Gracias de antemano!

        



Suscríbete al BLOG

Y recibe consejos actuales sobre Embarazo para Primerizas(y no primerizas!)



(*)Prometemos no enviar spam. Nos gusta tan poco como a ti y , además, respetaremos tu privacidad :)